Desmitificando a los bots

Anónimo | 29/09/05

Haciendo un repaso diario a mis suscripciones en Bloglines, me he llevado una grata sorpresa al ver que Alvy, desde Microsiervos ha comentado un artículo aparecido en Wired, que trata sobre los bots en el póquer online. Sus anotaciones son ciertamente excelentes, pero creo que en esta en concreto dice muchas cosas que no son del todo acertadas, muy probablemente porque no dispone de la experiencia que podemos tener cualquiera de nosotros en este mundillo. A continuación, y con el permiso de Alvy, intentaré aclarar algunas de estas afirmaciones. Comencemos.

Hay empresas que fabrican software en forma de robots que juegan al poker. Venden ese software (bots) directamente a algunos jugadores. La variante del poker más popular es el famoso Texas Hold'em o «Poker Sin Límite de Texas» popularizado por la película Rounders.

El primer punto que me gustaría aclarar es que el «Poker Sin Límite de Texas» no es lo mismo que Texas Hold'em como la mayoría de los asiduos a esta página ya sabéis. El Texas Hold'em es tan sólo una variante del póquer, de la que además podemos jugar con distintas estructuras de apuestas, como con límite (limit) o sin límite (no limit/pot limit). La variante a la que los bots afectan principalmente es al limitado, pues el tamaño fijo de las apuestas hace más fácilmente computable una determinada acción.

La popularización del póquer online, tampoco vino de la película Rounders, sino probablemente de la explosión mediática que supuso la victoria de Chris Moneymaker, en las Series Mundiales de Póquer de 2003, en las que se embolsó 2.500.000$ por los 39$ que invirtió en un clasificatorio de Poker Stars.

Los bots calculan las jugadas mucho mejor que la mayoría de los humanos. Son precisos con el cálculo de probabilidades, cuándo apostar, cuándo tirar las cartas, cuándo farolear, subir las apuestas, etc. Aunque pueden perder en algunos casos, por lo general tienen cierta ventaja jugando contra humanos que no sean grandes jugadores y ganan de forma consistente. Además, son incansables y en cierto modo infalibles. Nunca se salen de la estrategia que se les marque.

Decir que los bots calculan una jugada mejor que la mayoría de los humanos es ciertamente arriesgado. Que sean precisos en el cálculo de posibilidades no lo niega nadie, ahora bien, que sepan cuando apostar, cuando tirar las cartas o cuando farolear es otro mundo. 

Por ejemplo, el programa sobre el que versa el artículo, Winholdem, es programable. Partamos de la base de que con el mismo no te dan las fórmulas mágicas, pues de lo contrario todos seríamos millonarios. Por lo tanto cada cual define sus propias reglas en función de las características de los rivales a los que se enfrente en base a las manos recogidas en una base de datos. Lo que no puede hacer el programa es adaptarse ante los cambios de ritmo de los jugadores. 

A un buen jugador, no sólo no le asusta un bot, sino que de hecho es su mejor oponente. Uno que siempre juega de la misma manera. Uno al que me gustaría enfrentarme.

Cuando esos bots entran en una mesa, no es fácil distinguirlos de los humanos. Las personas intentan chatear con ellos, pero a veces el jugador que tiene el bot hace manualmente el chat (mientras el bot juega). Son casi candidatos a superar el Test de Turing ;-)

Nada que objetar en este punto. Tan sólo observar que esa no esa no es la mejor forma de detectar un bot. Por ejemplo, yo juego en 8 mesas cada noche, por lo que obviamente no escribo ni una sola palabra en el chat. Y no me extrañaría si nadie lo hiciera.

Los casinos online expulsan a los bots que detectan, o bloquean las cuentas de esos jugadores, lo cual está en una zona «alegal» cuando menos. (Tal vez hasta bloqueen cuentas de jugadores que no son bots, si ganan). Tanto los casinos como creadores de bots se acusan mutuamente de «carecer de sentido de la ética, la moralidad y bla bla bla». Al final el problema no es si el bot gana o pierde. Es toda la problemática típica de los casinos con la gente que gana dinero en ellos (véase: los Pelayos).

Absolutamente todas las salas de póquer que conozco, que me gustaría diferenciar claramente de los casinos online, tienen estipulada en sus normas la prohibición de utilizar bots. Si lo utilizas, estás quebrando sus normas, por lo que es lógico que tomen medidas.

La gente que tiene bots puede ponerlos a jugar en muchas mesas y muchos casinos a la vez, es una guerra continua entre los casinos online y los creadores de bots. Existen técnicas para ocultar bots en ordenadores remotos para que no se note que pertenecen a la misma persona o desde qué lugar están jugando.

De acuerdo hasta cierto punto. Obviamente si consigues programar un bot que sea capaz de ganar establemente en un determinado nivel vas a utilizarlo en todos los casinos posibles. Las técnicas comentadas necesitan de la utilización de dos ordenadores y utilizar un programa de control remoto estilo VNC. Aún así, niego la mayor, es decir, que los bots, y sobre todo los ganadores, sean algo común en las mesas de póquer.

Los bots pueden jugar en equipo, lo cual se suele considerar «hacer trampas». Puede haber varios sentados en una mesa y «enseñarse» las cartas entre sí mediante una comunicación directa que no pasa por la mesa de juego. ¿Es eso realmente trampa? También las personas pueden jugar en equipo y enseñarse sus cartas offline (por ejemplo, dos amigos en la misma habitación con dos portátiles). Mediante este truco los bots pueden despistar a los adversarios humanos y mejorar su juego considerablemente: para empezar, conocen más cartas de la mesa y por tanto su calculo de probabilidades mejora mucho. También puede suceder que un bot con buenas cartas deje que otro bot apueste fuerte para engañar a un jugador, que finalmente pierde contra el primer bot.

Esto no es exclusivo del póquer online. En la vida real nos podemos encontrar con cartas marcadas, hábiles repartidores, o jugadores con microcámaras.  Las salas suelen tener medidas para evitar que jugadores jueguen desde la misma ip, red u ordenadores, pero eso no evita de ningún modo que puedan utilizar el msn o el teléfono para comunicarse. Aún así, ¿puede alguien sacar provecho de este tipo de trampas?. Es muy relativo. Por ejemplo, con el historial de manos es muy sencillo determinar quien ha estado jugando en equipo en una determinada sesión, y ante cualquier duda no dudéis en denunciar el caso.

No está claro si los propios casinos utilizan bots, ni si lo hacen para animar las mesas o para ganar dinero. Los casinos online dicen que no los usan. Los casinos online siempre ganan dinero en las mesas de poker porque se llevan una comisión constante de todo lo que van apostando los jugadores.

Esto no lo he encontrado en el artículo de Wired, supongo que será aportación propia de Alvy, pero es una parte más de la eterna teoría de la conspiración en las mesas. Es un post eterno en las listas de correo y foros sobre póquer de toda la red, así que no le dedicaré mucho tiempo. Tan sólo decir lo de siempre. A la sala le da igual quien gane, pues sus ganancias se basan en la comisión que genera cada mano.

Por último, me gustaría rebatir esta afirmación lapidaria de Alvy.

En fin, la verdad es que el artículo está realmente bien, y muestra un aspecto que probablemente muchas personas que juegan online (especialmente los más adictos ludópatas) suelen olvidar: que como dice en el título, en Internet nadie sabe si está jugando contra un bot o contra otra persona. Y los bots sin duda son mejores y machacan sin piedad y sin descanso a los «pardillos» que entran en las mesas. Si juegas y pierdes, hazte esa pregunta.

Concretamente donde dice que "los bots sin duda son mejores y machacan sin piedad y sin descanso a los «pardillos» que entran en las mesas". Yo diría más adecuadamente que, un bot es un pardillo, y si no le ganas dinero a él, no se lo ganarás a nadie. Lee, estudia, mejora tu juego, practica, y verás como de lo último que te preocupas en esta vida, es de si estás jugando contra un bot.

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.