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Logrando que nos paguen un monstruo, escribe Roland de Wolfe

Anónimo | 17/12/07

Una de las situaciones más rentables del póquer es aquella donde hemos flopeado un monstruo, y alguien más apuesta hacia nosotros. Es una sensación increíble, pero, desgraciadamente, ocurre en muy pocas oportunidades.

En realidad, hacer dinero cuando has logrado una gran mano en el flop es una de las cosas más difíciles de conseguir en cualquier juego. Se necesita una combinación de factores para que tus rivales apuesten hacia tí, o incluso para que vean tu apuesta. Pero sólo porque sea difícil no significa que no se pueda hacer. Mantén los siguientes consejos en mente la próxima vez que flopees las nuts, y podrás ser capaz de incrementar sustancialmente tu stack.

Presta atención a la textura de la mesa. Algunas veces flopeas un monstruo y no puedes conseguir que te paguen sin importar lo que hagas. La mayoría de las veces eso ocurre en una mesa realmente aterradora, como A-A-K multicolor. Hay muy pocas manos con las que tu oponente consideraría poner más fichas en el bote.

Ahora, cambiemos un poco las cosas y digamos que has flopeado un full house en una mesa ^ah ^kh ^ad. Con un potencial proyecto de color dando vueltas, tienes dos cosas a tu favor: tu rival puede pensar que estás en un proyecto de color, o quizá él mismo lo esté. De cualquier manera, tienes muchas más chances de conseguir acción si apuestas en esta mesa, que si lo haces en el flop multicolor.

El hecho es que, probablemente, tu rival no pondrá nada en el pozo a menos que haya conectado con la mesa de alguna forma. Algunas veces esto implica hacer checks con tu monstruo hasta el river, con la esperanza de que tu oponente consiga algo que lo haga pensar que su mano es buena.

Acomoda el tamaño de tu apuesta al rival. Este es un concepto un tanto trabajoso de dominar, pero que está basado en un principio muy simple: conoce a tu oponente. La estrategia que has de emplear con un jugador tight seguramente será diferente a aquella que destinarás a un jugador agresivo; y saber a quién estás enfrentado hará la decisión mucho más sencilla a la hora de descubrir cómo exprimir esa apuesta adicional.

Por ejemplo, si he flopeado una gran mano frente a un jugador tight, podría intentar hacer una overbet con la intención de que mi rival piense que estoy robando el bote con una mano débil. Cabe esperar que él lea mi juego en la dirección que deseo, y vea o resuba mi apuesta para sacarme de la mano. Por el contrario, puedo hacer una apuesta muy débil frente a un jugador agresivo, esperando que contraataque e intente robarse el bote. En cualquier caso, trato de jugar con la imagen que mi rival tiene de mí, y lograr que comprometa fichas que de otra forma no pondría en el pozo.

La imagen lo es todo. En esa misma línea, otra clave para obtener acción es hacer que tus oponentes pienses que tú estás dándola, incluso cuando no sea así. Habla con los otros jugadores de la mesa. Hazlos tus amigos, y entabla conversación con ellos.

Desarrollando una personalidad participativa en la mesa, tus rivales tendrán la impresión de que estás jugando más botes de los que en realidad juegas, lo que puede ayudarte a la hora de convencerlos de que te paguen cuando consigues un monstruo. Si la gente cree que eres loose, cuando en realidad estás jugando tight, es mucho más probable que decidan perseguir sus proyectos, o vean tus apuestas con manos débiles, que si actúas como una roca.

Por supuesto, no hay una forma segura de garantizar que te pagarán cuando flopeas una gran mano. Al igual que con las mayorías de las cosas de la vida, se trata de estar en el lugar correcto, en el momento indicado. Pero si calibras correctamente la mesa, y las variables a tu favor, tu monstruo podría no ahuyentar la acción, después de todo.

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