La DGOJ estudia rebajar los impuestos a los operadores

El Subdirector General de Regulación del Juego Juan Espinosa ha reconocido a EGamingReview (para suscriptores) que hay muchos operadores de juego online a los que les cuesta cuadrar las cuentas con la carga fiscal impuesta en nuestro país.

Actualmente, todas las empresas licenciadas para ofrecer juego online en España ven gravados sus ingresos brutos por un impuesto del 25%, uno de los más altos del sector.

Este porcentaje se ha convertido en el tema principal en las reuniones del regulador con los operadores, tanto los que ya están trabajando como los que se interesan por entrar en el mercado español.

Es algo que nos hacen llegar casi todos los operadores, estén o no activos en el mercado. Los que están activos están sufriendo y para los que aún no lo están, es un elemento clave en su decisión de entrar en él.

Muchos observadores apuntan directamente a la carga fiscal como la causa más importante del estancamiento del sector en España, como por ejemplo el informe de JDigital y la consultora Deloitte sobre las pérdidas que soportaron los operadores en los primeros 12 meses de regulación.

Nosotros entendemos el argumento y es algo que estamos estudiando y analizando con el fin de solicitar una revisión.

No hace mucho, el director ejecutivo de Betsson desmintió el interés de la empresa sueca en operar en España indicando que “los impuestos son demasiado altos”.

La empatía que muestra Juan Espinosa es esperanzadora, pero hay que recordar que la última palabra en este tema la tiene el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, del que depende directamente la DGOJ. El papel del regulador en una hipotética revisión del tipo impositivo es el de simple mensajero.

Si Hacienda se aviene a razones, entendemos que el efecto de la medida en el sector sería enormemente beneficiosa. Aún así, el interés que despierta nuestro país en inversores del sector permitirá reabrir la concesión de licencias antes del verano, coincidiendo con la aprobación de la explotación de las apuestas cruzadas y de las tragaperras.

Los operadores aún están interesados en el mercado, incluso aunque el régimen fiscal no les sea del todo favorable.