¡No, Vanessa Rousso no!

Con la desvinculación de Vanessa Rousso del Team Pro de PokerStars, se cierra hoy un capítulo de la historia del poker. Para algunos puede que sea menor, pero nosotros hemos puesto las banderas a media asta y hemos repartido brazaletes negros en la redacción para despedirla, pues mucho nos tememos que este pueda ser su adiós definitivo al poker de alta competición.

Esta web lleva publicándose hace casi una década, y durante los años se han sucedido los lógicos cambios y relevos en la redacción: se han incorporado compañeros, hemos dicho hasta luego a otros y hemos procurado mantenernos a la par de los tiempos, pero sin renunciar a una personalidad propia anclada en varias señas de identidad muy sencillas de identificar.

Una de ellas era la categoría de musa absoluta otorgada a Vanessa Rousso desde nuestros inicios. Diva del poker; carne de portada por sus éxitos, sus anécdotas y sus universalmente famosas lecturas de alma que tanto nos han entretenido. Hasta hoy.

El tiempo y los negocios no perdonan, y estamos diciendo adiós a una generación de jugadores que saltaron a la fama desde Estados Unidos a lomos de la sala de la pica roja en la era del boom online. Ahora, bajo nueva dirección, PokerStars está poniendo al día sus vitrinas, actualizando las fotos familiares y guardando en los cajones las de aquellos miembros que poco a poco se están alejando de la alfombra roja del circuito.

A Vanessa ahora parece interesarle más la música, y sus esporádicas apariciones con el parche de la pica roja se están espaciando demasiado como para excusar su pertenencia al equipo profesional de PokerStars.

Aunque no haya anuncio oficial, su foto ha sido borrada de la web de la sala y su nombre ya no aparece en la lista de Team Pros, síntomas más que reconocibles del final de la relación contractual entre Amaya y sus antiguos patrocinados.

Solo nos queda enjugarnos la lagrimilla que corre por nuestras mejillas, seguir invocando ayuda a las distintas divinidades y fuerzas de la naturaleza para que en el corazón de Vanessa se mantenga encendida un ascua de amor por el circuito y agradecerle los grandes momentos que nos ha deparado.

Ahora que tenemos el EPT de Deauville en pleno desarrollo, nos viene a la memoria aquella mano en el día 1A de la edición de 2013, y mejor aún, su encantadora explicación del farol.

O cómo consiguió unir su nombre para siempre a la exacta combinación de una J y un 6 de diferente palo unos meses después, en la EPT Grand Final. Qué tierna su imagen al intentar esconder su mano cuando las normas le obligaban al showdown. Bueno, quizá tierna no sea el adjetivo adecuado, pero a nosotros nos pareció adorable.

Diosa indiscutible, recuerda que, como dice Victoria Coren, la única diferencia es que ahora cuando se acercan los fotógrafos a la mesa no tienes que esconder el sandwich. Que te vaya muy bonito.