Estafas en el póquer por spainfull

Anónimo | 12/03/09

Nunca pensé que un artículo como éste hiciera falta, pero a tenor de los nefandos últimos acontecimientos, creo que un recordatorio general para estas páginas y para el foro no va a estar de más. El resumen rápido para todos los que no tengan muchas ganas de leer es el siguiente: no des dinero a desconocidos.



Especialmente si se trata de gente que has tratado brevemente por Internet, menos aún si viven en otros países (porque denunciar sería mucho más complicado) y, por supuesto, con más reticencias si es una persona de la que no tienes datos concretos con los que la pueda identificar. Sé que la mayoría pensará que menuda gilipollez, que eso lo sabe todo el mundo, pero muchas veces es sorprendente lo incautos, confiados o avariciosos que podemos ser los humanos.



En los foros de Póquer-Red no se aceptan los bancajes ni intercambios de dinero por una razón muy clara: siempre acaban mal; alguien se queda con parte, hay líos con las ganancias, se malversan los fondos, etc. De hecho, esta norma se saltó de forma excepcional en un único caso porque era una situación especial y, como no podía ser de otra manera, terminó como el Rosario de la Aurora. Evidentemente, es improbable que se vuelva a levantar la prohibición.



Este mundillo, como hemos dicho otras veces, tiene la suerte (y la desgracia) de mover mucho dinero. Por ello, siempre va a haber indeseables que intenten engañara a los jugadores. O personas que se metan en situaciones delicadas y son capaces de cualquier cosa para poder salir del aprieto en el que se encuentran. En particular, hay principalmente dos casos, a veces con un nexo de unión entre ellos, en los que pueden aparecer estos problemas.



El primero es el del que se ofrece como entrenador de póquer. Si tenéis pensado contratar a uno para mejorar vuestro juego, informaos bien de quién es y qué experiencia tiene, tanto jugando como enseñando. Para ello, preguntad a otros jugadores por él (por ejemplo en el foro), hablad con algún alumno suyo y, por supuesto, pedidle el nick con el que juega para comprobar sus estadísticas en PTR (y que os deje ver jugar alguna mano en directo mientras la comenta para comprobar que, efectivamente, es quién dice ser). De momento, tenéis que pensar que un buen jugador de niveles altos como NL400 no le compensa ni de lejos dar clases a alguien de, por ejemplo, NL50. Si en principio todo parece correcto, acordad con precisión en qué va a consistir el curso, precios, clase de prueba, etc. Y, sobre todo, no le deis el dinero por adelantado (por si no os convence, cambiáis de idea a mitad o cualquier circunstancia que se pueda dar). Pagar tras cada clase (o cada cierto tiempo) es una buena medida para ambas partes.



El segundo son los negocios infalibles como bancajes de jugadores, equipos de torneos, páginas de póquer o similar. Ojo, no quiero decir que todas estas cosas sean una estafa ni mucho menos, pero hay que ser muy cuidadoso en dónde metemos nuestro dinero. Tenemos que tener muy claro que nadie da duros a cuatro pesetas. No hay que creer en recetas milagrosas ni ganancias relámpago con poco riesgo. Si eso fuera así, los creadores del invento hubieran puesto su dinero para llevárselo todo ellos. Es primordial tener una serie de garantías como un contrato firmado, normas de actuación, quiénes son los gestores del dinero, cómo se reparten las ganancias, etc. El problema, es que a pesar de que esté todo claro, siempre hay un riesgo grande de que alguien meta la mano en la caja y desaparezca con la pasta. Y eso supone tener que estar dispuesto a denunciar, contratar abogados…



Por todo esto, es fundamental no usar dinero que no nos podamos permitir (lo mismo que para jugar) y tener muy claros los riesgos que corremos en estos negocios (que suelen ser muchos). Además de perder el dinero, seguramente nos llevaremos un sofoco importante. Como muestra, un timo clásico.



Afortunadamente, detectar a los estafadores no suele ser demasiado complicado si se presta atención. Básicamente, hay que usar el sentido común. Suelen delatarles su modo de comportamiento y ciertas exigencias. Entre otras cosas, piden dinero por adelantado, cuentan historias rocambolescas, estilo “me han robado la cuenta” o “tengo otros negocios”, intentan hacernos sentir culpables, etc. En general, meten una trola detrás de otra, no tienen ningún pudor en mentir para poder pagar las deudas que han contraído por ahí, especialmente si se trata de un problema de ludopatía.



Lo mejor es no dejar dinero a nadie, y mucho menos si es para jugar (aunque dirán que es para otra cosa). Si se trata de un amigo, lo único que se puede conseguir prestándole dinero para jugar es perder al amigo y el dinero. Hay casos y casos, pero la mayoría tienen el mismo final (no me refiero al préstamo inicial de una banca modesta para los que empiezan).



En fin, da mucha rabia cuando pasan estas cosas. No solo por la gente a la que le roban el dinero, que con tanta dedicación ha ganado, y las ilusiones depositadas en el negocio, sino porque es una muy mala imagen para todos los que amamos este juego. Aunque sean casos aislados, son los primeros que señalan los que ven como algo nocivo y peligroso el póquer. Creo que merece la pena que hagamos todos un esfuerzo e intentemos evitar este tipo de situaciones. Usad el sentido común (pero no solo en esto), por favor.

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