Un enorme Adrián Mateos gana su segundo brazalete de las WSOP

Se agotan los calificativos para definir lo que Adrián Mateos está consiguiendo en el mundo del poker. Hoy, el joven jugador madrileño ha vuelto a escribir una página de oro en el libro del poker nacional.

Adrián llegaba al definitivo día 6 del Evento #33: $1.500 Summer Solstice NLHE separándole solo un contrincante del ansiado brazalete. 

El austriaco empezaba con ventaja en el marcador, aunque no demasiada. El tanteo al comenzar la jornada de hoy era el siguiente:

• Koray Aldemir: 7.515.000
• Adrián Mateos: 6.280.000

Cada uno de los aspirantes comenzaba con un stack por encima de las 100 ciegas, algo que invitaba a pensar que el heads-up se podría alargar durante largas horas, pero finalmente no fue así. En poco más de una hora, el desenlace estaba servido.

Aldemir comenzó adquiriendo mayor ventaja, hasta que llegó la mano que inclinó la balanza en favor de Adrián para ya no volver a perder la iniciativa.

En un bote 3beteado por Aldemir, aparecía un flop  As3d4d. El austriaco lanzaba la apuesta de continuación a 490.000 puntos, y Adrián le “enchufaba” su resto por casi 4 millones en total. A su rival la apuesta no le cuadraba, por lo que decidía pagar con  8s8h. Adrián plantaba sobre la mesa su súper proyecto con  6d5d. En cuarta caía un  Ad que a falta de que en river no cayera un as o un ocho -que no lo hizo- le daba la mano. 

Tomaba así ventaja, momento tras el cual empezó a meter más y más presión a su rival, rascándole poco a poco el stack. Se llegaba a un descanso en el que la ventaja para Adrián ya era de 5:1.

Poco más tarde, se llegaba al desenlace del torneo. Aldemir se restaba con  Ah2s y Adrián le pagaba con  4s4h. El último board del torneo fue  Tc9s3d5c5h, lo que consumaba la victoria de Adrián Mateos en este Evento #33 de las WSOP.

A Adrián le ha llevado menos de un año ganar su primer brazalete de oro en suelo americano, el segundo en su cuenta particular después de que en 2013 ganara el Evento Principal de las WSOPE en París.

Como decíamos al principio, se nos agotan los calificativos para hablar de Adrián. Nuestro poker está de enhorabuena. ¡Dos brazaletes en lo que llevamos de las WSOP!

¡Enhorabuena!