Salsa

El libro de Molly Bloom pone a caer de un burro a Tobey Maguire

Antonio Romero | 12/06/14
El libro de Molly Bloom pone a caer de un burro a Tobey Maguire
Un extracto adelantado por Vanity Fair es especialmente crítico con la figura del actor, al que retrata como cutre y maleducado.

La cada vez más cercana publicación de la autobiografía de Molly Bloom, la mujer que montaba las partidas privadas de poker más famosas de Hollywood, promete elevar el nivel de salseo a niveles galácticos.

Para muestra, un pequeño adelanto que publica hoy mismo la revista Vanity Fair (vía PokerFuse) y en el que el primero en salir trasquilado es Tobey Maguire, del que ya se presumía que no iba a salir demasiado bien parado.

Los rumores acerca de los secretos que va a desvelar Molly Bloom en su libro ya señalaban a Tobey Maguire como el despiadado organizador de estas reuniones, de las que sacaba regularmente una importante cantidad de dinero, tratando a sus deudores sin el menor tipo de escrúpulo.

Quizá esa actitud fría y depredadora no sea excesivamente reprobable, pero los primeros párrafos que se han podido leer del libro revela comportamientos que van mucho más allá.

Para Bloom, la descripción más fiel de Maguire es la siguiente.

El anterior protagonista de Spiderman, Tobey Maguire -ganador habitual en las partidas de high stakes- era el mejor jugador, el que menos propinas daba y el que tenía peor perder, con muchísima diferencia.

Pese a sacar hasta 50.000$ en las partidas casi cada noche, a Maguire le molestaba que Bloom ganara lo que a él le parecía demasiado dinero por montar y atender las mesas.

La estrella de Seabiscuit recurrió a la humillación delante de otros jugadores. Le pidió que ladrara como una foca que pide su pescado, a cambio de una ficha de 1.000$.

Ella intentó hacer ver que era una broma, pero Maguire insistió. “No estoy de broma. ¿Qué pasa?, ¿te has vuelto demasiado rica?; ¿no ladrarías por 1.000$?".

Otro ejemplo que se pone en este extracto acerca de la personalidad de Maguire es su insistencia en que él no jugaría si no se usaba su barajador de cartas, un aparato destinado a los casinos y que vale 17.000$.

Un día, Bloom estaba extendiendo un cheque por sus ganancias. Maguire le sugirió que en las próximas partidas quería cobrar un alquiler por la máquina.

"Miré detrás de él, hacia el carísimo vestíbulo de su mansión en las colinas. Podías mirar directamente al océano. Me  reí. Seguro que bromeaba.

No podía decir en serio lo de cobrar un alquiler por una máquina que él insiste en usar y a la gente a la que le gana dinero todas las noches". Pero estaba serio como la muerte, quería 200$ por noche por alquilar la máquina.

Es posible que esto sea como los trailers de las películas de cine, que ponen las mejores escenas en el anuncio para llevar al público a las salas, y estos ataques a Maguire sean lo más interesante que vaya a salir del famoso libro. Pero quién sabe, igual chorrea salsa. Veremos, veremos.

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