¿Hay vida más allá del tapete? por Boltrok

Anónimo | 15/07/08

Aunque no seamos profesionales del poker, debemos tratar de adquirir una serie de habilidades de los profesionales, sobre todo, en el aspecto psicológico. Y cuando hablo de profesionales no estoy pensando en los jugadores que aparecen en la tele sino en gente que se toma esto en serio (sin querer decir esto que los “teletubbies” no lo hagan).



Cuando el poker va cobrando más y más importancia en tu vida (importancia medida en volumen de horas de dedicación), hay una habilidad que es necesario desarrollar y no es tan sencillo hacerse con ella: separar poker y vida. Las interferencias vienen y van, en ambas direcciones.



Muchas de mis sesiones con grandes pérdidas se han producido por jugar cansado o sin ganas o con la cabeza “loca” por problemas personales. El poker, para mí, es muchas veces una evasión y eso está bien, pero lo que no puede ser es que estés jugando al poker y pensando en otra cosa.



Si juegas así, estarás en manos del tilt prosaico, del que ya hemos hablado anteriormente, y además, esto aumentará la posibilidad de jugar fatal y entrar en tilts más agresivos y peligrosos para nuestro bankroll.



Otras sesiones desastrosas en mi vida se han producido cuando he decidido “jugar una sesión más”. Por ejemplo, suelo jugar sesiones de dos horas al día. Termino mi sesión (bien o mal) ceno, etc y como no tengo nada que hacer, decido “jugar otra sesioncita”. El resultado ha sido muchas veces desastroso, perdiendo lo ganado en la sesión anterior o “reperdiendo” lo perdido. Si no sabes que hacer, lee un libro (si es posible no de poker) que falta le hace a este país gente que lea algo más que la guía telefónica.





Mi consejo es que no juegues en estas condiciones. Ya se que “el vicio” es muchas veces más fuerte que la cabeza pero, de verdad, sólo contribuimos a empeorar nuestras stats y, en definitiva, a reducir nuestro beneficio. Hay muchas cosas en el propio mundo del poker que puedes hacer y que serán más productivas que jugar: puedes revisar manos en el poker tracker y postear las dudosas en un foro, puedes leer un libro o un artículo de poker o puedes ver un video (tanto educativos en páginas de entrenamiento como “High Stakes Poker” para ver como pelan esta vez a Phil Hellmuth).



No jugar bajo condiciones adversas, es algo de sentido común pero a mí me resulta muy difícil llevarlo a cabo con la disciplina que merece. Cuando me salto esta máxima (siendo plenamente consciente) la sesión suele acabar en números rojos y murmurando por las esquinas de casa “no tenía que haber jugado, soy gilipollas”.



Y esto último, nos lleva al segundo problema, quién o quienes se tienen que “fumar” nuestro mal humor o estado depresivo (y que grado de ambos se deriva en nuestro caso concreto). En mi trabajo, ya he aprendido a borrar mentalmente todo lo relacionado con el mismo, en el preciso instante que cruzo la puerta de salida. En el poker, aún no tengo el mismo grado de dominio.



Hay veces que me he sentido fatal tras perder jugando al poker. Es especialmente jodido cuando enganchas varios días con pérdidas importantes. Pongamos que has perdido ocho cajas en NoLimit en las últimas tres sesiones. A la noche, optas por volver “a la guerra” (¡Mecccc! Esto es un error, porque estás tildado por las pérdidas que no consigues quitarte de la cabeza). Resultado: Pierdes otras tres cajas. Bufff. No pego gritos… no estoy violento (he llegado a alcanzar un estado semi-zen jugando al poker) pero me machaco a mi mismo: ¡Qué pérdida de tiempo! ¡Esto es una basura! Lo voy a dejar porque no merece la pena….



Si tienes pareja, es posible que esté viendo la tele y te pregunte ¿qué tal te ha ido? Has luchado más que Rambo para que te haga esa pregunta, explicándole cientos de veces que no eres un ludópata, que esto es un juego de habilidad y largo plazo pero….no veas como jode contestar a esa pregunta cuando todo ha ido mal.



Respira y cuenta hasta cien antes de contestar si es necesario pero no des una mala contestación a quien no se la merece. No dejes que el poker arruine cosas importantes en tu vida. Si tenías previsto salir a cenar vete y ¡disfruta! A ver si por las pérdidas, vas a estar toda la cena cabizbajo no disfrutando de tus planes (y, evidentemente, poniéndoselo muy difícil a los demás para que disfruten).



Lo que tienes que hacer, es sacar conclusiones de los resultados obtenidos y ver si tus comportamientos tienen algo que ver en ellos. Trata de mirar los resultados dentro de un todo, no volviendo la vista únicamente a los tres últimos días.



Evidentemente esto que escribo, lo hago en un tono “ligero” pero las consecuencias de las interferencias pueden ser nefastas llevadas al extremo. Si dejas que tu comportamiento afecte a tu juego, el riesgo de ruina está claro. Si dejas que el juego afecte a tu vida, el riesgo de divorcio (o al menos de volverte un perro verde) está claro.



Por último, puede que el poker afecte a la vida de los que te rodean. Me explico: mis padres y novia piensan que “el poker es un juego peligroso y me arruinaré”. Bueno, este es el pensamiento estándar ¿no? Aunque hayas batallado contra esta imagen explicándoles todo lo humanamente posible e imposible y les hayas mostrado tus beneficios, ellos te dirán que las salas te están dejando ganar al principio para perderlo todo de golpe, etc. Ya que no se puede luchar contra esto, afina en la manera que comentas tus pérdidas (centrémonos en las pérdidas). No alimentes al monstruo porque bajo todos esos prejuicios suyos, lo único que se esconde es una preocupación por ti y por lo que haces.



Ni sufras, ni hagas sufrir a los demás por algo como el poker. Demuestra, una vez más, tu inteligencia dentro y fuera de las mesas.

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