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El tamaño sí importa, escribe Josh Arieh

Anónimo | 29/01/08

En Diciembre, los dioses del póquer creyeron necesario darme un regalo de navidad adelantado. Me encontré en la mesa final de un evento del Circuito WSOP en Nueva Orleans como líder. Terminé en segundo lugar, lo que en el mundo del póquer es igual a finalizar último, pero en realidad no puedo quejarme, porque creo que jugué bien.

Dado que terminé bien el año, pensé que debería comenzar el nuevo con un artículo sobre el juego en la mesa final; porque, como jugador de póquer, nunca se juega para entrar al dinero, sino para ganar. Cuando llegas a la mesa final, el torneo casi que comienza de nuevo. Es momento de tomar tu stack y el de tus rivales y volver a evaluar todo lo que has aprendido en el resto del torneo, y convertir eso en estrategias y tácticas que poner en juego.

El juego en la mesa final comienza con la posición. No la posición a la que generalmente nos referimos, en términos de cuán cerca del botón estás ubicado, o si eres o no el último en actuar en la mano; sino posición de acuerdo al stack. ¿Cuántas fichas tienes? ¿Cuántas tiene el líder? ¿Cuántas el short stack? ¿Cuán rápido crecen las ciegas? ¿Cómo afectará esto a la posición de mi stack? Esos factores ayudan a determinar la forma que jugarás tu juego. Hoy hablaré de los tamaños de los stacks, dado que muchos no saben cómo utilizarlos para variar correctamente su juego.

Si tú eres el líder, o estás cerca de serlo, hay varias cosas a considerar. No querrás presionar demasiado a los short stacks, porque ellos no tienen mucho que perder, y todo por ganar. Si doblas un par de short stacks, encontrarás de repente que tu pila está cerca de la media, y eso debe cambiar la dinámica de tu juego. Al mismo tiempo, enfrentarte mano a mano con el jugador que está más cerca de tí en cantidad de fichas tampoco es una gran idea. Intenta mantenerte alejado de esa persona, a menos que tengas una mano sólida. Si ese jugador puede hacerte mucho daño, debes jugar con cautela en torno a él.

En principio, lo mejor que se puede hacer es estudiar la mesa y ver cómo enfocan el torneo tus rivales. Si el día anterior uno de ellos era un maníaco que resubía todo, o el que estaba en la burbuja sólo buscaba subir un puesto en la tabla de pagos, podrían haber cambiado su juego después de una buena noche de sueño -o por su falta- y regresado con un plan completamente diferente. Si prestas atención, no te tomará mucho tiempo ver quién va en busca del la victoria, y quién sólo busca ubicarse en los mejores puestos de cobro. Una vez los identificas, esa información te servirá de base para determinar cómo jugarás contra ellos. A la persona que desea ganar, espérala. Generalmente presionará demasiado y cometerá errores aquí y allá, momentos que tú aprovecharás. Por otro lado, al jugador que sólo busca avanzar en los premios es a quien robarás las ciegas. Con ciegas y antes muy altos, robarse una ronda suma bastante.

Si tu stack en la mesa final es medio-bajo, o es el short stack, entonces debes variar tu juego y utilizar tu stack como un proyectil. Una bala perdida puede que no sea mortal, pero puede herir a los stacks medios y mayores. Esto significa que, cuando presionas con tu short stack, la decisión de tus rivales no es tan sencilla como imaginas. Si puedes infligir daño a la ciega grande o al botón si ven tu apuesta y tú ganas, entonces presiónales cuando ocupen esas posiciones. Prestando atención a las pilas de tus rivales puedes maniobrar tu stack de la manera correcta, sea grande o pequeño.

La situación más peligrosa para tus rivales es cuando llegas a la mesa final como el stack medio. No sientes la presión de tener que contraatacar todo, y no tienes tan pocas fichas como para estar obligado a empujar con una mano marginal. Puedes ser paciente, y eso es exactamente lo que debes hacer. Presta atención al short stack que va all in constantemente, porque está intentando un regreso a los primeros puestos. Espera la situación precisa y no te sientas frustrado si ese jugador se rehusa a enfrentarte, porque el resultado final será una de dos cosas, y las dos son beneficiosas para tí. Primero, si el short stack se dobla, entonces sabrás que puede que no sea capaz de cambiar a tiempo el estilo ultra agresivo que venía utilizando. Si logra hacerlo, será entonces una ciega más que atacar. Y si es eliminado, entonces te encontrarás un paso más cerca del objetivo, y con un poco más de dinero también.

En conclusión, en las mesas finales debes variar constantemente tu juego para estar siempre un paso adelante del resto. Los tamaños de los stacks y la cantidad de atención que les prestes pueden ser factores que te ubiquen en el primer lugar, o en el último.

En el torneo del Circuito jugué de la manera exacta a como digo aquí. Hice lo mejor para evitar situaciones arriesgadas llegando a la mesa final, entré como líder, y mantuve mi posición a través de ella. Seleccioné mis objetivos en los stacks medios para embolsarme las ciegas, dado que jugaban temerosos buscando subir puestos en la tabla de pagos. Sólo ví las apuestas de los short stacks cuando tenía una buena mano; y terminé en el Heads Up, compitiendo por el título. Sufrí un baldazo de agua fría cuando mi rival consiguió doble par en un flop en el que yo había logrado la misma jugada, pero menor; y eso fue todo. Pero lo importante que se saca de todo esto es que el tamaño de los stacks es una información que debe considerarse en todo momento.

Un ejercicio interesante para habituarse a prestar atención a los patrones de apuestas y tamaños de stacks es tapar las cartas cuando juegas. Lo mejor del póquer online es que puedes practicar todo a un costo mínimo. Regístrate en un torneo de $1 y cubre la zona del monitor donde se muestran tus cartas. Si te concentras en los tamaños de los stacks, te prometo que lo harás mejor de lo que piensas.

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