Salsa

Vanessa Selbst hace saltar el salsómetro después de que Mercier ganase el brazalete

Alex Hernando | 16/06/16
Vanessa Selbst hace saltar el salsómetro después de que Mercier ganase el brazalete
La jugadora americana, viendo que puede perder 1.800.000$ este verano, ha incendiado Twitter alegando que cuando hizo la apuesta llevaba alguna copa de más. Mercier, ni caso.

Imaginamos que a estas alturas de la película, la mayoría de los que habitualmente pasáis por nuestras publicaciones, ya sabréis que antes de que comenzaran las WSOP, Vanessa Selbst y Jason Mercier cruzaron una apuesta en la que Mercier aseguraba que sería capaz de ganar 3 brazaletes en la presente edición de las WSOP, mientras Vanessa afirmaba que eso no sería posible.

La apuesta quedó cerrada con odds de 180:1. Mercier ponía sobre la mesa 10.000$ mientras Vanessa podía perder 1.800.000$ si se consumaba la tragedia. 

Esta apuesta tenía un trasfondo muy similar al que la propia Vanessa y Dzmitry Urbanovich habían cerrado días antes, en aquel caso con odds de 200:1, sin embargo ésta quedó cancelada al ambos jugadores asegurar que habían tomado alguna copa de más en el momento de cerrarla, no así en el caso de Jason Mercier.

El americano estaba muy cuerdo en el momento de cerrar la apuesta, no así Vanessa que tras ganar Jason Mercier su cuarto brazalete de las WSOP, y el primero en la cuenta de esta apuesta, empezó a verle las orejas al lobo, y comenzó a afirmar vía redes sociales, que el momento de cruzar aquella “estúpida apuesta” estaba “completamente borracha y fuera de sus facultades”. 

Vanessa intentó que Jason le dejara salir de la apuesta, incluso poniendo 100.000$ sobre la mesa como compensación, pero Mercier declinó asegurando que en ese momento, máxime llegando al día 3 del $10.000 Seven Card Razz como líder, sus odds eran mayores.

Esta situación ha hecho que la “salsa” se disparara por las nubes, al tiempo que Vanessa Selbst y Jason Mercier cruzaban tuits, aunque en la mayoría de ellos no se los dirigieran mutuamente. La cruzada de Vanessa era por contar los hechos a la comunidad, mientras Mercier se esforzaba por hacer ver a todo el mundo, que sería de locos permitir que esa apuesta quedara cerrada antes de lo debido.

Pienso escribir una entrada en mi blog explicando esto, pero por ahora dejaré algunos comentarios por aquí, ya que escribir en 140 caracteres es algo complicado.

Día 1: me emborracho con Dzmitry y cruzamos una estúpida apuesta.

Día 2: me arrepiento por dicha apuesta.

Día 3: me vuelvo a emborrachar y decido que la mejor forma de aliviar mi ansiedad por haber realizado la primera apuesta, es cerrar una segunda, alegando que es casi imposible que múltiples jugadores ganen la misma. Sé que no es el mejor razonamiento lógico, de lo cual me doy cuenta a posteriori.

Día 4: explico la situación a Jason e intento cancelar la apuesta pagándole $1k. Zanjamos la conversación bastante rápido, pues Jason no parece interesado. 

Hoy: le explico a Jason mi disgusto por no permitirme salir de la apuesta. Le ofrezco una suma más generosa ($100k) y declina. 

No estoy diciendo que Jason sea el demonio; solo digo que esperaba que fuera algo más compasivo tras explicarle la situación en su conjunto. No lo fue, y eso es lo que me sabe mal, que lleve de esta forma esta situación.  Mucha gente puede afirmar que rechacé darles acción a 180:1 en los meses siguientes, sabiendo que Jason es mucho mejor jugador que todos ellos. Eso debería servir de prueba.

Decidí no publicitar esta apuesta, pues no me sentía orgullosa de ella y no quería ni pensar en ella. La que crucé con Dzmitry la hicimos delante de los medios, por lo que se convirtió en pública instantaneamente. La de Jason él mismo se encargó de mencionarla poco antes de empezar las WSOP, no yo […].

A todo esto, Jason Mercier contestó -sin dirigirse directamente a Vanessa- con cierto tono de ironía, acostumbrado a lo que son las apuestas cruzadas a todos los niveles.

Tal vez ahora debería devolver toda la pasta que gané tras el combate entre JC Alvarado y Olivier Busquet. Seguramente toda la gente con la que aposté, estaban en esos momentos borrachos o no sabían que eran una mala apuesta.

La salsa está servida, y más lo estará si Mercier consigue ganar hoy su segundo brazalete del verano. Ahí sí que veremos a Vanessa temblar ante la posibilidad de que gane un tercero. 

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