Timofónica hace trampas en el póquer

Anónimo | 25/06/07

Como ya conocen mis más asiduos lectores (uno o ninguno), recientemente me reconecté a la red de redes mediante una línea de teléfono rural (TRAC) y una conexión a internet mediante módem, de apenas unos 45 ó 50 kbps.

Pues bien, ayer domingo tuve a bien jugar un torneíllo barato on-line (poco más de 1.000 USD a repartir). Ya llevaba una serie de torneos consecutivos en los que no conseguía entrar ITM, quedándome generalmente a las puertas de conseguirlo.

El caso es que, después de dos o tres niveles acumulando fichas, poniéndome un poco por encima de la media, llego a la mano clave. Tengo dos diamantes medios-altos (aunque ninguno era el As). No hay raise en el pre-flop y vemos cinco jugadores. Soy último en hablar en el flop. Salen tres diamantes majetes (AQ7, si no recuerdo mal). Mi objetivo ahora es ser extremadamente agresivo para no darle la oportunidad a alguien que tenga un diamante más alto que los míos de que salga un cuarto diamante en el board y me chafe. Veo, con una mezcla de temor y ansia que el primer jugador apuesta fuerte, el segundo raisea, el tercero se tira y el cuarto reraisea all-in. Me toca. De los cuatro que quedamos, yo debo ser el segundo en fichas. La probabilidad de que alguien tenga en ese momento un color mejor que el mío es remota. Ni siquiera creo que haya alguien esperando con un diamante alto a que le salga el color. Les pongo en dobles parejas o puede que algún set (con lo primos que son, posiblemente alguno con Ax o Qx). En cualquier caso, me siento ganador, aunque con algún riesgo de full en contra si se dobla alguna carta. Así que mi movimiento es un all-in bastante claro. Si alguien resulta que sí tiene un color superior o si luego sale el full, pues me fastidio (a lo mejor aún me quedan fichas después), pero si gano me puedo situar muy, pero que muy bien. Así que pulso el botón de all-in... y no sucede nada. Mi nombre sigue parpadeando a la espera de una acción por mi parte, pero los botones ya han desaparecido. Bueno, no hay que alarmarse. La conexión es cutrecilla y a veces tarda unos segundos en reaccionar. Pero, oh horror, sale un mensajito que dice que he perdido la conexión y que si quiero re-conectar. Desesperado, pulso que sí y se inicia el lento y ruidoso proceso de conexión de mi módem antediluviano. Tras un buen rato, parece que ya estoy conectado a internet, pero Poker Stars aún no lo sabe. La barrita que dice "Connecting" sigue moviéndose. Y veo un mensaje que dice que me quedan 15 segundos para actuar. Se inicia la cuenta atrás y la barrita dando por culo. Quedan 5 segundos y la barrita sigue autista. 3, 2, 1,... Fold. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh! Un instante después, vuelvo a tener control, pero ya no hay nada que hacer. Los otros tres primos terminan en all-in y gana el de las dobles. Y, efectivamente, había uno con Qx... Unbelievable... o como suelen decir ellos: Unreal. No me habría doblado, no. Ni siquiera me habría triplicado. Me habría cuadriplicado. Me habría situado chip leader y no sólo habría entrado en ITM, sino que las posibilidades de entrar en mesa final habrían sido importantes. Me convertí literalmente en el tío ese que solía salir en los vídeos de internet que se pone a destrozar el ordenador a leches. No rompí absolutamente nada, pero todo terminó por los suelos. Desconecté y me fui a dar una vuelta y meditar mis pecados.

Tras una profunda reflexión, volví a casa, me volví a conectar y, para mi sorpresa, aún estaba jugando. Estaba short-stacked, así que con unas cartas buenas hice un all-in, pero perdí. Terminé 207º y se llevaban premio 198. O sea que, a pesar de todo, casi entro ITM. Después, con toda la frialdad que pude, me puse a jugar cash en mi nivel habitual actual de NL10. En una sentada de cuatro mesas, jugué unas 500 manos y gané unos 36 USD, lo cual supuso unas 35 PTBB/100 manos. O sea que, tras la crisis en NL10 que atravesé alrededor de Semana Santa, que me supuso bajar de 85 USD a 0 USD, justo al tiempo que me quedé desconectado de internet, he vivido una remontada espectacular en unos cuatro o cinco días que ha culminado ayer, llegando a superar en este momento el nivel de ganancia más alto de antes de la crisis. ¿Justicia divina? ¿Cómo no caí en tilt? ¿Soy masoca y a mí el tilt me refuerza? ¿Soy muy bueno pero aún no lo sé? ¿Existen los fantasmas? ¿Hay vida inteligente en otros mundos?

En fin. Con esto he llegado a una conclusión interesante. No importa lo mal que te esté yendo en un momento dado. Da igual que te pases semanas o meses sólo perdiendo. Es posible remontar cualquier crisis. Y es posible remontarla tan rápidamente que después te parezca que realmente nunca hubo crisis. Creo que este concepto es psicológicamente muy positivo.

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