Psicología

La opción de mostrar la mano, escribe David Williams

Anónimo | 23/07/07

El 95% de las veces no mostraré una mano si no tengo que hacerlo. No quiero dar información gratis, porque la gente comienza a hacer locuras contra tí cuando no logra desentrañar cómo trabajas tus cartas. Pero en póquer todo se trata de jugar al jugador, y no sólo a las cartas. Por eso, si sabes que a alguien puedes mostrarle algo que lo hará jugar peor, entonces debes capitalizarlo toda vez que puedas.

Si hice un farol exitoso, es probable que intente aguijonear a mi rival enseñándoselo. O quizá sólo le mostraré una de mis dos cartas -la mayoría de las veces la más insignificante- para confundirlo. Por ejemplo, si le muestro un 3 es para que él se diga a sí mismo "¿¡Me resubió con un 3!?"

Cuando el otro jugador es un objetivo, alguien en cuya mente quieres penetrar, entonces hay algunos beneficios en darle esa información gratuita.

Un ejemplo claro de cómo puede ser útil mostrar las cartas en algunas oportunidades, me sucedió en un WPT World Championship en elBellagio. Llevaba 10-7 y subí la apuesta desde early, dando la imagen de que llevaba una gran mano. El flop vino K-9-7, dándome pareja menor, y nuevamente aposté para continuar mi teatralización. Uno de mis rivales vio. El turn trajo un A, por lo que hice una apuesta aún mayor, y mi rival vio otra vez.

Entonces el river trajo un 7, lo cual me dio trips -probablemente la mejor mano de la mesa- por lo que mi farol se convertía en una amenaza real. Igualmente continué el libreto que había adoptado al inicio de la mano e hice una apuesta más grande que las anteriores, y mi oponente tiró sus cartas. Entonces le mostré el 10, y mi rival no comprendía nada. "¿¡Este maníaco tenía 10-10 y estuvo jugándosela con un As y un Rey en la mesa!? ¿o tenía A-10? ¿¡Cómo pudo haber apostado con A-10 con un flop K-9-7!?"

Nunca podría imaginarse que llevaba 10-7. No podía saberlo, y siguió pensando en ello, lo que me permitió convertirlo en mi objetivo y sacarle muchas de sus fichas.

Hay muchas cosas a favor de no mostrar las cartas todo el tiempo,sencillamente; pero también varias acerca de encontrar formas de confundir y poner on tilt a nuestros rivales. Mostrar las cartas correctas en el momento correcto puede lograr esto, creándote una imagen de jugador impredecible. Tus oponentes no tendrán pistas que les indiquen dónde estás parado. Siempre estarán preocupados, porque en su mente tú podrás llevar cualquier cosa en cualquier momento.

Es irónico, pero puedes convertirte en alguien difícil de leer dándole a tu rival un poco más de información. Y si eso lo pone molesto y confundido, entonces puedes sacar mucha ventaja.

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