Psicología

No leas este consejo, escribe Phil Ivey

Anónimo | 21/01/08

Cuando se trata de dar consejos en póquer, mi actitud es muy simple: búscalo, asimílalo, pero mientras estés en la mesa, olvídalo.

Yo creo firmemente en aprender el juego jugándolo. No estoy diciendo que no haya recursos grandiosos para ayudar a los jugadores a mejorar sus tácticas; o que los libros y tutoriales de póquer no tengan su lugar en el tema. Lo tienen. Pero observo un problema en las personas que dependen de este tipo de ayuda, y es que terminan jugando como alguien más. Quizá peor, como todos los demás.

Una de las cosas que hace del póquer un juego espectacular es que no hay una manera correcta o incorrecta de jugarlo. Cada jugador tiene su forma particular de enfocar el juego y la clave, en mi opinión, es tomar las cosas que aprendes de otros jugadores e incorporarlas a un estilo de juego que funcione para tí.

Hay jugadores que tienen un enfoque extremadamente matemático del juego, y para ellos funciona. Estudian las probabilidades y toman decisiones en base a si piensan que van a obtener el precio correcto por comprometer sus fichas en un bote, o no. Es una manera muy sólida de jugar, pero el hecho es que este no resulta el enfoque correcto para todo el mundo. Es más, hasta los mejores jugadores de este estilo te aseguran que las matemáticas pueden llevarte sólo hasta cierto punto.

Calcular las probabilidades ciertamente puede ayudarte a decidir si es que estás por hacer una movida inteligente, pero no toma en cuenta a quien tienes como oponente. Hay muchos momentos en los que puedes utilizar toda la matemática que quieras y tu decisión aún depende de intangibles y sensaciones con respecto a tu oponente, o la situación a la que te enfrentas. ¿Tendrá una buena mano? ¿Puedo sacarlo del bote?, ¿Estaré metiéndome en problemas? Aunque las probabilidades te digan que debes jugarlo, tu instinto puede estar diciéndote algo más, y eso es algo que sólo puedes desarrollar jugando.

Depender demasiado de los consejos de otras personas en realidad puede dificultar que desarrolles este tipo de habilidad para leer la situación, porque tiende a recargarte la mente. Te concentras tanto en pensar en las probabilidades y estrategias, que olvidas que estás jugando contra alguien más y debes intentar deducir lo que él o ella está haciendo. ¿Está atemorizado? ¿Foldeará si lo presiono? ¿Será un maniático? En mi opinión estas son cosas muy importantes que debes tener en mente durante una mano.

Se ha dicho antes, pero vale la pena repetirlo: el póquer no se trata de cartas, sino de jugadores y de situaciones. Los ganadores entienden que a veces hay que tomar riesgos. A veces funciona y a veces no. Ganes o pierdas una mano, debes jugar del modo que creas que es mejor.

Al final de una mano o sesión analiza lo que hiciste bien, y sé honesto contigo mismo acerca de los errores que cometiste. Pero de todos modos, no pienses demasiado en cómo podrías haber jugado una mano de una forma u otra diferente, porque esto podría tener un impacto negativo en la manera en que reaccionarás en tu próxima mano o sesión. Identifica tus errores, aprende de ellos, y déjalos atrás. Sólo porque un juego o jugada no funcionó del modo que esperabas no significa que fue un error intentarlo. Como he dicho anteriormente, hay algunas cosas que únicamente podrás aprender jugando.

Entonces, aquí está mi consejo. Lee estas sugerencias. Lee otros consejos y libros de póquer. Habla con tus amigos. Absorbe tanta información como puedas, y, al final, ponlo todo a un lado y juega tu propio juego, no el de otros.

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