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Dos años después, Negreanu vuelve a una mesa de cash para amasar 134.000$

Alex Hernando | 09/02/16
Dos años después, Negreanu vuelve a una mesa de cash para amasar 134.000$
Tras una temporada apartado de las mesas de cash en vivo, Daniel nos cuenta cómo fue su retorno y qué se encontró al ser invitado a una partida privada en el Aria.

Quedan ya lejos aquellos tiempos en que veíamos cómo Daniel Negreanu sufría ante jugadores como Dwan, Ivey o el propio Gus Hansen sentado en una mesa de cash. 

Las seis temporadas de High Stakes Poker en las que el canadiense apareció, destaparon las carencias del Team Pro de PokerStars respecto a otros jugadores más acostumbrados a lidiar de forma habitual con las mesas de cash. Tal vez esto fue uno de los motivos por los que Negreanu decidiera apartarse de las mesas de cash presenciales durante una buena temporada.

Tras dos años lejos de ellas, el pasado fin de semana el canadiense volvió a sentarse en una mesa de cash, tras ser invitado a una partida privada en el Aria, atendiendo así a uno de sus propios objetivos para este año. 

Según nuestro protagonista cuenta en su última entrada en su blog personal, Negreanu tiene intención de pasar no menos de 200 horas sentado en una mesa de cash a lo largo de 2016, y acabar con beneficios no inferiores a 250.000$. El pasado sábado empezó a descontar horas de ese objetivo, y también ganancias. 

Sin embargo, lo que se encontró al llegar al Aria no era lo que esperaba. Para el canadiense, las mesas de cash han cambiado mucho en este tiempo apartado de ellas, lo cual no tiene por qué significar nada negativo, al contrario. Al llegar al Aria se encontró sentado en una mesa de Mixed Games “con algunos juegos a los que nunca había jugado, y mucho menos en estos niveles de ciegas”.

Entre esos juegos se encontraba el PLO Flips o el “Very Crazy Pinnaple”:

Este es un juego que requiere nula habilidad. Cada jugador tira 10.000$ al centro de la mesa y se te reparten cuatro cartas. El dealer tira las cinco cartas del board, y el que pueda hacer la mejor jugada, gana el bote. Ya está. Apenas jugué una mano en ese formato, a no ser que un jugador quiera hacer otro flip por $1.000 más. En ese caso, toda la gente a excepción del que pide el nuevo flip, tiene EV positivo. Es divertido, y en general creo que favorece la dinámica del juego.

Otro de los juegos a los que jugamos allí era el “Very Crazy Pinnaple”, que básicamente se juega como el NL Hold’em, pero te reparten tres cartas, y debes descartarte de una de ellas en el momento en que se destapa el turn. 

Además de estas variables un tanto particulares, Negreanu también jugó a otros juegos más “normales”.

  • Pot Limit 2-7 Razz
  • Pot Limit Double Draw 5 Card Draw High
  • Pot Limit Badugi
  • Pot Limit 2-7 Triple Draw
  • NL Hold’em
  • 2-7 NL Single Draw
  • Pot Limit Omaha
  • Pot Limit Omaha H/L

Para acabar su blog, además de contarnos que jugó durante exactamente 6 horas y acabó 134.100$ en positivo, Negreanu reflexionó sobre algunas conclusiones que esta primera sesión del año le hizo recapacitar:

Cambiar la variedad del juego es esencial para el futuro y el crecimiento del poker. El NL Hold’em está a punto de resolverse, es necesario seguir innovando y pensar en nuevos formatos que resulten divertidos a la par que interesantes.

Esta partida no contaba con nadie que perdiera el tiempo. Si te invitan a una partida como esta y te pones a perder el tiempo, simplemente no te volverán a invitar. Sentado en esta mesa le pregunté a algunos de los jugadores por qué no participaban en torneos de límites altos, y todos coincidieron en darme la misma respuesta: los torneos son muy lentos. Y no lo decían en comparación con los dos jugadores que más tiempo tardan en tomar sus decisiones, Byron Kaverman y Christoph Vogelsang, sino en general, comparándolo con todos los demás. Los jugadores que normalmente tardan mucho para tomar sus decisiones, son perjudiciales para los torneos. Si todo el mundo actuara de la misma forma que estos dos ejemplos que he mencionado, los torneos simplemente dejarían de existir. Nadie quiere participar en un torneo en el que juega 15 manos a la hora. 

La forma en que se organizan las partidas hoy en día ha cambiado respecto a cuando yo me consideraba un grinder habitual. Antes, si había una silla vacía y tenías el buy-in necesario, te sentabas y empezabas a jugar. Anoche se estaban celebrando tres partidas tanto en el Aria como en el Bellagio, y básicamente en todos los casos eran partidas en las que solo podías participar con invitación previa. No está permitido tener “partidas privadas” en Las Vegas, pero han buscado una forma inteligente de llevarlo a cabo. Básicamente, los jugadores invitados quedan convocados a una hora concreta. En ese momento, todos ellos aparecen en la mesa con el dinero, se sientan y empiezan a jugar. Si eras excesivamente lento, nunca conseguirás sentarte en esta mesa. No tengo nada en contra de esta forma de proceder. Parece que funciona. Si los jugadores recreacionales no quieren “pros” en sus mesas, lo único que tienen que hacer es quedar a una hora, llenar una mesa y no dejar sillas vacías. 

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