Torneos

Rubén González, de polizón a capitán en el Poker en el Mar

Antonio Romero | 16/09/13
Rubén González, de polizón a capitán en el Poker en el Mar
Rubén González “Barryckelo” ganó su entrada para el crucero de Laroush Entertainment gracias a un satélite de Poker 770 y acabó ganando el torneo estrella del viaje, el II Poker en el Mar.

Aprovechando los últimos coletazos del verano en el Mediterráneo, la gente de Laroush Entertainment se llevó de crucero a todos aquellos que se apuntaros a la tercera edición de Poker en el Mar.

A bordo del barco, el equipo organizador consiguió satisfacer las ganas de poker de los visitantes gracias a la oferta de cash, máquinas de poker electrónico y torneos que ocuparon la sala 360º todos los días a partir de las 9 de la noche.

Camino de Túnez, empezó a jugarse el primero de los torneos grandes del viaje, un torneo para los croupieres llegados de toda Europa que participaban en el viaje, 111 de los cuales decidieron sacrificar el tiempo de ocio en las barras y la discoteca para tomar las cartas.

La parada africana fue la más corta, y de ahí el Poker en el Mar zarpó hacia Roma. Una larga jornada de turismo fue el aperitivo perfecto al torneo estrella, el II Poker en el Mar, al que se apuntaron 53 jugadores.

24 jugadores se clasificaron para el día 2, y antes de jugarse el paso a la mesa final, pudieron pasear por las calles de Pisa o Florencia. La cercanía de los seis puestos premiados ralentizaron el juego en la última mesa del torneo, y al final los nueve jugadores fueron invitados a seguir al día siguiente.

Génova fue la escogida para una última jornada cultural. De vuelta en el barco, esperaban las mesas finales de los torneos especiales. En la del II Poker en el Mar, Rubén González “Barryckelo” tenía la mitad de los puntos de la mesa, y mantuvo su posición de privilegio hasta entrar en premios, tras la eliminación de Fernando Chierichetti.

El campeón vigente, Nikolay Nikolaev, acabó quinto y la gallega María Martínez, cuarta. Enfrentado a dos jugadores extranjeros, Rubén aceptó discutir un pacto y consiguió que sus dos rivales renunciaran a parte de sus premios antes de cerrarlo. Lo poquito que quedó apartado y el ganador del trofeo se decidieron en un triple allin entre 88, TT y QQ. Rubén cubría al resto de la mesa y pinchó otro T en el flop.

Quedaba un día de viaje, dedicado a recuperarse de la fiesta de despedida y a empezar a desmontar todo el tinglado gracias al cual la gente de Laroush convirtió el crucero en una poker room.

Y así termina una de las crónicas de torneos que más nos ha alargado los dientes. Con suerte, el año que viene, la cuarta edición de Poker en el Mar tiene una plaza para ti en el pasaje...



 

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