Opinión

Jugadores patrocinados: ¿Qué buscan las salas?

Alex Hernando | 31/01/18
Jugadores patrocinados: ¿Qué buscan las salas?
Los recientes movimientos de partypoker y PokerStars por lo que a patrocinios se refiere nos hacen plantearnos una serie de interrogantes que aquí os trasladamos.

No vamos a decir nada que la mayoría de gente implicada ya no sepa, si afirmamos que la industria del poker vive hoy en día un momento de rabiosa efervescencia por motivos bastante diversos.

En España (y países vecinos) vivimos con optimismo un momento en el que las nuevas oportunidades parecen aflorar continuamente, motivadas principalmente por el acuerdo de liquidez compartida que después de mucho tiempo, es ya una realidad aunque solo sea en su fase inicial, con una sola sala que domina el mercado, y con tan solo dos países (nosotros y los franceses) compartiendo mesas. Pese a ello, ha sido tanto tiempo agonizando, que hoy por hoy, cualquier brote verde lo recibimos con entusiasmo.

A nivel global, las cosas no están mucho más tranquilas, y eso es positivo. PokerStars parece estar diciendo adiós al casi monopolio del que ha disfrutado en los últimos años, con una sala que le hacía sombra (Full Tilt) que pasó a ser propiedad de Amaya para guardarla en el baúl de los recuerdos, y con una competencia que no era tal. partypoker y 888poker no encontraban la fórmula del éxito para hacer que PokerStars abandonara su posición de privilegio, aunque hoy por hoy, las cosas parecen estar cambiando.

Principalmente gracias a partypoker, que ha invertido mucho dinero y recursos en dar la vuelta a esta situación, principalmente fichando a una serie de personajes que con nuevas ideas y mucha iniciativa, están consiguiendo que la competencia en el sector del poker online (y extrapolando, el poker presencial también) sea una realidad.

A partypoker todavía le queda camino por recorrer por lo que a tráfico y volumen se refiere, pero su posicionamiento actual nos es más que suficiente como para poner sobre la mesa un asunto que en los últimos meses está evidenciando las antagónicas formas que tienen hoy en día de entender el marketing las dos fuerzas más importantes del poker mundial.

En las últimas semanas, se han dado a conocer distintas noticias relacionadas con los patrocinios a jugadores por parte de las grandes salas. Nombres muy importantes de la escena de primer nivel como son los recientes casos de Isaac Haxton, Philipp Gruissem o JasonKoon en partypoker o Martin Jacobson en 888poker, han vinculado sus imágenes a grandes salas, mientras que otros jugadores de reconocido prestigio como Jason Mercier, Felipe Ramos o el mismísimo “ElkY” finalizaban sus relaciones contractuales con PokerStars. Estas diferencias nos hacen preguntarnos varias cosas.

¿Cuál es el modelo a seguir?

Nos resulta imposible afirmar de forma categórica cuál es la fórmula más beneficiosa a la hora de contratar a un jugador patrocinado o a un embajador. Tal vez nuestro punto de vista pueda estar ligeramente contaminado, pues al fin y al cabo somos parte implicada de la industria, y siempre nos será difícil tener un punto de vista completamente ajeno a lo que sucede en el mundo del poker.

Dicho esto, nos parece importante hacernos una serie de preguntas cuando hablamos de patrocinios y acciones de marketing relacionadas con jugadores que ofrecen su imagen, y la más importante es la siguiente: ¿Cuál es el principal objetivo?

Supuestamente, todos deberíamos coincidir en que el primer objetivo a la hora de promocionar una marca, es hacer llegar a cuantos más clientes potenciales mejor a esa marca. Salvada esta primera pregunta, la siguiente es: ¿De qué forma promocionamos más esa marca?

Aquí empiezan las diferencias, las cuales abordaremos en el siguiente apartado.

¿Especialistas o generalistas?

Aunque PokerStars mantiene en plantilla a varios jugadores, lo cierto es que de un tiempo a esta parte, el modelo de jugador patrocinado que busca la sala de la pica roja tiende más a buscar un público generalista y no tan especializado. Los ejemplos son claros: Lex Veldhuis, Jason Somerville, Jamie Stapes.

Todos ellos son gente que retransmiten casi a diario lo que hacen en las mesas a través de herramientas como Twitch o YouTube. Esto hace que su eco no se limite solo a jugadores muy especializados en el poker de alta competición, sino que son capaces de llegar a completos neófitos, objetivo principal de las salas (o por lo menos, de PokerStars). Son jugadores especializados y capacitados para conectar con un público muy poco especializado, ese que se busca para que aporte sabia nueva al famoso ecosistema.

Por su parte, partypoker ha decidido que para crecer y dar sensación de robustez, había que apostar por grandes nombres del poker actual, línea que no deja de ser por la que optó PokerStars en tiempos pretéritos. De ahí que los Gruissem, Haxton y compañía, luzcan actualmente el rombo en sus solapas.

¿Qué aportan unos y qué aportan otros?

En la actualidad, la importancia de redes sociales está fuera de toda duda. Son muchísimas las estrellas que utilizan sus redes para lograr ingresos “extra” a través de campañas publicitarias, y el poker no es una excepción. Solo así se explican fichajes por parte de PokerStars de personalidades como Kevin Hart (con más de 4 millones de seguidores en Instagram) o Usain Bolt, o como ya sucediera en el pasado con los Cristiano Ronald, Neymar o Rafa Nadal.

Todos esos personajes son máquinas de promocionar un producto, se llame poker o se llame como se llame.

En cambio, partypoker ha optado por la excelencia y afianzarse en un mercado donde hasta ahora no gozaba de una prensa especialmente positiva. Para ello, la figura de Patrick Leonard es un grandísimo ejemplo.

El británico, no solo es un altavoz y una fuente a la que los jugadores acuden cuando algo sucede, sino que también entre bambalinas está teniendo un papel destacado a la hora de diseñar estructuras, gestionar programas de afiliación o trasladar a las altas esferas los deseos de una comunidad que busca más que nunca ser escuchada.

 

Dicho todo esto, nos resulta imposible concluir cuál es el mejor modelo a seguir. Parece evidente que las posiciones entre las dos grandes potencias son completamente opuestas, pero del mismo modo imaginamos que los números de unos y otros hablarán por si solos.

¿Qué modelo te parece más adecuado a ti, desde el punto de vista de las empresas?

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.