Andy Beal vs. the Corp por Pac8

Anónimo | 17/06/09

Para su segundo día en el Bellagio, Andy pide que le giren más dinero y se sienta directamente en el Big Game de la Bobby´s Room. La partida es de 1.000$ / 2.000$ y la norma es juegos mixtos pero es tan raro que llegue un millonario novato a la mesa dispuesto a jugar con ellos, que los pros juegan a lo que él quiera.

Tres jugadores y Andy empiezan a jugar 1.000$ / 2.000$ Limit Hold'em.

La noticia corre como la pólvora y al día siguiente la sala está llena de pros. Hay una larga lista de espera para sentarse en la table one y no dejan de aparecer por Las Vegas más y más jugadores de Los Angeles o de la costa este.

Si Andy está impresionado por jugar contra los mejores no se nota. Es más, el millonario insiste en aumentar las ciegas sin parar. De 1.000$ / 2.000$ se pasa a 2.000$ / 4.000$, luego a 3.000$ / 6.000$ para finalmente jugar 4.000$ / 8.000$.

La realidad es que Andy se aburre y tiene que subir las ciegas para mantener el interés en el juego. Además es consciente de que las ciegas altas tienen una consecuencia. Algunos pros empiezan a estar incómodos jugando tan alto y varían su juego para ahorrarse unas apuestas aquí y allá.

Andy gana 100.000 $ y empieza a creérselo un poco, pero de lo que está seguro es que se lo pasó mucho mejor jugando en mesa corta o mano a mano contra Todd, que hoy en mesa larga aunque las ciegas sean cinco veces mayores.

De vuelta en Dallas, le pide a su secretaria que le compre los 15 libros más populares sobre poker y los devora. Sin embargo no está demasiado impresionado con lo que lee. Está de acuerdo en la importancia de la pot odds pero poco más. Quiere volver a jugar, pero también se plantea si le habrán dejado ganar para animarlo a jugar más y más alto. Que para conseguirlo le regalen 100.000$ le parece improbable, además de que tendrían que estar todos de acuerdo para lograrlo, pero de todos modos si vuelve a jugar optará por subir las apuestas para asegurarse.

En febrero vuelve al Bellagio. A pesar de su victoria en su última visita los pros no deben de estar demasiado impresionados con su juego porque de nuevo la sala se llena, y siguen apareciendo más y más jugadores cada poco.

Andy de nuevo se aburre de jugar en mesa larga y en un descanso de la partida se acerca a Jennifer Harman y le ofrece jugar un HU aparte.



Andy no se da cuenta que está poniendo a Jennifer en una situación muy incomoda. Harman no sabe cómo decirle que lo que pide no puede ser. En primer lugar los otros jugadores se enfadarán con ella si “se queda con Andy para ella sola”, y que da igual la mesa en la que se siente, porque más pronto que tarde se llenará. Tal vez Andy no es consciente de que se le considera un “live one”, un “producer” porque ante la negativa de Jennifer propone que por lo menos rompan la mesa grande en dos cortas.

Por mucho que suba las apuestas, su mesa se llenará siempre… mucha gente ha venido a Las Vegas sólo para jugar con el millonario maníaco que está aprendiendo a jugar al poker.

Andy entonces decide tomar la iniciativa y hablar con la dirección del Bellagio para que le organicen una partida Heads Up, pero lo único que obtiene es la información de que no existen mesas específicas para eso en el Bellagio. Todas las mesas son largas, y la dirección no puede impedir a nadie que se siente en la mesa siempre que tenga el buy-in mínimo.

Andy no entiende que al Bellagio le es indiferente si juegan por ciegas de 2.000 $ o 200.000$. Ellos se llevan la misma comisión en ambos casos. Esto fue en su día uno de los grandes enemigos del poker en los casino de Las Vegas.

La comisión que deja el poker a la casa es ridícula comparada con los beneficios de las tragaperras, ruleta o bacarrá. Incluso Steve Wynn, que en su día fichó para su equipo directivo al campeón de las WSOP Bobby Baldwin (de ahí que se llame en su honor la sala de high stakes Bobby´s Room ) estuvo a punto de cerrar la sala de poker al enterarse que una de sus más grandes ballenas, George 'The Greek Paravoliasakis estaba repartiendo su tiempo entre las mesas de bacarrá y las de poker.

“No hice la poker room para que Chip y Doyle se hicieran millonarios”

exclamó indignado. Hizo falta toda la influencia de su equipo para que no la cerrara o prohibiera la entrada a Chip y Doyle.

Volviendo al 2001, Andy incluso se ofrece a pagar por los asientos vacíos pero no puede ser. El millonario se encuentra muy frustrado, y amenaza con irse a Dallas si no puede jugar HU cuando Doyle encuentra la solución a su problema.

Que había muchos jugadores interesados en jugar era obvio como demostraban las listas de espera, pero por mucho que Andy subiera las ciegas siempre habría jugadores dispuestos a enfrentarse a él. Lo único que sucedería sería que venderían una parte mayor de su acción a otros inversores para poder jugar tan alto. Esta es una práctica de lo más común en las partidas de cash más altas, sencillamente no se había hecho tan alto aun.

Además si Beal se iba del Bellagio sería malo para el poker en general. Se abriría la veda del millonario. Los pros empezarían a buscarlo para convencerlo de que jugara en sus partidas privadas. Al competir por él, antes o después algún jugador se pasaría de la raya. Aunque no hubiera trampas ni cosas raras la cosa acabaría mal. Andy ya estaba preocupado de la posibilidad de que le hicieran trampas, habiendo llegado a contratar a un experto que le confirmó la honradez de las partidas de poker de high stakes.

Lo mejor para todos es que estas partidas sucedieran en un ambiente controlado como el Bellagio. Aunque no le hacia ninguna gracia organizar y poner de acuerdo a un montón de personajes tan independientes como son los jugadores profesionales, por edad y prestigio le correspondía a Doyle tomar las riendas de la situación.

No era su intención hacer una fraternidad de jugadores, pero sí poner de acuerdo a todos los que podrían estar interesados en sentarse en la mesa con Beal de que unieran sus recursos.



Esto es lo que le propuso a Andy Beal:

Él pondría de acuerdo a varios jugadores para que combinaran sus bancas y uno de ellos jugaría con el dinero de todos contra él por ciegas tan altas que ningún “espontáneo” podría permitirse sentarse en la partida.

Al principio a Andy no le hace demasiada gracia la idea, ya que así perdía la ventaja de sacar de su zona de confort a los pros con las ciegas tan altas, pero después de todo era la única forma de tener su partida de HU.

Doyle contacto y recibió el visto bueno de todos los habituales de high stakes, Chip Reese, Jennifer Harman, Howard Lederer, Johnny 'World' Henningan, Chau Giang y David Grey. Entre todos pondrían un millón de dólares para jugar contra el millonario.

Las negociaciones entre Doyle y Beal continuaron con más detalles. Beal quería elegir con quien jugaría, lo cual le fue concedido siempre que aceptara que el primero fuera Chip Reese. En principio por no poder asegurar que otro pudiera jugar con tan poca antelación, aunque no deja de ser curioso que fuera el mejor jugador del mundo el “único” que estaba disponible.

A cambio Doyle consiguió que las ciegas se mantuvieran en 10.000$ / 20.000$ y no 15.000$ / 30.000$ como quería el millonario.

La partida quedo finalmente preparada para el día siguiente, pero antes de irse Doyle le recordó a Andy que aunque habían hecho todo lo que estaba en sus manos, siempre quedaba la posibilidad improbable de que alguien se quisiera sentar en la mesa y no podrían hacer nada al respecto...



Pero ¿Quién podía aparecer de la nada y sentarse en una partida en la ambos jugadores llevarían un millón de dólares a la mesa?...

Continuará...

Todo lo que se cuenta aquí, esta magistralmente contado por Michael Craig en su libro “The professor, the Banker, and the suicide king (Inside the richest poker game of all time)” en el que se relatan las partidas de Andy beal contra los mejores jugadores de poker del mundo.

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