Opinión

París, Hawai, Texas

Fran Medina | 05/02/13
París, Hawai, Texas
Un tour de force por la legalización del poker, el destino de los grinders y qué nos depara el futuro.

La brillante película “Paris, Texas” (Wim Wenders, 1984), comienza con un plano que recorre un paisaje desértico propio de la frontera entre Estados Unidos y México, hasta encontrar a una malograda figura que camina por él, con la mirada perdida.

Armado sólo con una garrafa ya vacía de agua, Travis Henderson, interpretado de forma magistral por un Harry Dean Stanton que aún casi no lucía canas, comienza un viaje iniciático en busca de su identidad perdida entre banjos y armónicas que después inspiraron a grandes de la música como U2 o Kurt Cobain.

Esta mañana, mientras tomaba mi desayuno y hacía mi repaso diario a las noticias internacionales sobre el mundo del poker, he leído que los esfuerzos por lograr que se legalice el gambling en Texas se verán drásticamente reducidos en 2013.

Mientras pasaba página virtualmente poco sorprendido por lo que leía, me he detenido un instante a pensar y me he dicho: “¿Y esto por qué es noticia?”. Una segunda lectura más detenidamente me ha dado la respuesta. Y es que yo pensaba que se referían al juego online, y sin embargo, hablan de esfuerzos para lograr que se legalice el juego en forma de casinos.

Y es que, amigos, a día de hoy, no se puede jugar a Texas Hold’em en un casino de los controlados por las tribus indias en Texas. De hecho, no se puede jugar a Texas Hold’em por dinero en ningún sitio. ¡Pero si el juego se gestó allí! ¿Se imagina alguien que no se pudiera jugar al mus en Navarra o en el País Vasco? Sería de locos.

Y sin embargo, ahí se encuentra nuestro juego favorito, al igual que Travis Henderson en “París, Texas”, perdido en un desierto y sin identidad, a la espera de tiempos mejores en el Estado que le vio nacer y que hizo famoso al poker en la cultura popular.

El éxodo

Forma parte de la vida cotidiana del sur de Estados Unidos la preocupación por los inmigrantes mexicanos y cubanos intentando cruzar a toda costa la frontera estadounidense en busca del sueño americano: la libertad, la igualdad de posibilidades, el espejismo del triunfo al alcance de la mano.

Son cientos los jugadores norteamericanos que han cruzado la frontera hacia el destino contrario al habitual

Y sin embargo, al contrario que Travis, que vaga por el desierto de norte a sur en busca del primer pueblo estadounidense al otro lado de la frontera, son cientos de grinders yanquis los que han cruzado la verja hacia el otro lado, huyendo del que probablemente sea el mayor monstruo al que podían enfrentarse: el Black Friday.

Y no sólo son rostros desconocidos, que son de seguro miles, los que han cruzado la frontera hacia el sur, sino también algunas de las estrellas del poker internacional, como Shaun Deeb, que logró el triplete en las pasadas SCOOP desde México.

Qué bonito debe ser grindar desde Playa del Carmen, rodeado de fiesta, playa y todo tipo de actividades lúdicas al calor de un clima tropical cuyo único inconveniente, los frecuentes huracanes, coinciden temporalmente con la obligada peregrinación a Las Vegas durante los meses de verano para las World Series of Poker.

Y qué triste debe resultar para un profesional norteamericano, que ha vivido durante toda su vida de la que probablemente sea una de las culturas más patriotas del mundo, tener que abandonar su país para poder seguir haciendo su trabajo. Porque claro, no es lo mismo huir de un país hecho jirones como España que del redil del tío Sam.

Aloha, juego online

Poco tienen que envidiar las cálidas aguas de Playa del Carmen a las costas de Honolulu, uno de los paraísos vacacionales más deseados por los turistas.

Con algo menos de un millón y medio de habitantes, Hawai recibió en 2007 a casi ocho millones de turistas. Supongo que un buen número de estos turistas, de procedencia asiática, vería con buenos ojos que se legalizase el juego en las islas.

La falta de entendimiento federal provocará legalizaciones estatales con liquidez cerrada

Un esfuerzo estatal para legalizar el juego online en Hawaii no parece muy lejano, como consecuencia del efecto dominó que se está produciendo en Estados Unidos con los propios Estados tomando la iniciativa para legalizar cada corral por su cuenta, visto que las entidades federales no son capaces de ponerse de acuerdo.

Curiosamente, el informe que ha llegado a las cámaras representativas habla en su prefacio sobre decenas de miles de habitantes de Hawai que participan en actividades ilegales de gambling en Internet en un entorno no regulado que deja escapar millones de dólares anuales.

La recaudación de esta hipotética regulación del juego online en el Estado más pequeño del país sería destinada a las partidas de educación (primaria y universitaria) y protección ante la ludopatía, entre otras cosas.

Bien por Hawai, si es que logra sacar adelante esta iniciativa y recaudar algo. Y bien por esos educados hawaianos gracias al gambling que puedan preguntarse, dentro de unos años por qué no podía jugar a poker online con un colega de Los Ángeles.

Y una pena por aquellos habitantes de las islas que, una vez se convirtieron en grandes jugadores, tuvieron que huir de su hogar para poder dedicarse profesionalmente al poker por culpa de una minúscula liquidez.

Au revoir, enfants de la Patrie

La liquidez cerrada también produce éxodos. Leo esta mañana, en el completísimo informe que publica ARJEL sobre las actividades de juego -aquí lo tienes resumido por mi compañero Antonio Romero-, que el poker en Francia se está estabilizando tras tres años de vaivenes provocados, cómo no, por controvertidas decisiones políticas sobre la tributación y los problemas de legislar una materia que no se conoce a fondo.

Es un hecho que hay menos jugadores jóvenes, seguramente exiliados al convertirse en profesionales

Y sin embargo, lo que más me llama la atención es que el perfil de cliente más ganador y más susceptible a la publicidad en una sala de poker online, los jóvenes, pierde representatividad respecto a otros grupos de edad.

He aquí, de nuevo, el éxodo. Los jugadores regulares franceses que alcanzan el éxito en su actividad, acaban por marcharse a algún destino en el que poder jugar a poker con liquidez internacional y encontrar una oferta de producto que satisfaga sus necesidades.

Burocracia a la española

Da pena comparar los informes elaborados por ARJEL o AAMS (el órgano regulador italiano) al respecto de las evoluciones de su sector, con el informe que presentaba hace escasos días nuestra Dirección General de Ordenación del Juego y que también tuvimos la oportunidad de revisar en Poker-Red ayer.

El jugador español puede encontrar consuelo en que el tráfico que existe en las dos salas que copan cerca del 75% del mercado es aceptable, pero muy lejos de las pretensiones que pueda tener un jugador profesional. Cada vez son más los jugadores nacionales que deciden probar suerte allende nuestras fronteras, y los que quedamos aquí los observamos marchar con lástima.

Lástima de no poder buscar sólo por España cuando queremos saber cómo le ha ido a los nuestros en el EPT. Lástima de que muchos de los triunfos de jugadores españoles que se han ido, a veces no lleguen hasta nosotros y queden perdidos en el galimatías de nicks y países que es cualquier Lobby de torneos en una sala online.

La calidad de los informes de la DGOJ es muy deficiente comparándola con AAMS o ARJEL

Entre los que están perdidos y los que prefieren permanecer silenciosos por miedo a cualquier tipo de actuación estatal, el que más pierde es, muchas veces, el aficionado.

Poco podemos hacer, mientras caminamos, cual Travis Henderson, a través de este pasajero desierto hasta el regreso a la liquidez compartida, al menos, con nuestros vecinos italianos.

En fin, no me extiendo más. Supongo que necesitaba un pequeño desahogo de la nostalgia que me producen las ya lejanas noches de Sunday Million y otros torneos en los que triunfar podía cambiarte la vida, al menos un poco.

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