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Erick Lindgren, en rehabilitación por ludopatía, cuenta su historia

Jairo Moreno | 30/01/13
Erick Lindgren, en rehabilitación por ludopatía, cuenta su historia
El jugador concede una entrevista a Bluff donde habla abiertamente de sus problemas con las apuestas, de Full Tilt y de Haralabos Voulgaris.

He tenido un problema con el juego durante mucho tiempo y, finalmente, tengo la oportunidad de encararlo.

Estas son las primeras palabras de Erick Lindgren en el artículo que la revista Bluff Magazine publica con las declaraciones sobre sus más que públicos problemas con las apuestas.

A sus 36 años, Lindgren ha estado internado durante dos semanas en la clínica Morningside Recovery en California siguiendo un tratamiento que ha sido sufragado por un amigo, según se explica en el artículo. Por las informaciones que han circulado, ese amigo tiene muchas papeletas de ser Daniel Negreanu. Fue su mujer, Erica Schoenberg, con quien tiene un hijo de un año, quien le convenció de que realmente necesitaba ayuda profesional.

Los problemas de Lindgren con el juego no están relacionados especialmente con el poker sino con las apuestas deportivas. Unas gigantescas pérdidas en la temporada 2011 de fútbol americano y el corte de su suministro económico que supuso el desastre de Full Tilt Poker -poseía un 2-3% de las acciones- supusieron la caída en picado del jugador.

En enero de 2012, un hilo en TwoPlusTwo sobre apuestas impagadas por Lindgren en fantasy leagues de fútbol abría públicamente la caja de Pandora sobre sus problemas. Haralabos Voulgaris se sumó al hilo aportando muchos datos que terminaron en un incendiario post en su blog.

Definitivamente debía dinero a alguna gente después de la fantasy football. Como apostador, muchas veces te ves atrapado en un círculo en el que intentas recuperar el dinero que te deben a ti para pagar el que debes tú. Debido al Black Friday, y a otros asuntos, todo se puso muy difícil para mucha gente, que no podía devolverme dinero, y yo me convertí en un mentiroso por no pagar.

Suena un poco a excusas pero Lindgren parece haber asumido su problema y estar tratando de solucionarlo, aunque para conseguirlo va a tener que enfrentarse a ello desde una perspectiva muy compleja; la de ser un jugador profesional de poker, entender que el juego es parte de su vida, vivir en Las Vegas y ser capaz de poder controlar todas esas variables.

Ese es el asunto. No quiero dejar mi profesión, quiero ser mejor en ella. Quiero tener un control total sobre mis acciones, lo que significa no apostar a los bestia, no sobrepasar mi bankroll y no apostar sobre el dinero de otros. Quiero apostar de la manera correcta y practicar mi profesión de la mejor manera posible.

Sobre el asunto con Voulgaris, Lindgren explica que Haralabos le introdujo en un grupo de grandes apostadores donde se jugaban cantidades enormes.

Me llevó a un lugar en el que había una línea de crédito de dos millones de dólares y pusimos 500.000$ como tope. Creo que gané como 300 o 400.000$ en la primera semana y apostaba fuerte, entre 50.000$ y 100.000$ por partido. Empecé a perder. Creo que pagué 400.000$ una vez y 500.000$ otra. Iba 900.000$ abajo. Luego creo que perdía otros 2,3 millones.

Y ahí comenzaron para él los verdaderos problemas. “Entre esa línea de crédito, apuestas con otra gente y el big game del Bellagio, Lingrend se encontró debiendo seis millones de dólares en el periodo de un mes”, explica Lance Bradley, el autor del artículo, en Bluff.

Además, según las explicaciones de Lindgren, parece que las normas del grupo de apuestas de Voulgaris eran estrictas al respecto de los “refer-a-friend”.

No podía pagar y, aparentemente, Bob (Voulgaris) tuvo que hacer frente a esa deuda. No sé realmente cuál era su papel en eso pero, desde entonces, tengo que tratar eso con Bob.

La deuda con Voulgaris ascendía a 2,3 millones de los que, según Lindgren, habría pagado 1,4 millones. Pero tal y como explicó Voulgaris, una vez que dejó de llegar el dinero de Full Tilt Poker -Lingrend recibía unos dividendos mensuales de 250.000$- se acabaron los pagos.

Todo el asunto saltó a la luz pública y tras la rajada de Voulgaris, Lindgren no le guarda especial cariño.

Quiero resolver todas mis deudas pero es fácil presumir que él será la última persona con la que las resuelva. Bob nunca ha sido santo de mi devoción y viceversa. Dicho esto, pido disculpas y reconozco mi equivocación.

Antes de las WSOP del año pasado, Voulgaris tuiteó que un jugador que le debía mucho dinero se había declarado legalmente en bancarrota. Todo el mundo asumió que se trataba de Lindgren y este ahora lo reconoce. Desde el mes de junio se halla inmerso en el proceso legal para intentar resolver su situación.

El tema Full Tilt siguió coleando y, en octubre, Howard Lederer concedía una extensa entrevista a PokerNews en la que explicaba que poco antes del Black Friday, Chris Ferguson le hizo a Lindgren una transferencia a modo de préstamo a través de las cuentas de jugador por valor de dos millones. Ferguson tuvo un missclick y le envió dos millones más. Lindgren nunca devolvió esos dos millones extra.

Lindgren regresará a Las Vegas con su familia para reconstruir su banca

Lindgren explica que los préstamos eran parte del mecanismo habitual de funcionamiento entre los propietarios de Full Tilt pero ese era dinero de la empresa y está detallado en el proceso de venta a PokerStars. El jugador le debe actualmente a la sala de la pica roja 2,4 millones de dolares.

La entrevista continúa con el tema del descalabro de Full Tilt tras el Black Friday y de cómo él formó parte de un grupo de disidentes, entre los que se encontraban Jennifer Harman, Perry Friedman y Phil Gordon, que trató de desalojar sin éxito a la directiva Bitar-Lederer-Ferguson.

Justo antes del estallido del Black Friday, Erik Lindgren y Erica Schoenberg supieron que iban a ser padres. Se casaron en junio de 2011 y poco después sus verdaderos problemas financieros salieron a la luz en la pareja. Ella sabía que él tenía problemas pero no era consciente de la verdadera dimensión de los mismos.

Erica ha sido muy fuerte llevando todo esto y cree en mí. He estado muy obsesionado con trabajar y poner nuestras finanzas en orden para volver a la normalidad a la que estábamos acostumbrados. Ha sido muy estresante pero creo que hemos conseguido hacerlo bien juntos teniendo en cuenta todo lo que hemos perdido.

Ahora a Lindgren le toca recomponer su situación financiera y va a hacerlo de la única manera que sabe: jugando al poker. Una opción bastante peculiar teniendo en cuenta sus descontrolados hábitos de juego pero probablemente sea lo único que sabe hacer bien. Pronto se mudará de nuevo a Las Vegas con su familia para reconstruir su banca en las mesas. Lindgren tiene un bancador para torneos que le permite participar en cualquier evento que deseé y ahora busca otro bancador para cash.

No tengo bankroll. Vivimos completamente al día. Me han bancado en el poker y algunas apuestas deportivas con lo que he podido ir pagando las facturas pero aún no es suficiente. Quiero competir al más alto nivel. No voy a seguir el circuito de torneos con tanta intensidad como antes. Tengo un hijo y una familia, pero quiero jugar torneos, quiero jugar cash y tener tanto éxito como pueda. Veremos qué ocurre.

Suerte Erick Lindgren, porque la vas a necesitar. Mucha.

 

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