Los monjes gamblers piden perdón

Hace unos meses, salía a la luz un escándalo que convulsionaría a la población de Corea del Sur: seis monjes de la popular Orden Jogye, que cuenta con más de diez millones de feligreses y es la más seguida de Corea del Sur, eran descubiertos fumando, bebiendo alcohol y jugando una partida de poker de high stakes en la habitación de un hotel de lujo.

Seong-Ho, uno de los monjes de mayor jerarquía de la Orden hizo las primeras declaraciones sobre el escándalo.

Pedimos sinceras disculpas por el comportamiento de varios monjes de nuestra orden. Los implicados ya están siendo investigados y serán castigados de acuerdo con las normas budistas tan pronto como se hayan contrastado los hechos.

Parece que, tres meses después y según leemos en PokerFuse, los hechos ya se han esclarecido y los monjes han recibido su “apropiado” castigo, que consiste en una multa de 1.775$ por cabeza, cantidad ligeramente menor que los 875.000$ que llegó a haber en la mesa durante la sesión, que duró más de trece horas.

Así lo atestigua en la rueda de prensa uno de los representantes de la administración legal de Corea del Sur.

El tribunal les ha condenado solamente con una multa porque mostraron arrepentimiento acerca de sus actos.

Por contra, parece que el arrepentimiento no ha sido suficiente para el monje que filmó los hechos con el objeto de denunciar a sus compañeros, que ha sido acusado de injurias, violencia y mal comportamiento, ya que parece que tuvo que colarse en la habitación para poder instalar la cámara oculta que fue testigo de los hechos. Muy mal.

Por estos terribles actos, el monje “chivato” ha sido expulsado de la orden y además sancionado durante quince meses.

Por supuesto, el líder de la Orden, no ha tardado en pedir disculpas en público.

Los monjes deberían estar por encima de los vicios materiales y servir como mentores para sus feligreses. Sin embargo, algunos han cometido actos de los que nos avergüenza incluso hablar. A partir de ahora nos centraremos en la vida ascética y el trabajo misionero.

En lo venidero, las cuentas de la Orden estarán gestionadas por contables independientes. Muy bien.