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Barry Greenstein revela la cruda realidad de High Stakes Poker

Antonio Romero | 29/10/14
Barry Greenstein revela la cruda realidad de High Stakes Poker
Todo era cierto. Una mano perdida contra Antonio Esfandiari en el programa marcó las carreras de ambos jugadores.

En aquellos tiempos en que el dinero corría a raudales por Full Tilt Poker y en los programas de televisión sobre poker los botes alcanzaban regularmente las seis cifras, flotaba en el ambiente la sensación de que todo valía si era para entretener al personal. Que el guión tenía más peso que la baraja en el desarrollo de cada mano.

En High Stakes Poker vimos a Jamie Gold intentando ser “el mejor farolero del mundo” a base de meter un dineral calle tras calle, o a Brad Booth sentarse tras un muro de billetes que equivalían a 1.000.000$ para intimidar a sus rivales, y claro, el que más y el que menos dudaba que se lo estuvieran jugando así de alegre si fuera suyo de verdad.

Pues al parecer lo era. Real como la vida misma. El programa fue cruel y doloroso para varios jugadores. La mala suerte de Negreanu en High Stakes Poker llegó a ser legendaria, y Barry Greenstein jugaba un estilo tan rocoso que mucha gente se preguntaba qué hacía en el programa. Y su estilo no podía ser otro, porque era con el que se sentía cómodo al poner en juego un dinero salido directamente de su bolsillo.

Precisamente ha sido Barry Greenstein el que ha revivido aquellos tiempos en su blog de PokerStars, y para demostrar toda la verdad que rezumaba High Stakes Poker, confiesa que una mano muy concreta jugada en aquel programa cambió radicalmente la carrera de sus dos protagonistas.

La mano en cuestión

Recientemente he leído una entrevista en la que Antonio Esfandiari recordaba un bote de 600.000$ que nos jugamos en la séptima temporada de High Stakes Poker.

Él llevaba  7h8h. Yo, un par de cuatros, en un flop  Tc6h4h. Metimos el dinero al medio. Perdí el bote cuando a Antonio le completaron el color en el turn y la mesa no se dobló en el river.

Las consecuencias de aquel turn

En aquel momento era el mayor bote que Esfandiari había ganado en su carrera. Para mí, fue el que me acabó cansando de High Stakes Poker.

No he jugado ni un High Roller desde que perdí aquel bote, mientras que a Antonio le cambió la vida. El jugó muy bien en aquella temporada del programa, y empezó a jugar high rollers poco después. Casi pienso que aquel bote mandó nuestras respectivas carreras en diferentes direcciones.

Los entresijos de HSP

La razón de que algunas manos parecieran preparadas es porque solo se mostraban las más interesantes. Recuerdo una conversación con uno de los productores al final de una sesión de ocho horas; me dijo que había sido tan aburrida que solo había una mano para meter en el programa.

Jugábamos con nuestro dinero. Algunos venían bancados, pero yo siempre jugaba con lo mío. Nos pagaban 1.250$ a la hora como tarifa presencial, es decir, 10.000$ por sesión, pero todo lo que había sobre la mesa salía de nuestros bankrolls.

Aquellos 600.000$ me hicieron algo de daño, cambiaron el curso de los eventos que jugué en los siguientes años.

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