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El streaming y los programas resumen de las WSOP, ¿son incompatibles?

Antonio Romero | 17/07/13
El streaming y los programas resumen de las WSOP, ¿son incompatibles?
La emoción vivida en España raileando a Mortensen en los últimos compases de la etapa veraniega del Main Event nos ha recordado el streaming en directo de 2011... Cómo lo hemos echado de menos.

Los seguidores habituales de nuestras retransmisiones en directo de torneos de poker conocen de sobra la pregunta estrella del chat: ¿dónde se puede ver el streaming?

La retransmisión en vivo, ya sea en directo sin ver las cartas o en falso directo viéndolas, es la forma preferida de los espectadores para seguir un torneo. Y no hay torneo que provoque más demanda que el Main Event de las World Series of Poker.

Las WSOP tardaron bastante en subirse al carro de los streamings en directo. Cuando lo hicieron optaron por un formato completamente neutro, sin cartas a la vista y con un par de cámaras, una cenital para ver el board y una general para la mesa, como mucho dos, para hacer contraplanos.

Aún así la gente celebró la posibilidad de ver unas cuántas mesas finales seleccionadas entre todo el programa y el número de retransmisiones y su calidad de producción ha ido creciendo hasta llegar al nivel de este año, en el que hemos podido seguir docenas de finales con cartas a la vista, múltiples cámaras y comentarios de invitados especiales de relumbrón.

Por contra, el seguimiento que realiza la cadena ESPN, poseedora de los derechos para televisión, cada vez disminuye cada vez más su foco de atención. De dedicar un programa a cada una de las mesas finales que consideraban más interesantes y una tanda de especiales al Main Event, como hacían a mediados de la última década, han pasado a centrarse cada vez más en este último.

Este año ni siquiera incluyen los días 1 y 2 del torneo más importante en su parrilla, rellenando la oferta con eventos tan ajenos al festival de Las Vegas como el Main Event de las WSOP APAC y el National Championship que se jugó en Nueva Orleans.

Estas dos tendencias chocaron en 2011, en el que las WSOP y la ESPN decidieron hacer un experimento y ampliaron el streaming en vivo al Main Event, con un despliegue similar al de los programas editados para televisión y los comentarios de jugadores como Antonio Esfandiari u Olivier Busquet, que estuvieron soberbios.

Los aficionados más entregados disfrutaron cada minuto, y pudimos vivir juntos día a día el Main Event más cercano de la historia, una experiencia única que el EPT ha incorporado en los últimos torneos de su novena temporada.

En 2012, las WSOP y la ESPN se echaron atrás y no se repitió el streaming del Main Event. Este año, la presencia de jugadores como Carlos Mortensen, David Benefield o J.C. Tran en los últimos compases del torneo ha elevado el interés de las últimas jornadas veraniegas del Main Event. Quizá por eso se ha echado tanto de menos este año. Y nosotros no hemos sido los únicos.

Es un error ridículo no tener streaming al menos hoy (día 7) Es un sufrimiento increíble.

Pregunta: emiten en directo el Main Event y si no, ¿POR QUÉ?

Quizá el mejor resumen de la sensación que le quedó a los aficionados se resume en este tuit

Seguir el Main Event es como seguir la NHL en 1989. Leer sobre ello al día siguiente es prácticamente tu única opción.

Por desgracia, ellos no tienen la posibilidad de disfrutar el seguimiento global de Poker-Red, que aún así ya sabemos que se complementaría perfectamente con un streaming en directo.

Le dieron a la gente una prueba de cómo se podía disfrutar un evento con los avances alcanzados en 2011 y luego les devolvieron a la época del UHF, cuando los goles se veían enlatados el lunes en “Estudio Estadio”.

La explicación más o menos oficial es que el streaming en directo dañó los índices de audiencia de los programas veraniegos con los que la ESPN prepara la mesa final de noviembre.

Pero, ¿Es realmente la misma audiencia la que consume uno y otro producto?

Todo el formato November Nine tiene como fin combatir el anonimato que rodea a la mayoría de los jugadores que alcanzan la mesa final de un torneo que juegan 6.400 jugadores.

“Una mesa final compuesta por nueve estrellas, no por una o dos”, “que la gente hable de quién va a ganar el Main Event y no de quién lo ha ganado"... los eslganés utilizados por los representantes de las WSOP se quedaron obsoletos de inicio, cuando fracasaron en la ardua labor de convertir en estrellas a todos y cada uno de los November Nine. Ese fracaso se ha hecho mucho más evidente tras el Black Friday, con el bajón de la inversión en publicidad que ha vivido la industria.

Los programas editados abundan en entrevistas y videos anecdóticos que intentan dotar de personalidad a los que serán protagonistas de los últimos capítulos, crear personajes a los que los espectadores puedan admirar o aborrecer, culminando con el drama de la burbuja pocos días antes de la emisión en directo de la mesa final.

Pero los espectadores fanáticos del poker ya saben qué ha pasado, quién ha quedado eliminado, cómo y cuándo, y quién jugará en noviembre. 

Entendemos que los dos formatos se complementan. Yo puedo estar interesado tanto en los comentarios sobre la dinámica de la mesa en el streaming del día 3 como en ver a Phil Hellmuth vestido de cocinero sirviendo burritos en la Poker Kitchen en el episodio de la segunda semana de agosto.

Entonces, ¿por qué negarle el espectáculo que anhelan a los espectadores dispuestos a consumir diez horas diarias de transmisión y que ya tienen su propia idea sobre los jugadores o que van a ir a buscar en la prensa especializada sus propios héroes y villanos?

Queremos el streaming de vuelta. A poder ser con el equipo de comentaristas de hace dos años. Primer aviso.

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