El presidente madrileño se estremece con la idea de que Eurovegas se vaya a otra parte

La ley antitabaco en la Comunidad de Madrid está siendo en los últimos meses un tema de rabiosa actualidad, sobretodo por el impacto que ésta puede tener en el futuro de Eurovegas para con nuestro país.

Las últimas noticias sobre este tema, las recogemos a través de la edición digital de El País, donde hoy leemos unas líneas en las que el presidente del ejecutivo madrileño, Ignacio González, muestra su preocupación por la posibilidad de que el proyecto de Sheldon Adelson se acabe yendo a otro lugar.

Mucho tiene que ver esta hipótesis con las trabas que siguen impidiendo derogación de la ley antitabaco en suelo madrileño. Son muchas las veces que González ha transmitido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la existencia de un plazo para la ley que impide fumar en suelo público a los madrileños, sea modificada en post de Eurovegas. Dicho plazo empieza a extinguirse, y en cambio Adelson no aprecia cambio alguno.

Si bien González asegura que "hay un compromiso del Gobierno" para cambiar la ley, no es menos verdad que para el Presidente de la Comunidad de Madrid la cuestión debería tener ya carácter de urgencia. La paciencia del magnate americano empieza a agotarse, y los rumores sobre otras posibles ubicaciones como pudiera ser la sede de los JJ.OO 2020, Tokio, encogen el corazón de Ignacio González. Desde luego, su nerviosismo, a tenor de sus últimas palabras declaradas sobre este asunto, así lo demuestran.

Todos tenemos que ser conscientes de que es el proyecto más importante de inversión de Europa. Hay que hacer todo lo posible para garantizarse que venga a Madrid.

El presidente del Gobierno es muy consciente de esta situación. Yo se lo he trasladado y he hablado de la importancia de este proyecto, pero si no se resuelve en un plazo razonable, y ese plazo está terminando, se irán.

Según las fuentes de El País, el Gobierno podría estar trabajando en una fórmula legal que habilite a las comunidades autónomas a establecer excepciones en la legislación, aunque todavía no hay nada claro sobre este asunto.

Veremos con qué presteza abordan este tema los políticos tanto madrileños como del Gobierno central. De no contentar a Adelson, lo único que se convertiría en humo, sería su dinero.