Fedor Holz gana su tercer High Roller del Aria en este verano

Aunque en Las Vegas, el principal protagonista del verano está siendo Jason Mercier y su afamada búsqueda del tercer brazalete de las WSOP, el otro gran protagonista del verano está siendo, sin duda, Fedor Holz. 

El joven jugador alemán no para de ganar torneos y sobre todo, de ganar pasta. El pasado sábado, en el Aria, volvió a protagonizar una victoria en un nuevo $25k High Roller. 

El del pasado fin de semana contó con una participación total de 30 jugadores, entre los cuales se encontraban algunos sospechosos habituales como fueran Sylvain Loosli, Byron Kaverman, Timothy Adams, Bryn Kenney o Paul Volpe, todos ellos eliminados fuera de las primeras cinco posiciones, las cuales daban derecho a un premio mínimo de 43.200$.

También quedó fuera de plazas pagadas Andrew Lichtenberger, quien tras quedarse con 4 ciegas, se retaba con  4s4d recibiendo el “call” tanto de Stephen Chidwick como de Iván Lucá, encargado definitivamente de eliminarle con  KsQs conectando un  Kc en el river. 

A partir de ese momento, ya en premios, el resto de eliminaciones no tardaron en llegar. Iván Lucá se encargó de eliminar a Cary Katz y Tobias Reinkenmeier, mientras Stephen Chidwick se encargó de dejar muy tocado al argentino, en una mano en la que se enzarzaron en  8d2sTs, Chidwick con top-pair y buen kicker con  KhTc por la overpair de Lucá que presentaba  QhQs. Desafortunadamente para el argentino, el turn fue el  Kd. Esta mano dejaba a Iván Lucá al borde de la eliminación, algo que Fedor Holz no tardaría en certificar.

Se llegaba así a un heads-up que no se llegó a jugar. Con Fedor Holz con el stack dominante, él y Chidwick llegaban a un pacto por ICM que dejaba a Fedor como ganador del torneo y a ambos con premios por encima de los 230.000$.

Este es el segundo $25.000 High Roller del Aria que Fedor Holz gana este verano, a lo cual hay que sumar otra victoria en un $50.000 High Roller y la segunda posición en la Super High Roller Bowl, todo ello acumulando premios por valor de casi 5 millones de dólares. ¡Qué barbaridad!