Hacienda acabó siendo la auténtica ganadora de los November Nine

Como cada año, una vez finalizada la mesa final del Main Event de las WSOP, es momento de echar un vistazo y ver qué premios quedan a los finalistas una vez la señora Hacienda haga acto de presencia y de el correspondiente tijeretazo a cada uno de ellos (o casi).

Este año, en total se han repartido 25.445.388$ entre los nueve jugadores mejor clasificados del Main Event, aunque la cifra que finalmente se meterá en el bolsillo cada uno de ellos, es muy diferente. 

En total, si sumamos las Agencias Tributarias (o estamentos equiparables) de los distintos países o estados propios que tienen competencia en EE.UU. la “mordida” que recibirán los November Nine será de 10.109.760$, lo que viene siendo un 39.73% del total, es decir, que el premio de Hacienda fue mayor incluso que el del ganador, aunque éste se lo embolsara íntegro, cosa que no sucederá.

El mayor perjudicado en términos absolutos será, lógicamente, Qui Nguyen, el ganador del torneo y a quien se le escaparán cerca de 3,3 millones de dólares de los 8 que supuestamente ganó, sin embargo, si ponemos en perspectiva la situación, el mayor perdedor de los finalistas fue Gordon Vayo, segundo clasificado y a quien la ley californiana, como residente de San Francisco que es, le reclamará un 51.46% de su premio, es decir, 2,4 millones de dólares. 

Fernando Pons, como todos ya imaginaréis, no se irá de rositas. La Agencia Tributaria española le reclamará al mallorquín el 45% de su premio, es decir, 450.000$. 

El más beneficiado, si se puede considerar tal cosa, será Kenny Hallaert, nacido y residente en Bélgica, país en el que como en Reino Unido, el juego está exento de tributación, por lo que los 1.464.258$ que ganó irán íntegros a su bolsillo.

Así quedarán los premios de los finalistas antes y después de aplicar los correspondientes impuestos.