Psicología

Aversión al riesgo

Anónimo | 01/07/08

Hasta hace poquito, existía en televisión un “famoso” programa basado en la aversión al riesgo de los concursantes. El famoso concurso de las cajitas. La voz del supetacañón de turno jugaba con la aversión al riesgo de los concursantes para hacerles tomar la decisión segura (¿equivocada?).

Tengo tres cajas de 100.000€ , 50.000€ y la última contiene un batido de arándanos (valorado en 0,30€) por abrir. Suena el teléfono y me ofrecen 25.000€ por no seguir abriendo cajas ¿Qué hacemos?

Si hablásemos de poker la EV de la jugada sería:

EV = 0,33*100.000 + 0,33*50.000 + 0,34*0,30 (vamos a darle un 0,01 más al batido que, al fin y al cabo, si lo sacas te lo bebes y te quedas como Dios) = 49.500€

Eso es lo que vale abrir la siguiente caja pero nos ofrecen 25.000€ seguros (la mitad de nuestra expectativa aproximadamente) y los pillamos y salimos corriendo (previo pago a Hacienda).

La aversión al riesgo en este caso puede ser comprensible (¿qué supone comparativamente esa cifra para lo que tiene el concursante?) pero, en general, en el poker es mala. Si la padecemos, normalmente, nos hará peores jugadores, ¿por qué?

  • a) Nos mantiene en juegos cómodos para nosotros. Muchas veces, preferimos jugar en salas donde los jugadores son mejores o más tight porque nos es más fácil leerlos y, sobre todo, porque tenemos menos varianza. Si bien es cierto que hay salas o mesas que más parecen un frenopático que una mesa de poker, nuestro objetivo debe ser el largo plazo. Y es más que posible que a largo plazo, en esta segunda sala, nuestras BB/100 sean mucho más altas que en la primera.
  • b) Jugar a lo segurolas. Tenemos AA en el turn sin posición y en el flop había dos corazones. Apostamos all-in (overbet inmensa) para que nuestro rival no cace su color (en el que correctamente le hemos puesto).

Si queremos sacar tajada de nuestras manos deberemos, muy frecuentemente, “dejar” que nuestro rival persiga sus proyectos pero forzarle a hacerlo fuera de odds. De esta manera maximizamos nuestras manos y hablando de maximizar….

  • c) No apostamos por valor (normalmente en el river). Esto es un leak o defecto técnico en toda regla pero puede ser causado por la aversión al riesgo (que es un factor psicológico).

Hay gente que siempre cree que el board se puede doblar e irse al garete su color, frente a un posible set que evoluciona a full, etc. De esta manera, se limitan a apostar cuando tienen las nuts en el river, sin darse cuenta de que en esa calle ya no van a ser pagados (al menos en la misma medida que en la calle anterior).

  • d) Pasividad preflop. En el culmen de la exageración, hay gente que sólo va a raisear preflop AA y KK y no otras manos como AK, ya que consideran que esta mano es un proyecto y hasta que no liguen en el flop no tienen mano suficiente.

Es un poco exagerado este ejemplo de aversión al riesgo pero os juro que estos jugadores existen en las mesas. No entienden que si tu mano es “mejor que la media” tu raise o subida es “por valor” (sobre todo en Limit, este teorema es el eje del juego).

La aversión al riesgo es un factor psicológico pero puede trabajarse y mejorarse (como casi todo lo que provenga de nuestra mente). Como seres humanos preferimos estar dentro de nuestras “zonas de confort” que fuera de ellas, donde nos sentimos incómodos y extraviados.

Un buen bankroll es una medicina ideal si padeces de este mal. Te hará sentir seguro y dotará de mayor agresividad a tu juego, sin importarte perder cajas a corto plazo (me refiero a perderlas jugando bien pero te importarán menos incluso los errores que, como todo hijo de vecino cometerás).. Por agresividad no entendemos irte al extremo opuesto y pasar a ser un gambler, jugando fuera de odds porque sientes que ese cuatro que necesitas va a salir….¡No!

Por una buena agresividad entendemos que puedas ponerte all-in en el flop con el máximo proyecto de color si tienes odds para ello, etc. Todo esto, te permitirá variar tu juego y hacerlo más difícil de leer ya que incorporarás más recursos, etc., en definitiva, te convertirás en un jugador más completo (y menos weak-tight).

La aversión al riesgo depende también de las cantidades que jugamos. Podría darse, perfectamente, que en NL25 seas muy agresivo pero en NL200 te conviertas en un padre. Relacionado con la aversión al riesgo encontramos otro factor psicológico que es la relativización del valor absoluto del dinero. Dicen que los buenos jugadores sólo ven fichas y no dinero. ¡Ése es el camino!

Si estás llevando a cabo una buena gestión de bankroll, deberías jugar de la misma manera (si has determinado que es la óptima) una mano en NL25 que en NL400. Si el hecho de que el bote que se ha formado es de 800$ en lugar de 40$ te afecta y hace que tomes decisiones diferentes (y normalmente equivocadas), debes plantearte un descenso de nivel y trabajar en tu personalidad como jugador.

No todo el mundo vale para jugar los límites altos (ni tiene eso como aspiración u objetivo), incluso siendo profesionales o semi-profesionales del poker. Si lo haces, asegúrate de no sufrir aversión al riesgo.

Por último, decir que la aversión al riesgo suele ser un síntoma temporal cuando subimos de nivel. Mientras nos acostumbramos a las cantidades del nuevo nivel, obtenemos estadísticas y notas de los jugadores, etc es normal jugar un poco “arrugado” (si no normal, al menos es humano). Mide tu evolución en el nuevo nivel y asegúrate de revisar los síntomas y confirmar que se han ido eliminando según te conviertes en regular en dicho nivel.

Ya tienes una tarea para hoy: plantéate si sufres de aversión al riesgo y, en caso afirmativo, no desesperes y trabaja tu personalidad para solucionarlo. Utiliza las herramientas todo buen jugador de poker tiene a su disposición.

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