La corteza prefrontal: una visión científica del ‘sentidiño’ por Vietcong01

Jairo Moreno | 02/06/11
Juan Maceiras Barros profundiza en su tesis neurológica sobre la estrategia en el poker de torneos con este artículo.

Ayer publicábamos la recopilación de posts en Twitter de Juan Maceiras Barros ‘Vietcong01’ hablando sobre el ‘sentidiño’ y su explicación neurológica.

Juan contactó con nosotros para comentarnos que su afán, más allá de generar ninguna polémica, era intentar explicar cómo entendía él ese proceso de toma de decisiones en los torneos de poker. Sus planteamientos, nos comentaba, tenían que ver con los estudios que en su día realizó en Estados Unidos sobre neurología y que, desde hace unos años, se han desarrollado fruto del trabajo de diversos científicos en la materia.

Con objeto de profundizar un poco más allá de lo que permiten los 140 caracteres de Twitter, Maceiras ha escrito un artículo que se publicó ayer en el blog de May Maceiras, y que ahora pasamos a reproducir con el permiso del autor. 

¡Con todos ustedes... la corteza prefrontal!: una visión científica del ‘sentidiño’ 

por Juan Maceiras Barros ‘Vietcong01’

Desde hace unos años, la Neurociencia, ha demostrado el enorme poder del antiguamente llamado inconsciente.

John Dylan Haynes en una entrevista para Redes (E. Punset), describe un conocido experimento controlado con scanner cerebral, se solicitaba a unas personas que tomaran unas sencillas decisiones. Debían decidir si pulsaban un botón a la derecha o a la izquierda y tras registrar su actividad cerebral, se podía predecir la decisión que éstos iban a tomar siete segundos antes de que lo hicieran, no antes de que pulsasen el botón, sino antes de que tomaran la decisión.

    

Haynes define en esa entrevista las decisiones como el resultado de dos procesos; el primero es algo que ocurre en el cerebro y que lleva a elegir entre una cosa u otra y el segundo proceso es el conocimiento consciente de la decisión tomada. Dicho de otra forma, en el cerebro sucede algo que prepara la decisión y conduce a la mente a tomar una decisión consciente.

Haynes afirma en el transcurso de la entrevista, que a la luz de los conocimientos actuales, se puede demostrar que el papel de la consciencia en el procesamiento cerebral se ha sobrevalorado. Afirma que como resultado de una tradición filosófica, creíamos que siempre pensamos de forma racional, resultado de un análisis consciente previo.

Desde Platón y Descartes hasta la actualidad, se dividía el pensamiento en dos partes, uno motivado por la razón y otro por las pasiones inconscientes. Hoy la neurociencia, ha demostrado que existen muchísimas cosas que ocurren en nuestro cerebro y que no experimentamos conscientemente y que Haynes define como un gran procesamiento en segundo plano. Es decir, el cerebro procesa multitud de datos de forma inconsciente y al final, en la toma de decisión por parte del sujeto, interviene el cerebro consciente.

¿Qué ocurre entonces en el cerebro cuando se toma una decisión correcta?

Desde hace escasamente tres años, se sabe que la interactuacción entre el Hipocampo (una zona relacionada con la memoria) y la Corteza Prefrontal es clave para la toma de decisiones complejas. Kumaran afirma que el hipocampo se encarga de crear y almacenar conceptos básicos que después pasan a la corteza prefrontal, de donde se extraen y utilizan de forma inconsciente cuando la ocasión lo requiere.

La zona ventromedial de la corteza prefrontal (VMPFC) está situada en la parte ventral del lóbulo prefrontal (parte de las áreas 10, 11, 12 y 47 de Broadmann. Su importancia funcional es evidente si consideramos la variedad y complejidad de sus conexiones con otras áreas cerebrales.

En particular, es la única área prefrontal que posee densas conexiones recíprocas con la amígdala (Barbas, 2000), una estructura relacionada de forma consistente con el aprendizaje emocional, la modulación emocional de la memoria y el reconocimiento de expresiones emocionales

(Phelps y LeDoux, 2005).

          

La Corteza Órbito frontal, es la parte del cerebro que integra las reacciones viscerales en el proceso de toma de decisiones. Cuando un individuo, tiene diversas opciones para elegir, la mente intenta decirle cual es la mejor opción, ya ha evaluado las distintas alternativas fuera del pensamiento consciente y ha transformado éste análisis en una emoción, en una sensación positiva. Cuando la corteza órbito frontal no es capaz de comprender las propias emociones ocurre una imposibilidad para tomar decisiones. En los casos en los que una lesión que ocupe espacio (tumor o hemorragia) y provoca lesiones en la corteza órbito frontal, el paciente es incapaz de tomar decisiones; podría tardar días en decidir si escoge entre un lunes o martes para una reunión de agenda.

Esta parte del cerebro, la COF, es una de las pocas regiones que son más grandes y desarrolladas en los humanos que en los grandes simios, y contrariamente a lo que la tradición cartesiana del predominio de la razón sobre las pasiones afirmaba, ocurre al revés, es decir logra que las emociones, las sensaciones, predominen sobre la razón consciente.

Cualquier profesional que desarrolle su actividad, aprende con los años a confiar en sus “instintos”, aunque casi nunca podría explicarlos. Un marchante de arte experto sabe que un artista novel podría triunfar y lo hace casi siempre confiando en eso que él denomina instinto.

Este proceso depende del cerebro emocional y representa que un sentimiento es un complejo proceso de datos que es representado en el cerebro consciente como una reacción visceral. Sin las emociones, la razón, no tiene utilidad alguna.

¿Cómo consiguen las emociones provocar percepciones conscientes? ¿Cómo se regulan nuestras sensaciones? ¿Existe alguna sustancia que nos ayuda a optar entre varias sensaciones?

La Dopamina es una molécula que sirve a las neuronas para comunicarse entre si.  Sabemos hoy que el proceso inicial de toma de decisiones está influenciado por las variaciones del nivel de dopamina, es la molécula que ayuda a decidirnos entre varias opciones, regulando todas nuestras emociones.

Los patrones de información que generan una experiencia no consciente está generado por las neuronas dopaminérgicas. Funciona con la experiencia inconsciente en el sentido de “ si aparece tal cosa, entonces sucede tal otra”.

                  

La Corteza Cingulada Anterior (ACC) es una pequeña zona abundante en neuronas dopaminérgicas que puede amplificar el impacto de predicciones erróneas, aprende de experiencias presentes y pasadas, es el área que aprende de los errores y ayuda a tomar decisiones correctas.

La ACC también tiene unas neuronas especiales, las fusiformes, que son las capaces de transmitir emociones por todo el cerebro y funcionan de la siguiente manera: cuando la ACC recibe información de las neuronas dopaminérgicas, las fusiformes la transmiten a todo el cerebro a una velocidad inimaginable, y lo “llenan” de esa sensación. Así pues, las emociones son más que “razonables”, proceden de predicciones de células cerebrales que están continuamente autoajustándose. Nuestras emociones surgen de la experiencia vivida y aprendida inconscientemente. Las neuronas dopaminérgicas calculan automáticamente las diferencias entre expectativas y resultados. Con sus errores mejoran, y a la larga provocan que sucesivos fracasos fuercen el éxito.

Según Bechara, las neuronas dopaminérgicas detectan de forma automática patrones invisibles, no conscientes y asimilan datos que no podemos comprender de forma racional.

Si admitimos que las emociones pueden ser erróneas, debemos aprender a adiestrarlas, así pues, podríamos concluir que la intuición correcta es el resultado de una práctica, de un entrenamiento. La capacidad para aprender de los errores es la mayor fuente de conocimiento.

¿Cómo podemos regular nuestras emociones? ¿Cómo podemos racionalizar las mismas?

La corteza prefrontal dorsolateral es el centro racional del cerebro. Es la encargada de la percepción de los estados emocionales. Es la parte del cerebro que nos permite meditar y pensar en nuestras sensaciones, es la encargada de aplicar las mismas de forma consciente en la toma de decisiones complejas, es el que va a controlar de forma inteligente las sensaciones y decide a cuál o cuáles debemos hacer caso. Es la capacidad para autoexaminarse y tomar el control en la toma de decisiones. Esta parte de la corteza está interconectada con todo el cerebro, recibe información de todas partes y la envía a todas partes. Es el “boss”, el que da las órdenes y procesa todos los datos que le llegan por muy especializados que sean.

El poker Texas Holdem (MTT). Su toma de decisiones. Influencia del cerebro emocional y el aprendizaje inconsciente

Esta modalidad del poker es uno de los juegos en donde más información tanto racional (análisis estadístico, cálculo de probabilidades, etc.) como emocional (tells no perceptibles, sensaciones no explicadas, intuición no racionalizada) influye en el resultado final. En el éxito.

La complejidad de algunas decisiones dificulta e impide la simplificación, protocolización o estandarización de las mismas. Los jugadores de poker, solemos decir que una mano admite infinitas maneras de jugarse y que en algunas situaciones, jugarla de una forma conduce al éxito y en otras idénticas situaciones, jugarla así conduce al fracaso. Es lógico admitir que si jugamos un número increíblemente largo de manos a lo largo de varios años en la modalidad de cash, debemos utilizar un esquema racional de toma de decisiones, basado en cálculos matemáticos y estadísticos. Eso nos asegurará minimizar el azar y obtener a la larga resultados positivos.

Pero los MTT son diferentes, la estructura de ciegas y la certeza de que un solo error en una decisión, uno sólo, puede conducir al fracaso, los hace diferentes, y es ahí donde es necesario poner en marcha todos los mecanismos complejos que influyen en la toma de decisiones. En los MTT las matemáticas no garantizan el éxito. No existen formulaciones teóricas aplicadas sobre conceptos estadísticos que valgan, el juego es demasiado imprevisible para preverlo de antemano.

Aquí es útil reflexionar sobre sensaciones, sobre intuiciones y dejar que influyan en nuestra toma de decisiones. Es útil reflexionar sobre errores pasados y eliminar de nuestro pensamiento sensaciones erróneas. Debemos en muchas ocasiones dejar escoger a nuestras emociones, para lo cual, es necesario entrenarlas, pensar en ellas y analizarlas racionalmente.

 

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