Tributar en tiempos revueltos

El pasado 2 de julio asistí en Madrid a una reunión con Enrique Alejo, máximo responsable de la Dirección General de Ordenación del Juego. Sobre la mesa, la cuestión fundamental de la tributación de los jugadores online que, en el nuevo escenario de mercado regulado y con la lectura estricta de la ley del IRPF, imposibilitaría de facto la práctica del poker.

Durante muchos meses, y especialmente con la puesta en marcha de la regulación, en Poker-Red hemos informado puntualmente del estado de la cuestión. Nuestras sensaciones eran que el sentido común tendría que imperar en este asunto y, finalmente, la base imponible de cara a la tributación del jugador serían las ganancias descontando las pérdidas. Pero esto, hasta que no estuviera negro sobre blanco, solo eran sensaciones.

Alejo ya anticipaba esta idea en aquella reunión informal y nos dibujaba un horizonte temporal para la resolución del asunto.

Cuestionado sobre cuánto tiempo más deben esperar los jugadores para que esta cuestión se aclare, Alejo explicó que entendería que los usuarios se preocupasen si la misma no estaba resuelta en un plazo de tres meses.

Días después, le entrevistaba para Poker-Red y estos eran sus comentarios al respecto.

A mí me cuesta trabajo pensar que la tributación finalmente sea por algo distinto de la capacidad real de pago. El hecho impositivo es, finalmente, las ganancias netas que uno a obtenido como resultado de una actividad; como en cualquier otra actividad. […] probablemente, esa será la solución final. ¿Cuándo la veremos? Pues no puedo anticiparlo ya le digo. […] Es algo que me excede y sería irresponsable por mi parte comprometer algunas fechas. Yo les pediría una cierta paciencia. Todo apunta a que finalmente la solución circulará por una vía de razón en la que estamos de acuerdo yo diría que todo el mundo.

A siete días para que se cumpla el plazo de las preocupaciones, la noticia que todo el mundo esperaba ha visto la luz: el jugador online tributará en base al saldo neto resultante de descontar las pérdidas de las ganancias con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2012.

Parece ahora bastante evidente que la necesidad de una modificación del texto de la ley del IRPF para incluir este nuevo concepto hacía que la elaboración de los presupuestos generales del estado para 2013, con toda la batería normativa que los acompaña, fuera el momento idóneo para introducir esos cambios necesarios en la ley. La Dirección General de Tributos estaba trabajando en ello y Alejo sabía que la fecha de la presentación de los presupuestos que se produjo ayer sería, probablemente, el momento en el que la incógnita se despejaría.

En las distintas conversaciones que hemos mantenido con Alejo también le trasladamos la cuestión del modelo fiscal que utilizan la mayoría de los países de nuestro entorno en el que las ganancias del juego online regulado estaban exentas de impuestos para el jugador. Sin embargo, a este respecto se nos trasmitía que la extraordinariamente delicada situación financiera del país hacía inviable plantear exenciones fiscales sobre cualquier materia; una idea que se materializaba ayer con el anuncio de que los premios superiores a 2.500€ en Loterías y Apuestas del Estado, ONCE y sorteos de la Cruz Roja -que hasta ahora no tributaban- estarán sujetos a un gravamen del 20%.

Evidentemente, la situación idónea, e incluso quizá justa para el jugador, sería que las ganancias del juego no tuvieran que tributarse ya que al utilizar los servicios del operador, y generar un ingreso para el mismo, ya se está pagando un impuesto al Estado. A día de hoy, con la Hacienda Pública consagrada a la reducción del déficit fiscal, esta idea -justa o no justa- es simplemente una quimera. Las cantidades que el Estado obtendrá de los jugadores online por este concepto serán absurdamente ridículas pero esta es más una cuestión de filosofía fiscal que de voluntad recaudatoria.

Queda por ver cuál será presión que la inspección de Hacienda realice sobre este concepto. Si bien el número de jugadores online ganadores es realmente bajo y la cantidad de grandes ganadores es mucho más baja aún -una cifra tan desconocida como a buen seguro ridícula-, lo cierto es que tras las subidas de IVA, de IRPF y los recortes generales, al Estado ya no le quedan muchas más balas que la lucha contra el fraude fiscal en su cruzada contra el déficit; al menos las balas que están dispuestos a utilizar. Sin embargo, si juegas a poker y has ganado unos eurillos a final de año, tampoco deberías preocuparte en exceso.

La inclemente espada de Damocles que muchos jugadores sentían sobre sus cabezas se ha convertido en una mucho menos amenazante mosca cojonera que atiende al nombre de fisco. Al menos, a día de hoy, las reglas del juego ya están claras. Usted decide.