Negocios

Los VIPS ya no alimentan el crecimiento de Macao

Antonio Romero | 05/11/14
Los VIPS ya no alimentan el crecimiento de Macao
Las presiones de Pekín sobre el modelo de negocio de los "junket operators" ocasiona llamativas bajadas en el que parecía el paraíso del sector del juego.

En los últimos años, los resultados financieros de los casinos establecidos en Macao han provocado la envidia y el asombro del sector, con porcentajes de crecimiento que parecían insostenibles pero que se han venido repitiendo durante varios ejercicios consecutivos.

El grueso de los boyantes ingresos de los centros de juego de la colonia ex-portuguesa, que les han permitido alcanzar el quíntuple del volumen de negocio que Las Vegas, lo han venido proporcionando los clientes VIP, en una proporción que Reuters llega a estimar en un 70%.

Estos acaudalados jugadores son atraidos por los conocidos como "junket operators", una mezcla no demasiado sutil entre los relaciones públicas de Las Vegas y los prestamistas de toda la vida, solo que agrupados en empresas legales y vitales para el funcionamiento del sector del juego en Macao.

Los "junket operators" más potentes tienen mesas privadas en la práctica totalidad de los casinos de Macao, sobre las que elaboran una experiencia de juego única y a la carta para sus clientes.

Los operadores consiguen los clientes con ofertas de alojamiento gratis, pensión completa y otras ventajas similares, conciertan con los casinos un flujo mensual de dinero y estos, a su vez, proveen sus mejores salas y crupieres en exclusividad y una comisión por los servicios prestados.

La otra parte del negocio la llevan subagentes de los operadores que trabajan fiando dinero a los jugadores, personas que normalmente contactan en la China continental y de las que conocen al dedillo su historial crediticio y que recomiendan a sus empleadores. Recolectan las deudas cada 15 días, para evitar quedar cortos de caja, y así poder cubrir nuevos créditos para mantener la rueda en movimiento.

Esta es la parte del negocio que en varias ocasiones se ha vinculado a las triadas, la mafia china, sospecha puesta por escrito en informes como el que el FBI presentó sobre Paul Phua tras su arresto en las Vegas. Phua es uno de los "junket operators" más conocido de Macao.

Ahora, el gobierno chino lleva dos años poniendo un marcha un plan radical contra la corrupción generalizada que está afectando desde dos ángulos convergentes a la industria del juego en Macao.

Por una parte, un porcentaje nada desdeñable de los VIPS que acudían a Macao desde China eran mandos intermedios o superiores de la Administración, enriquecidos ilícitamente. Por otra, el gobierno chino está presionando a los "junket operators" como la fuente de información más valiosa sobre el tráfico de personas sospechosas en aquella parte del país. Así, el negocio no marcha.

No puedo dormir de noche. Hay demasiados problemas. No soy optimista sobre el futuro de los junket operators en Macao.

Pekín no lo controla directamente, pero está metiendo presión a las autoridades locales. Hay más recogida de información y cada vez es más difícil convencer incluso a los oficiales de menor nivel para venir a jugar a Macao.

El resultado de este plan de saneamiento es que se ha producido un acusado descenso de las visitas de VIPS a Macao, que algunos operadores hayan decidido derivar sus mejores clientes a Vietnam o Filipinas y que otros directamente tengan que cerrar, como ha sucedido ya al 10% del alrededor de 200 "junket operators" legalizados en Macao.

En cifras, sacadas de Barron's Asia, Macao ha perdido un 23% de sus ingresos interanuales a mes de octubre. Morgan Stanley avisa de que la caída libre no se detendrá hasta que pase el primer trimestre de 2015, pues en el de 2014 los casinos obtuvieron resultados espectaculares. Y como no, los inversores de las bolsas japonesas y estadounidenses han empezado a huir de los valores de la industria del juego.

La esperanza para los casinos es que en ningún momento han dejado de ser la gallina de los huevos de oro para Macao, que recibe de ellos el 80% del dinero generado por la economía de la ciudad.

Como puntualiza el financiero y ex-comandante de la policía de Hong-Kong Steve Vickers:

Solo están tratando de poner un collar en los junkets, no eliminarlos. Los operadores quieren tener la posibilidad de manejar palancas financieras, así que necesitan ser aceptables y estar bajo supervisión.

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