Editorial

Hablar en una mesa de poker: en busca del equilibrio

Alex Hernando | 08/10/14
Hablar en una mesa de poker: en busca del equilibrio
¿Cuál es el límite que hay que fijar a la hora de permitir los jugadores excesivamente habladores en una mesa de poker? ¿Dónde acaba lo permitido y empieza lo irrespetuoso?

Históricamente, cuando analizamos pros y contras a la hora de diferenciar lo que nos ofrece el poker online y el poker en vivo, se suele enfatizar que el poker presencial es un juego mucho más social, en el que por motivos evidentes, nos vemos casi obligados a interactuar con nuestros rivales, mientras que el poker online suele jugarse en solitario por lo que el aspecto social queda mucho más diluido.

Este mismo análisis lo ha realizado recientemente Theo Jorgensen en unas líneas escritas para el blog de PokerStars, en las cuales habla sobre la importancia que tiene para él compartir una buena conversación en una mesa de poker después de pasarse varias semanas encerrado en casa con motivo de la celebración del WCOOP.

Muchos jugadores se sientan en tu mesa escondidos tras sus gafas de sol durante 10 horas seguidas sin apenas prestarte atención. Solo a veces consigues escuchar a Daniel Negreanu hablando con unos y con otros. […]

Yo no tengo esa capacidad. En mi caso, necesito coincidir con alguna persona con la que tenga una mínima afinidad y con quien poder tener una conversación divertida. En Barcelona, por ejemplo, tuve ocasión de coincidir con Noah Schwartz, lo cual fue una bendición para mí, viendo que el resto de la mesa se encerraban en sus gafas de sol y sus auriculares. A partir de ese momento, parecía como si el tiempo volara.

Mi principal consejo para cualquiera que vaya a jugar un EPT por primera vez (o cualquier otro torneo) es que intente disfrutar y divertirse, así que si alguna vez te aburres escuchando música en una mesa de poker, yo soy tu hombre para tener una buena conversación.

Esta teoría que nos presenta Jorgensen está muy bien, y sobre el papel nos parece una actitud muy proactiva y adecuada para la sostenibildad del poker presencial, aunque siempre hay matices y límites.

Al mismo tiempo que el Team Pro danés colgaba estas líneas en la red, aparecían dos nuevos episodios del Main Event de las WSOP emitidos por la ESPN, los cuales ya hemos podido encontrar en nuestra portada. En ellos apareció la figura de Curtis Rystadt, un personaje que no pasó desapercibido para nadie.

En estos vídeos, pudimos ver al jugador de Portland soltando la lengua en la mesa televisada. ¿Demasiado incluso? Para la opinión de muchos, así fue.

Un buen número de nuestros lectores, a través de los comentarios, manifestasteis vuestra disconformidad con el comportamiento del veterano jugador americano en la mesa, máxime teniendo en cuenta que nos encontrábamos en la fase decisiva de todo un Main Event de las WSOP.

Más allá de movimientos dudosos, “calls” al 4bet con manos especulativas y otros lances del juego, lo cierto es que la actitud de Curtis Rystadt dejaba mucho que desear, sobre todo cuando él mismo no se encontraba involucrado en las manos.

Las normas de buena conducta en una mesa de poker son algo que queda bastante a merced del sentido común de los participantes. Parece “de cajón” saber que mientras dos rivales se encuentran involucrados en una mano importante, es de recibo mantener el silencio y el respeto hasta que la mano haya acabado, algo que el protagonista de esta situación no hizo en muchas ocasiones.

Por todo ello, nos hemos ido a buscar el reglamento por el que se rigen la mayoría de los eventos de poker en vivo para saber qué dice al respecto. Nos referimos al reglamento de la Poker Tournament Directors Association (TDA), el cual, en el apartado 62 titulado “Violaciones de Comportamiento” reza lo siguiente:

Violar repetidamente las normas de comportamiento acarreará una penalización. Se incluyen ejemplos como demorar las decisiones de forma reiterada, tocar innecesariamente cartas o fichas de nuestros rivales así como a los propios jugadores, actuar repetidamente fuera de turno, conducta abusiva o hablar excesivamente, entre otros.

Como vemos, “Hablar Excesivamente” está considerada una práctica fraudulenta en una mesa de poker, ahora bien, ¿dónde se encuentra el límite?

Evidentemente, esto queda al criterio del Tournament Director, quien tal vez en el caso particular de Curtis Rystadt, teniendo en cuenta la presencia de cámaras de televisión, no actuó tan estrictamente como se hubiera hecho en otro caso puntual.

Ahora nosotros nos preguntamos: ¿convendría marcar una línea más definida sobre lo que está dentro o fuera de la legalidad? ¿Cómo se podrían combatir este tipo de prácticas? ¿Se debe empezar por denunciar en primera persona el comportamiento de un rival como este?

Tu opinión al respecto nos importa, por lo que te invitamos a participar en este debate a través de los comentarios de esta publicación.

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.