Liv Boeree es la siguiente en pasar por el cedazo del Team Pro

El recorte de presupuesto para el patrocinio de jugadores ha sido una de la más llamativas estrategias de embellecimiento de números que el Grupo Amaya ha empleado desde que se hizo con The Rational Group.

Desde el desmantelamiento de The Professionals en Full Tilt, y pasando por el adiós de ilustres veteranos del Team Pro como Nacho Barbero, Humberto Brenes o la musa Vanessa Rousso, da la sensación de que se ha abandonado la idea de que los rostros más conocidos del poker mundial son los mejores embajadores para las salas.

En su lugar aparecen ex-deportistas, modelos y jugadores desconocidos provenientes de países como India o Japón, cuyos nombres seríamos incapaces de recordar aunque nos fuera la vida en ello.

La próxima víctima de este cambio de política puede ser Liv Boeree. A la británica se le acaba el contrato tras la próxima EPT Grand Final de Montecarlo, y según AssoPoker, las impresiones recogidas durante el EPT Malta es que la renovación no está ni mucho menos encaminada.

Liv ha demostrado en la isla mediterránea una energía y un vigor encomiables a la hora de cumplir con la marca que la patrocina. Estuvo en gran parte de los torneos, hizo turnos en la cabina de comentaristas del streaming, y fue la anfitriona de numerosos eventos como el Women's Event o el torneo de la prensa.

Pero también se multiplicó para representar al proyecto REG, una organización caritativa cofundada por su actual pareja Igor Kurganov. Liv, en los últimos tiempos, ha iniciado varios proyectos profesionales aparte del Team Pro, como por ejemplo sus apariciones televisivas en el programa "The Mind Control Freaks".

Esta creciente actividad fuera de las mesas bien podría ser el mayor obstáculo para una posible renovación con PokerStars, por decisión de la propia jugadora. En todo caso, lo sabremos después de la cita monegasca del EPT.