El fantasma de Stuey Ungar

Anónimo | 03/08/07

Justo antes del amancer se puede encontrar al fantasma de Stuey Ungar vagando por los vestíbulos del centro de convenciones del Casino Río. Un día está sacando la basura; otro, atendiendo la cocina. A veces es el dealer de un satélite; o está vigilando cerca de la caja. Pero la mayor parte del tiempo observa la acción en el juego de cash más grande de la sala.

Stuey Ungar es el más grande jugador de no limit hold'em de todos los tiempos. Quienes lo conocieron y jugaron con él son los responsables de ese elogio. Pregunta si no a Doyle Brunson o Mike Sexton. Se sentarán contigo y contarán algunas anécdotas de Stuey que harán estallar tu cabeza.

La leyenda de Ungar creció gracias a un montón de coloridas historias sobre ese chico de Nueva York ávido de acción que tomó Las Vegas por asalto. Prodigio del gin rummy, no encontró un juego decente y entonces se enfocó en el póquer.

Vinnie Vinh bajo la imagen de Stu Ungar - Fotografía ThePokerBiz

Muchos de los relatos son heroicos, pero también los hay tristes y penosos. Esas historias sombrías son acompañadas por el semblante de desilusión del relator a medida que va pintando la desesperada imagen de Stuey en los años que conducen a su muerte. ¿Lo mató su comportamiento autodestructivo, o Las Vegas fue un cómplice?

Ya era bastante malo que Ungar fuera por la vida con un serio problema de adicción al juego. Y si a eso se agrega un desenfrenado abuso de las drogas, se tiene una receta perfecta para el desastre. Antes de saberlo, Stuey era un furibundo cocainómano en una ciudad de 24 horas que se beneficia de cada debilidad. No sorprende que varios de sus amigos apostaran si sobreviviría a su cumpleaños número 40.

En las World Series of Poker de 1990 Stuey amasó un enorme liderato y regresó a su habitación para festejar. Billy Baxter, su amigo y patrocinador, se puso frenético cuando al día siguiente Ungar no apareció en el Binion's Horseshoe. Stuey había sufrido una sobredosis, y no podría regresar al juego. Pero su ventaja era tal que a pesar de todo llegó hasta la mesa final antes de que las ciegas lo eliminaran en el 9º puesto.

¿Suena familiar? Adelantemos 17 años hasta el salón de baile Amazon del Río. Por segunda vez en dos semanas, las fichas de Vinnie Vinh estaban en la mesa sin él detrás. No pudo estar presente en otro Día 2.

Cuando la semana anterior había desaparecido circularon muchos rumores acerca de su paradero. Mi instinto me dijo que estaba en algún lugar bajo la influencia de las drogas; probablemente muy cerca, pero a millones de kilómetros de casa.

A las 2 de la tarde todos los jugadores estaban listos para continuar el No Limit Shorthanded de $2.500, excepto Vinh. Muchos grandes nombres seguían en juego, como Erik Seidel, Erick Lindgren, Mimi Tran, Hoyt Corkins, y Vinnie Vinh. Pero Vinnie estaba notablemente ausente. El supervisor del piso caminó hasta su mesa y abrió la bolsa de fichas. Rápidamente las apiló, y dejó la mesa. Diez minutos después la silla de Vinh continuaba vacía, y mis ojos se enfocaron en una figura de pie en el pasillo. Era el fantasma de Stuey Ungar.

Los dealers comenzaron el proceso de retirar las ciegas del stack de Vinh. Mi mayor temor se convirtió en una dura realidad. Vinnie no había adoptado el estilo de Hellmuth de llegar algunos minutos tarde, sino que nunca apareció. El último lugar donde se vio a Vinnie fue la Mesa 72 de la sala Amazon. A pesar de eso sobrevivió a 20 jugadores, y finalizó en 22º puesto. Ganó $12.468 sin haber jugado ninguna mano ese día.

Quizá se lo pueda encontrar desmayado en el baño del Motel Oasis. Allí fue donde se encontró el cuerpo de Ungar en noviembre de 1998, con $800 en los bolsillos. Dijeron que había muerto de un ataque al corazón, pero sus amigos te dirán que Stuey ya había muerto varios años antes.

Paul McGuire
Publicado originalmente en Poker Player Newspaper.

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