La importancia de tener un (buen) plan

Jairo Moreno | 16/06/11
La historia de un tiempo muerto en el pasado Unibet Open Barcelona que valió su peso en oro para Rubén Sánchez.

A estas alturas ya todos sabéis por aquí que el Unibet Open Barcelona se lo llevó Rubén Sánchez, ‘MaRLaCa’ en EducaPoker.

El equipo de Poker-Red vivió unos días muy especiales en este torneo. Unibet confió en nosotros para ser los encargados de los comentarios en español de su streaming -por primera vez se expandía la retransmisión a otros idiomas que no fueran el inglés- y ante nosotros se presentaba un gran reto.

Cuatro días de torneo y unas 12 horas diarias de retransmisión nos producían cierto vértigo, máxime teniendo en cuenta que éramos unos absolutos novatos en el oficio. Sin embargo, confiando especialmente en la capacidad contrastada de nuestros compañeros del profesorado de EducaPoker para comunicar (los alumnos de la escuela sabéis especialmente a lo que nos referimos), nos lanzamos a la piscina.

El plan era sencillo: los profesores aportarían la parte técnica en los comentarios, mientras que Fran y yo mismo nos encargaríamos con conducir la retransmisión, propiciando la explicación de los conceptos estratégicos que los profesores iban a lanzar, y ejerciendo de correa de transmisión de los comentarios que los espectadores enviaran.

En general, y por todo el feedback que hemos recibido, creemos que el resultado fue bueno y que, entre todos, conseguimos que pasarais unos días de poker entretenidos.

Evidentemente, de no ser por la excelente actuación de los jugadores españoles -en dramática inferioridad numérica respecto a las "hordas vikingas" y demás europeos que poblaban las mesas-, con tres de ellos en el último día y la victoria final de Rubén, la historia hubiera sido muy diferente. Pero, por suerte, parece que los astros se alinearon para que todo saliera a pedir de boca

Sin embargo, este no es el plan del que quería hablaros aquí, si no de un hecho, a mí modo de ver muy significativo, que ocurrió en el tramo final del torneo; concretamente en el heads-up.

En la pasada final de Roland Garros entre Rafa Nadal y Roger Federer vimos como el jugador suizo comenzaba arrasando en el primer set al mallorquín, colocándose 5-2 en el marcador. Parecía que la primera manga ya no tendría más historia pero, de repente, propiciado quizás por un parón en el juego para recolocar un vendaje, Nadal pareció ver la luz y conseguía adjudicarse los siete juegos siguientes para llevarse ese primer set y encarrilar su victoria final.

Pues bien, Rubén Sánchez tenía un vendaje que apretarse cuando llegó el heads-up del torneo y para ello contó con la ayuda de unos fisioterapeutas de excepción: Álvaro Aspas "Darkored", José Ángel Latorre "Cejakas" y Emilio Domínguez "Piokari".

Pongámonos en antecedentes.

Rubén se había clasificado para jugar el torneo en un satélite online en Unibet Poker por 10€. Esta era la primera vez que entraba en un casino y, obviamente, la primera vez que jugaba en una mesa de poker en vivo. Aunque ya había tenido los dos primeros días de torneo para habituarse a las particularidades del juego presencial, la mesa televisada, las cámaras y los premios económicos alcanzando ya unas cifras impactantes, hubieran hecho temblar a cualquiera en esa situación.

Desarrollando un juego muy sólido en la mesa final, Rubén conseguía plantarse en el heads-up frente al sueco Davor Pavic con una ventaja de 2:1.

Ya fueran los nervios de tener la victoria al alcance, la inexperiencia en el poker en general (Rubén no lleva demasiado tiempo jugando) o la falta de práctica en el juego heads-up (estratégicamente muy diferente a otras fases de un torneo), el caso es que las cosas no pintaban nada bien para el valenciano que, bote tras bote, no encontraba la manera de imponer su ventaja en el marcador.

En el puesto de comentaristas, Cejakas, Darkored y Piokari veían evidente que el juego heads-up de Pavic era perfectamente explotable, pero Rubén no era capaz de encontrar la forma de hacerlo mientras, poco a poco, en su rostro iban apareciendo cada vez más signos de frustración. Necesitábamos que llegara un descanso como agua de mayo. Darkored nos recordaba cómo en el heads-up del Unibet Open que ganó en Budapest, y tras perder un par de grandes botes, él mismo le pidió al director de torneo una pausa de diez minutos que le concedieron. Precisaba de un reseteo mental, de igual modo que Rubén necesitaba un buen plan en ese momento.

Llegó el break y, en los quince minutos disponibles, los profesores de EducaPoker necesitaban poner orden a las ideas de Rubén sin añadirle una presión extra a la que él ya tenía. Las consignas tenían que ser simples y éstas se tradujeron en tres conceptos: rango de defensa desde la ciega grande, apuestas de continuación y robos, y que, teniendo en cuenta los stacks en ese momento, la resubida desde BB debía ser por todas las fichas.

Así lo resume el propio Cejakas.

A pesar de ser un jugador bastante tight, Pavic estaba consiguiendo remontar el heads-up a Rubén. Desde la posición de comentaristas percibimos que el mayor error que estaba cometiendo el español era defender demasiadas manos fuera de posición. En sí mismo no es un fallo grave, pero le estaba llevando a situaciones complicadas postflop en las que estaba perdiendo demasiados puntos. Un 95s fuera de posición que llegó al showdown nos confirmó que Rubén estaba teniendo problemas con el juego desde la ciega grande, donde estaba defendiendo muchas manos de más. Álvaro, Emilio y yo coincidimos en que cinco minutos de charla en el descanso podrían venirle bien. La idea era tratar de ayudarle un poco sin pasarnos, ya que un exceso de información podía ser contraproducente. Le dimos unos sencillos consejos y tratamos de transmitirle tranquilidad. Ya había hecho algo impresionante y ahora sólo se trataba de disfrutar ante todo.

Los stacks efectivos eran inferiores a 20 ciegas con lo que una adaptación muy sencilla y rentable era establecer un rango de 3bet all-in. Pavic abría casi todos los botes y era bastante tight a la hora de pagar el all-in, así que le aconsejamos a Rubén que empujase todas sus fichas con un 30% de manos ante una subida de su rival (22+,A2s+,K7s+,Q9s+,J9s+,98s+, A2o+,KTo+,QTo+,JTo). Otro punto débil del sueco era su postflop. Era demasiado pasivo para estar jugando un rango tan amplio preflop y fuera de posición. Básicamente, se limitaba a continuar en la mano cada vez que ligaba, abandonando sin oposición en el resto de casos. Le dijimos a Rubén que hiciese apuesta de continuación en todos los flops, salvo que fuese especialmente coordinado y él no hubiese ligado. Apostar todos los turns en los que cayese un A o K era otra sencilla premisa que podría resultar bastante efectiva, ya que Pavic abandonaría muchas manos medias en este board tras dos apuestas.

El último consejo que le dimos es que robase botes en turn y river cuando Pavic no apostara el flop. Estaba pasando situaciones muy favorables para hacer apuestas de continuación y luego enseñaba manos muy débiles al showdown. Es complicado que un jugador tan pasivo en situaciones extremadamente favorables para apostar sea capaz de aguantar dos apuestas en turn y river con manos débiles tras pasar en el flop.

La verdad es que no es sencillo aconsejar a alguien en cinco minutos como enfocar un heads-up. En este sentido, la actitud de Rubén ayudó mucho. A pesar de encontrarse jugando una mesa final de un torneo de 1.650€, en cada ocasión que pudimos hablar con él nos pedía intercambiar impresiones y aceptaba humildemente cualquier consejo que pudiésemos ofrecerle. Quizá fue ésta la razón principal por la que todos acabamos viviendo el mano a mano como si lo estuviese disputando un amigo.

[...]

Mientras apuraba un cigarrillo en la zona de fumadores, Rubén asimilaba los conceptos que los tres profesores le trasladaban con enorme sutileza, mezclando las cuestiones tácticas con comentarios de apoyo tipo "lo estás haciendo muy bien" o "le puedes ganar", sin sobrecargarle de información y respondiendo a las dudas que el jugador les planteaba.

Tocaba regresar a la mesa pero con una diferencia: ahora, Rubén tenía un plan. Y lo ejecutó a la perfección.

La lectura del juego de Pavic y de sus debilidades que habían realizado los tres profesores de EducaPoker fue perfecta. Subida por aquí, 3bet por allá, all-in sin temblarle el pulso acullá, el jugador español le daba la vuelta a un heads-up que tenía completamente perdido. Las fichas comenzaron a moverse en una misma dirección hasta el desenlace final con la victoria de Sánchez.

Y a todos, como siempre repetía Hannibal Smith, nos encanta que los planes salgan bien. 

Rescatamos, para finalizar, un extracto de la crónica del torneo que Rubén Sánchez ‘MaRLaCa’ ha escrito en el foro de EducaPoker.

Todo cambió cuando empieza el HU, con unas BB en las que no me muevo muy bien y con mas ganas de ganar que de haber quedado 2o, 4 flops no favorables y Pavic cambia su juego por completo, me descoloca y entre él y el cansancio entro en tilt brutalmente, la cabeza deja de responderme y no soy capaz de analizar nada como había hecho hasta llegar ahí ni tampoco de contener mis tells mi cuerpo funcionaba solo. Así que miro las ciegas, lo que falta para el descanso y empiezo a perder tiempo como sea para que suban y entrar sí o sí en push or fold, y poder ir a hablar con los "MAESTROS""", eso o que me llegue algo decente, ya que solo más grande que tuve y con diferencia fue Q3o.

Llega el descanso y me dicen que no hay, yo hablo con Gerard y le digo que lo necesito más que nunca, se lo pido por favor y nos dan 15min, voy corriendo hacia el set y vamos todos al fumadero, los 5 me dan ánimos, y me dicen que lo difícil ya está hecho y que no me puedo hundir ahora, que le juegue de tú a tú, que es un nitardo de cojones y que le meta muchísima presión, que me olvide de defender con manos marginales y que abra el rango de push y que juegue desde el BT haciendo un 90 de CB. Hablamos del rango de push, mi cerebro se despertó gracias a que me hicieron creer que podía, tuve la sensación de que creían mas ellos en mí que yo mismo y pude quedarme con casi todo lo que me dijeron. Mientras tanto el pollo se quedo con mi mujer cargándose de nuevo.

Me puse el uniforme de guerra y volví a la mesa con muchas mas energías aunque no eran muchas las que me quedaban, por suerte a Pavic tampoco. A partir de aquí todo cambió, hasta las manos que me entraban tenían otro color e incluso tenían letras en vez de números. No tardé mucho en recortarle y poder empezar a jugarle de tú a tú, poco a poco le fuí minando la moral, tuve muy claro a donde estaba dispuesto a llegar con cada mano, de ahí los instant y preinstant AI, quería minarle la moral una y otra vez y sobre todo que no hubiera diferencia entre bluffs y no, le enseño el A (A2o) a ver si así se ánima de una vez a pusearme mas, pero ni así, por fin me pusea y call A9 contra A7s, sale el 9 y todo queda en casa!

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