Los amuletos del póquer

Leo en Poker Player Newspaper una nota de Barbara Connors sobre costumbres supersticiosas en el póquer.

El artículo se centra en la cantidad de amuletos que suelen llevar a los torneos los jugadores de póquer; además, supongo que muchos jugadores también echan mano de sus 'amuletos de la suerte' antes de cada sesión. El asunto me llama la atención, porque, al igual que la autora, creo que en ciertos casos estas cosas no son tan estúpidas como puede parecer a primera vista -al menos para alguien que, como yo, no es supersticioso-.

Vale, es verdad que tu cubo de Rubik de la suerte no va a hacer que te toquen mejores cartas (bueno, puede que algunos useís peluches, manías que tiene uno). Pero está claro que, salvo que uno sea un Buda, el póquer no es un juego ni de personas, ni de rangos, ni de cartas: el póquer es un juego de tilt. Y, si cuando estás jugando no tienes cerca eso que te ayuda a mantener los nervios, uno se pone negro (por usar una expresión que Vuchuu puede usar 35 veces en un día) con mucha más rapidez.

Además, independientemente del tilt más agresivo, en el que nos enfurecemos y perdemos toda noción del dinero, hay otro tipo de tilt que también puede ser muy dañino, que Boltrok en algún momento denominó tilt prosaico. Es cuando jugamos mal por estar faltos de motivación, cansados, desconcentrados, incómodos, o todo eso a la vez. Si estamos acostumbrados a llevar algo así a los torneos en vivo, es posible que jugar sin nuestro amuleto nos ponga en una posición psicológica poco adecuada para el póquer (especialmente si de hecho creemos que nos ayuda a tener suerte), dado que la falta de confianza y la creencia de que la suerte está contra nosotros es muy mala compañera del juego agresivo.

Así que, aunque realmente no nos den ninguna ayuda extra, si somos muy nerviosos, puede que este tipo de cosas nos ayudan a evitar que los pensamientos negativos nos invadan y acabemos tirando el torneo en un ataque de tilt. Supongo que a gente a la que no le pase esto le puede parecer una tontería, pero realmente hay gente que se pone muy nervioso por 'tonterías' como estas. Así que si siempre has tenido la tentación irresistible de llevarte ese peluche de cerdo mutante a los torneos de póquer... ¡No te lo olvides nunca!