Ser un profesional del póquer, escribe Chris Ferguson

"¿Debo dejar mi trabajo para jugar profesionalmente?"

"¿Abandono la escuela y me dedico a tiempo completo al póquer?"

Siempre me hacen esas preguntas, y siempre respondo lo mismo: No. De ninguna manera. Absolutamente No.

¿Suficientemente claro?

Si consideras convertirte en un jugador profesional de póquer debes comenzar haciéndolo a medio tiempo. Dedica tus horas libres a estudiar póquer y a pensar en él. Lee, juega, aprende.

Antes que comiences a pensar en dejar tu trabajo para jugar full time, debes estar haciendo más dinero en el póquer que en tu empleo. No pienses que un gran premio en un torneo es toda la evidencia que necesitas para considerarte preparado para jugar profesionalmente. Debes obtener beneficios consistentes durante un período de al menos un año. Sólo a partir de ese punto puedes permiterte comenzar a pensar en ser un profesional de tiempo completo.

Pero aún así, debes tener cautela en dar ese paso. El póquer es un gran pasatiempo, y jugarlo informalmente es muy divertido si gustas de él. Pero cuando decides ser un profesional, debes jugarlo cinco o seis días a la semana. En algún momento comenzará a parecerse a un trabajo. A mí me encanta jugarlo en todo momento, pero para muchas personas eso puede ser algo pesado y aburrido.

En el circuito de torneos puedes estar jugando bien y aún así pasar meses -incluso años- sin ver un dinero grande. En las mesas de cash, el paso de las horas es brutal. Cuando eres un profesional de cash, quieres estar jugando cuando los otros no están muy concentrados en lo que hacen. Esto significa que comenzarás tarde por la noche, cuando la gente está cansada y a niveles menores que sus habituales. De manera que estarías jugando de las 11 de la noche hasta la mañana, y durmiendo toda la tarde. Mantener ese horario puede ser difícil para quienes quieren mantener una vida social normal, o al menos tradicional.

Otro riesgo es que no puedas jugar lo suficiente. Requiere mucha autodisciplina sentarse a la mesa las horas necesarias. Sin un jefe detrás, no será sencillo estar allí sentado el tiempo suficiente para que tu juego sea más redituable.

En suma, antes de hacer cambios dramáticos en tu vida -antes incluso que te hagas las preguntas que encabezan este artículo- debes estar completamente seguro que el póquer funciona para tí. Debes tener largos períodos de ganancias consistentes; con disposición a pasar horas y horas jugando, y al final seguir disfrutándolo. Y sobre todo estar dispuesto a soportar rachas de mala suerte que pueden ser largas y muy duras.

Si estás realmente seguro de que tienes esas condiciones, y de tu decisión de ser un jugador profesional de póquer, estaré esperando el momento de conocerte en las mesas.