Sorel Mizzi noquea a Brian Rast

A principios de este mes que está a punto de acabar, nos enterábamos vía Twitter que Sorel Mizzi y Brian Rast habían acordado subirse a un ring de boxeo con la intención de recaudar fondos en favor de REG Charity, la conocida ONG cuya imagen son Philipp Gruissem o Igor Kurganov entre otros.

El encargado de dar a conocer la noticia fue el propio Sorel Mizzi, algo que hizo a través del siguiente tuit.

It's OFFICIAL @tsarrast and I will be boxing on December 30th at 6pm @SyndicateMMA gym in LV Get tickets here: https://t.co/AelShm7ceg

— Sorel Mizzi (@sorelmizzi) diciembre 8, 2015

Como él mismo indicaba, la cita tuvo lugar anoche, 30 de diciembre, en el Syndicate MMA Gym de Las Vegas, una cita que congregó a caras conocidas de este sector como Phil Laak, Antonio Esfandiari, Dan Bilzerian, Ronnie Bardah o tantos otros jugadores y caras conocidas. Sin ir más lejos, el himno nacional estadonidense interpretado como previa al combate, fue cantado a capella por Melanie Weisner y Maria Ho.

La idea era que el número de asistentes fuera lo más elevado posible, no en vano la recaudación de las entradas iría a parar íntegramente a REG-Charity. Para que el espectáculo estuviera a la altura de las expectativas, ambos jugadores se prepararon a conciencia.

A la hora de la verdad, aunque las apuestas estaban cercanas al 50-50, lo cierto es que no hubo color. Sorel Mizzi pasó por encima de Brian Rast como una apisonadora, terminando el combate pactado a la distancia de 4 asaltos de 3 minutos, cuando se llevaban transcurridos 15 segundos del tercer asalto, momento en el que el árbitro decidió parar el combate.

Lo cierto es que si éste se hubiera regido por las normas estrictas de un combate cualquiera, no Rast no hubiera pasado del primer asalto, pues Sorel Mizzi le consiguió mandar a la lona en más de tres ocasiones, pero ambos decidieron eliminar la norma que da la victoria a aquel púgil capaz de tumbar al contrario tres veces en el mismo asalto.

Sea como fuere, Mizzi siguió castigando a Brian Rast, cuyas manos llegaban con poca fuerza y escasa puntería al rostro del canadiense, quien por el contrario sí castigó continuamente a Brian Rast a quien le costaba mantener el equilibrio. Llegados al tercer asalto, el juez principal paró el combate, siendo conscientes que la “remontada” de Rast era materialmente imposible.

Con el combate ya parado, ambos jugadores se fundieron en un abrazo mientras el público allí presente aplaudía a los protagonistas por la iniciativa y el esfuerzo demostrado. GG