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Michael Esposito, el Ironman de los October Nine

Fran Medina | 30/07/12
Michael Esposito, el Ironman de los October Nine
Este broker aficionado de Nueva York entrará sexto en fichas y no piensa estudiar nada de nada.

Michael Esposito es el segundo jugador más veterano de los October Nine de este año. Con 44 años y dos hijos en el mundo, este broker neoyorquino reconoce que solo juega al poker como afición y como mucho un par de veces al año desde hace ya un tiempo.

En 2012 tan solo se presentó en el Casino Rio de Las Vegas para disputar el Main Event, y vaya si le ha ido bien. Sepamos un poco más del jugador que se sentará en la mesa final en octubre en sexta posición y con 16.260.000 (54bb)

Repasemos la entrevista que le hicieron los chicos de WSOP al final del día siete de competición.

Cuando entraste en este evento hace unos ocho días, ¿cuáles eran tus expectativas?

En realidad, hacer mesa final. Ese es el único motivo por el que he venido. He traído esa mentalidad. He jugado este torneo unos cuantos años, y siempre he intentado ganarlo el primer día. Este año he cambiado mi filosofía para jugar día a día. Mi oportunidad ha llegado.

¿Qué parte de esa filosofía te ha ayudado a llegar hasta aquí?

Bueno, no he forzado las cosas. No he intentado atracar las mesas. Muchos de los jugadores que lo han intentado ya no están aquí, y yo estoy feliz de haber llegado hasta aquí.

Eres un triatleta, por lo que tu cuerpo está acostumbrado a soportar altos niveles de fatiga. ¿Qué diferencia hay entre esas maratones y ésta?

Es una paliza larga. A veces parece que vas a entrar en tilt y que las cosas te están saliendo mal. Pero sigues peleando, esforzándote y avanzando. Intentas no venirte abajo y, con fortuna, va a ser un buen octubre.

¿Usas el mismo tipo de técnicas cuando compites en un triatlón que en un torneo tan duro como éste?

Simplemente intentas tener disciplina. Para llegar lejos hay que tener mucha disciplina, solo eso. Esa es la línea que he seguido.

¿Qué tipo de apoyo has recibido de tu familia y tus amigos desde casa durante el torneo?

Mucha gente me escribía. Mi novia estuvo aquí brevemente. He recibido mucho cariño y realmente lo aprecio. Sé que mucha gente me estaba siguiendo por Internet. He intentado mantener un perfil bajo. Todo el mundo me mandaba felicitaciones y me decían que estaban viéndome y rezando por mí. ¡Qué Dios les bendiga!

¿Qué significaría para ti poder ganar esto por tu familia, amigos y toda esa gente que te apoya?

Significaría mucho para mí. He venido a ganar y, con un poco de suerte, así será. Creo que todo el mundo compartiría mi alegría.

¿Cuál fue la mecha que prendió la llama del poker en ti?

Solía jugar mucho a Seven-Card Stud. Solía venir aquí a jugar los Eventos de Seven-Card Stud. Después, el Hold’em explotó y empecé a jugar Hold’em. He aprendido mucho a lo largo de los años.

¿Alguna razón en particular por la que decidiste jugar el Main Event de este año?

El año pasado todo fue confuso para mí, debido a cosas que me pasaron en la vida. El año anterior había jugado y me echaron set over set, así que fue un año duro en el Main Event. El año pasado me lo salté, pero empecé a hacer triatlón. Decidí ir a Irlanda. Básicamente era ir a jugar las World Series o irme a Irlanda de vacaciones con mi hijo. Elegí ir a Irlanda con mi hijo y no me arrepiento. Creo que el año de descanso me vino bien.

Llevaba todo el año planeando jugar el Main Event, así que vine en junio y jugué un par de torneos de calentamiento en el Venetian. El primer torneo lo pacté. Básicamente, tenía la mentalidad adecuada. Quería venir y tener unas buenas World Series.

Cuando no juegas a poker, ¿cómo es un día normal para ti en Nueva York?

Me levanto a las cinco menos diez de la mañana y voy a correr o cojo la bicicleta. Después, voy a trabajar. Cojo el tren de las 7:04 a trabajar y después trabajo hasta las cinco de la tarde. Luego, vuelvo a casa y voy a nadar tres días a la semana. Las tardes que no nado, ceno con mi hija. Esa es básicamente mi semana. Los fines de semana, depende de lo que haga con mis hijos. Aun así, la mayoría de ellos cojo la bicicleta y hago 50 o 60 millas cada sábado, además de nadar y correr un poco. Y eso es todo.

¿Qué te motiva para castigar a tu cuerpo con esa rutina?

Bueno, antes estaba en baja forma. En un momento de mi vida, pesaba 102 kilos y era fumador. En mis treinta sentía como si tuviera 55 y ahora que tengo 43 me siento como cuando tenía 25. Una gran diferencia, sin duda.

Aparte de las WSOP, ¿juegas mucho al poker?

Tengo que ser honesto, no juego mucho al poker ya. Suelo jugar el evento del Circuito de las WSOP en Atlantic City, en el que me ha ido bastante bien. El de 1.000$ de buy-in. Suelo ir en diciembre, pero la verdad es que ya no tengo tiempo. La mayoría de los torneos son cinco o seis días y no es algo que pueda compaginar con mi calendario. Prefiero eventos cortos. El Main Event es un compromiso para mí, pero ya había planeado por adelantado que estaría aquí.

¿En qué punto del Main Event sentiste realmente que tenías opciones para hacer mesa final?

Antes de venir. La mano más grande que he jugado en el torneo fue en el día 1. Tenía AK y era una mano con varias resubidas, así que no las tenía todas conmigo. Sabía que el jugador era realmente agresivo, así que le resubí de vuelta. Él me pagó. La mesa era 993. Pasé, hizo una apuesta grande y pagué. El turn fue un ladrillo y ambos pasamos. En el river, otro ladrillo, hizo una apuesta gigantesca para echarme del bote y yo me puse a pensar unos diez minutos. Tenía la sensación de que era AQ. Al final pensé, “¿sabes qué te digo? Si me equivoco, pues nada.”

Pagué con mi as alto y eso me puso bien de fichas. A partir de ahí, día a día. Dejé de mandarle mi chipcount a la gente porque cada vez que mandaba uno perdía un tercio de mi stack. Mis mensajes empezaron a ser “Todo bien, voy bien”. No decían nada. Mi objetivo era siempre pasar de día y eso es lo que hice. Espero que aun me queden dos buenos días de poker.

Dices que entrabas en este torneo para ganar. ¿Es por los ocho millones y medio o por el brazalete?

Créeme, el dinero es mucho más importante que el brazalete. Si me dices que quedo segundo y cobro los ocho millones y medio, lo firmo ahora mismo. No necesito ningún reconocimiento. Siendo realistas, el año que viene jugaré lo mismo al poker que en 2012. Algún que otro torneo durante el año. Si me escapo del trabajo igual juego dos o tres torneos más y el Main Event, pero no va a suponer mucha diferencia.

Eso sí, espero que esto me ayude a entrar en el Campeonato del Mundo de Ironman en octubre. Con eso de la prensa, igual me reservan un hueco. Voy a ver si puedo jugar esa carta.

¿Cuánto significa esa carrera para ti? ¿Cuánto dinero pagarías por poder correrla?

Es muy cara, el triatlón no es un hobby barato. Me clasifiqué para una gran carrera en Vermont, pero estoy en la lista de espera. No soy uno de esos tíos que paga 100.000$ para ir a la carrera. Corrí el triatlón de la ciudad de Nueva York, pero es una lotería.

Si ganaras ocho millones y medio, ¿qué cambiaría en tu vida? ¿Quizá si correrías alguna de esas carreras pagando?

La verdad es que viviría el mismo tipo de vida. Tengo una vida muy feliz. Créeme, ganar ocho millones y medio sería algo enorme, pero tengo una vida muy feliz. No necesito coches, tengo una casa bonita y una vida agradable y tranquila. Me gusta mi vida como es.

¿Cómo te has sentido cuando han eliminado al décimo y eres oficialmente uno de los October Nine?

Aliviado porque ya haya terminado. Los dos últimos días han sido muy largos. Básicamente, fui a una carrera el domingo en Nueva York justo el día que llegué. Me tenía que levantar a las cuatro menos cuarto de la mañana para ir a la carrera a las cinco. Después de la carrera, volví a casa para recoger mis cosas, llegué al aeropuerto, conseguí colarme en el vuelo de las seis. Llegué aquí con hora y media de retraso. Llegué a las once de la noche, me cogí un coche de alquiler, me registré en el torneo, llegué al Bellagio y pedí comida china. Llegué a mi habitación y cené a la una de la mañana. Me fui a dormir y me levanté temprano para salir a correr, algo que no debería haber hecho. Debería haberme tomado el día libre, pero me preocupaba no hacer nada en todo el día. Eso sí, el martes me fui al monte Charleston de senderismo y tuve un día relajado. Irme a dormir a las nueve y media o así me ayudó bastante.

(Nota del traductor: Yo tampoco sé por qué diablos responde así a la pregunta, habría que ver la cara del periodista.)

¿Volverás a casa y estudiarás tu juego?

Para nada. ¿Sabes qué voy a hacer? Me voy a ir a casa y me voy a relajar. Voy a seguir haciendo mi rutina de siempre. Sé que el resto va a estar mirando con lupa cada mano. La mitad del tiempo no sé qué voy a hacer, así que, si estudio algo, será en unos meses. Voy a volver y voy a jugar cada mano como si fuera la última. No creo que puedas decidir nada por adelantado. Mucha gente acaba el día como chipleader y no creo que al principio de la jornada estuvieran pensando “Vale, voy a jugar agresivo”. Voy a pasármelo bien, volver en octubre y ya veremos.

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