El Debate

¿Qué pinta un varón jugando un Women's Event?

Antonio Romero | 03/02/15
La presencia de jugadores varones en el torneo reservado para mujeres del EPT de Deauville nos sirve de excusa para proponer este debate.

Abrimos hoy una nueva sección, el Debate de la Semana, en la que examinaremos los temas más interesantes que genera la actualidad cotidiana del poker.

Entre las noticias que sacamos a diario siempre hay alguna que provoca intercambios de opiniones entre los miembros de la redacción, a veces a rebufo de un debate a nivel global presente en todos los corrillos y otras porque la noticia más inocua nos da pie a revisitar lugares comunes y recurrentes que siempre están en el candelero.

El intercambio de impresiones en las redes sociales, nuestros foros o los comentarios en nuestras noticias van a ser claros signos de cuáles son los temas dignos de sacar a la palestra. La idea es Identificar el mejor tema de conversación pokerístico y explorar las argumentaciones que creamos imprescindibles, sin miedo a expresar nuestra opinión.

Hoy me toca a mí escoger tema y, sin más preámbulos, voy a meterne de lleno con la comidilla de todo el poker europeo en las últimas horas: la participación de un importante porcentaje de hombres en el Women’s Event del EPT de Deauville.

Un enfoque limitado

Lo primero que ha quedado claro en nuestra redacción es que en la mayoría de las posturas expresadas en las últimas horas falla el enfoque. En realidad, la polémica sobre la participación de hombres en los torneos reservados a mujeres engloba dos discusiones completamente distintas.

¿Está justificada la programación de eventos solo para mujeres o cualquier otro grupo? Solo una vez despejada esa incógnita, se puede abordar la cuestión sobre la calificación que merecen los hombres que pretenden jugarlos.

Eventos para mujeres, senior o empleados de casino

El feminismo, el tema de la desigualdad entre sexos, parece inflamar las reacciones acerca de este tipo de torneos. Sin embargo, a nadie parece molestar que el primer brazalete que se entrega cada año en las WSOP sea en un torneo reservado para empleados de la industria del juego.

Por eso, quizá sea refrescante buscar el punto de vista contrario. Antes de calibrar la gravedad del pecado cometido por los varones que se apuntaron al torneo de Deauville, habrá que delimitar si está justificada la existencia de un torneo que excluye a los hombres.

Estos torneos cumplen una función publicitaria y lúdica

La finalidad última de este tipo de torneos reservados a ciertos colectivos es conseguir un ambiente muy concreto en las mesas y un desarrollo específico del juego. La organización de las WSOP monta el Casino’s Employees para homenajear a los trabajadores que hacen posible el festival. Los torneos de los Seniors permiten un ritmo más sosegado y un juego menos agresivo, y los Ladies buscan sacudirse de encima el canto a la virilidad que parece predominar en el poker de competición.

Visto el resultado, con miembros de estos colectivos acudiendo a festivales únicamente para disputar estos torneos e incuestionables éxitos como el multitudinario torneo de Seniors de las WSOP, podemos concluir que cumplen una función publicitaria y lúdica imposible de satisfacer en un torneo abierto al público.

Puede ser adecuado, pero, ¿es legal?

Muy bien, los festivales quieren incluir eventos temáticos, pero en la mayoría de los países civilizados las leyes no permiten la exclusión de jugadores por motivos de raza, sexo o religión.

La rentabilidad no puede ser una excusa para todo

Pero, ¿qué lleva a un jugador a querer participar en un evento reservado a un grupo al que no pertenece? Pues que por muy filantrópicos que parezcan los objetivos, este tipo de torneos cobra una entrada y, por tanto, tiene una bolsa de premios.

Los hombres que juegan este tipo de torneos lo que buscan es un field que, por definición, es más blando que el de un torneo abierto.



Algunos lo equiparan con la selección de mesa. Es a definición me parecería más adecuada para una Vanessa Selbst que se ponga a jugar un torneo para Ladies de 200$. Yo prefiero la comparación con los bumhunters extremos, que han dado pie a prácticas como el grimming o el buttoning rechazadas por la mayoría de los jugadores.

La rentabilidad no debería ser excusa universal para prácticas que dañan la imagen del poker, tanto online como en vivo, y que lo único que consiguen es espantar a parte de la clientela de los festivales o de las salas online.

Soluciones

Las WSOP encontraron una fórmula muy exitosa para evitar el intrusismo en sus torneos especiales. Los hombres que quieran jugar el Ladies’ Event deben pagar diez veces lo que sus rivales femeninas.

Hay que ser aguafiestas. Será por torneos

En Francia, al parecer, esta medida tampoco es legal, así que hay que apelar a la buena voluntad de los jugadores. Por desgracia, figuras tan prominentes como Doug Polk abogan por seguir invadiendo este tipo de eventos, como confesó a Quadjacks en 2012. 

Pues, en ese caso, está más que justificado que algunas voces apliquen calificativos como puede ser el de aguafiestas, por el que algunos critican al blog de Pokerstars. De hecho es la palabra que mejor define esas actitudes. Se intenta organizar una fiesta del poker, y quien irrumpe como un elefante en una cacharrería lo que está haciendo es reventar la diversión.

Será por torneos.

 

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