Raúl Páez, tercero en el WSOP #39

No pudo ser.  Raúl Páez "el Toro" ha caído eliminado en tercera posición del Evento #39 de las WSOP, 1.500$ Seven Card Stud H/L Eigh-or-Better, en el que tantos de nosotros pusimos nuestras esperanzas. ¡Una lástima!

Y la verdad es que muchos soñamos durante unos minutos que el brazalete no se podía escapar, pero el mundo del naipe tiene estas cosas: a veces te dan, y a veces te quitan. Hoy a Raúl le pasaron ambas cosas en un breve espacio de tiempo.

La jornada decisiva de este torneo, arrancaba con 17 jugadores, y el catalán ocupando la quinta posición. Las primeras eliminaciones no se hicieron esperar, pero cuando la mesa final ya se veía en el horizonte, la cosa se amarró un poco más. Fue ahí cuándo nuestro compatriota estuvo a punto de caer al precipicio.

Raúl hasta hoy, no sabía lo que era sentarse en una mesa final de las WSOP, y no se puede decir que fuera por no intentarlo. "El Toro" es uno de nuestros jugadores más insistentes en esta materia, por lo que alcanzar la mesa final, era algo que no se podía escapar, y en cambio, estuvo a punto de suceder.

A falta de 10 jugadores, Raúl perdía dos botes seguidos, y se quedaba con solo dos ciegas, es decir, al borde de la eliminación. Pero se las pudo ingeniar para sobrevivir, doblándose primero, y ganando un bote a tres bandas después, que le valió para volver a la zona tranquila de la clasificación. Minutos más tarde ya podía decir que estaba en su primera mesa final de las WSOP.

Una vez ahí, la acción fue transcurriendo de forma pausada, como suele suceder en este juego al que hoy Raúl ha conseguido que nos aficionemos, mientras poco a poco la criba de jugadores se iba haciendo cada vez más selecta.

Según la mesa quedaba más libre, el stack de Raúl crecía cada vez más. Tanto fue así que a falta de tres jugadores, no lo pudimos evitar, y empezamos a soñar con el catalán luciendo nueva pulsera de oro. No era para menos. Su stack doblaba el del segundo (Daniel Idema) y triplicaba el de su otro rival (Joseph Hertzog). Fue entonces cuando llegó un break que se le atragantó a Raúl como un trago de alfileres.

A la reanudación, cuando el rail desplazado al Rio preparaba ya los vítores y los cánticos, a Raúl se le cruzó el naipe, y le resultó imposible ganar siquiera un bote más. Perdió tres botes importantes, pasando de líder destacado, a destacado short-stack, no pudiendo evitar la eliminación.

Se tenía que conformar así con la tercera posición y un premio de 71.736$, seguramente el más amargo de su carrera, pues él lo que quería, era la gloria que aporta un brazalete de las WSOP. Así acabó la clasificación final.

En cualquier caso, nuestra más sincera enhorabuena para Raúl Páez, un todoterreno en el mundo del poker, que día a día demuestra por qué está dónde está. ¡Más suerte para la próxima ocasión!