Del blog al ¡ploff! por boltrok

Anónimo | 18/11/08

Tener un blog de poker o colaborar con un medio tan potente como Póquer-Red es, la mayoría de las veces, gratificante y ocasionalmente desagradable.



Gratificante en cuanto a la cantidad de personas que me han felicitado por el blog o los artículos y, claro, a todo el mundo nos gusta que nos pasen la mano por la chepa. Desagradable en cuanto a dos personajes que pueblan Internet...y el mundo “de verdá”: los frustrados y los aprovechados.



Uno invierte parte de su tiempo en escribir sobre poker (o sobre lo que le dé la gana o sobre lo que sugieren que debe escribir para seguir una línea editorial), compartir experiencias y divulgar este juego en el más amplio sentido de la palabra y a veces recibe reacciones totalmente ofensivas.



Un ejemplo es la última entrada del blog de Raúl Mestre Offtopic: Que puede enseñarte el póquer respecto a tu vivienday el gratificante comentario con que contribuye el impresentable de turno:


“EL razonamiento de Raul va muy acorde con su pensamiento, pero no quiere decir que tenga la verdad absoluta.

EL tio habla desde su postura egoista, maniaco-depresiva y enfermiza hacia el mundo del poker.

ESte tio en la vida ha pensado en formar una familia, ni dejar un legado y poder dejar una situación econòmica muy favorable a los suyos.

La única familia que tiene Raul, son los 4 lametraserillos del Equipo Unibet, que os pensais que es Dios y que os da para comer y para 4 caprichos de niños de papa. RAUL ESTA NO ES TU FAMILIA. ESTAN CONTIGO POR INTERES. NO LO OLVIDES. NUNCA.”



Servidor, también ha recibido algún “halago” de algún admirador esta vez vía foros de póquer-red:

“…no me las doy de profe gratis, malo y barato como tú en tu bloc…”

“…coincidimos en que Leo y May son guapas no te hagas ilusiones, eres feo y te gustan mucho las mujeres (queda patente en tu blog, siempre con fotos de tias) y eso no gusta a las chicas de hoy día, por muy bien que juegues al poker…”




No quiero que esto sea una defensa de Raul o mía (creo que ninguno de los dos lo necesitamos). Hay jugadores “conocidos” como Santi Torres (y muchos otros) que han recibido hasta en el carnet de identidad por abrir la boca. Cada uno es responsable de sus palabras y sólo somos dueños de nuestros silencios.



Vivimos en un país donde los “lametraserillos” de la prensa del corazón nos han hecho creer que cualquiera que pise la calle es un personaje público y, en consecuencia, tenemos derecho a decir de él todo lo que nos plazca. Si aplicamos la máxima a alguien que publica un blog estamos en una situación similar…para ellos.


  • El frustrado





El frustrado es un personaje que no tiene blog pero recorre diariamente la mayoría de blogs y foros en busca de un objetivo. Suele presentar síntomas evidentes de mala educación y se distingue por tener un nivel cultural de primaria en el mejor de los casos.

Su vida no tiene sentido sin un antagonista y, para él, cualquiera que publica una opinión es un antagonista.

Yo, como soy un pringao, no tengo muchos frustrados detrás de mí. Para tener frusties (vamos a denominarlos así que siempre da un toque chic) debes jugar high stakes o EPT o, en su defecto, ser alguien mediático como Santi Torres o Pakito.



A veces, se produce un fenómeno curioso y es que los propios bloggers “objetivo” se convierten a su vez en frusties y se atacan entre ellos. En el pasado ha habido “ilustres polémicas” entre muchos de estos cracks lo que, en mi opinión, ha sido claramente lamentable pero como decía mi abuelo (un sabio como todos los abuelos a los que metódicamente ignoramos) “que cada cual se la coja con papel de fumar”.


  • El aprovechado





El motivo de abrir mi blog personal fue hacer un cuaderno de apuntes, un repositorio de artículos o notas sobre poker. A veces traducciones, a veces originales, a veces artículos de otras personas que me parecen interesantes (solicitando previamente su permiso, evidentemente). Compartir información, algo que mamé de la época del Limit (precisamente de Raúl Mestre quien comentaba manos de 0,5/0,5 en los foros, cuando el jugaba en 100/200). Pero lo hacía porque, en sus palabras, le servía a él para poner en orden sus ideas.



El aprovechado, por el contrario, es un fenómeno. Crea un blog o página de poker que llena de afiliaciones y se dedica a seguir los blogs (en eso coincide con el frustie) para hacer copy-paste de cualquier artículo que el considera “interesante”. Sufre problemas de memoria puesto que habitualmente no cita las fuentes. Algunos incluso cambian el título del artículo para que no aparezca en una hipotética búsqueda por google.



Hay aprovechados de alto standing como podría ser Mason Malmouth en el caso Ed Miller (aka Dios Miller). Un claro ejemplo de mafioso siciliano nacido en ultramar con presiones para convertir un blog en página de pago ya que este conocimiento no puede ser público y sobre todo gratuito (recordemos que el sujeto es dueño de 2+2 la editorial más potente de poker a nivel mundial).



A pequeña escala, hay otros que prometen pagar por tus artículos y luego el tiempo demuestra que las promesas se las lleva el viento y un demasiado largo etcétera de casuísticas particulares.



Y ante todo esto... ¿qué hacer?



Pues sinceramente es difícil. Uno, por ejemplo, va a la radio como hace unos días e intenta (dentro y sobre todo fuera de micrófono) aclarar que el poker no es lo que las películas reflejan, que hay profesionales de esto e incluso están bien vistos en otros lugares de Europa y EEUU, bla, bla, bla.



Pero en el fondo, servidor lleva dentro el sentimiento de que la realidad de esto no es tan diferente de la que pervive en el imaginario popular. Que sigue habiendo mafiosos, envidias, frusties y aprovechados, todo ello muy hispano, muy latino.



Aquí nadie organiza nada sin remuneración y si alguien lo intenta lo meten en la trena porque supone poner otras remuneraciones de alto standing en peligro (léase Casinos), sigue habiendo partidas en chalets, lámparas bajas, alcohol y lumis.



Según he ido escribiendo el artículo me he ido viniendo abajo (de ahí que haya decidido titularlo “Del blog al ¡ploff!”) y es que, en el fondo, uno se hace a veces las mismas preguntas que estos lamentables personajes:


  • ¿Por qué enseñar al que no sabe?
  • ¿Por qué exponerme públicamente ante frusties, aprovechados y/o los hombres de negro?
  • ¿Por qué organizar eventos desinteresadamente si nadie me llevará bocadillos de mortadela a la trena?
  • ¿Por qué ir a un medio de comunicación a hablar de algo en lo que uno no cree del todo?

Todo el mundo dice que algo está cambiando. El problema es que en los tres años que llevó por aquí llevo oyendo lo mismo y, cuanto más me meto en el meollo, más crisis de fe me sobrevienen.

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