Instinto
(...) Se ha desdeñado de manera escalofriante las consecuencias
de no poder ejercer el instinto primario de competición, que se remonta a los
tiempos primordiales de la especie. Entre estas consecuencias figura, por supuesto,
la derivación casi exclusiva del espíritu de competitividad hacia otros teatros
ajenos, como los deportes colectivos.
“El viaje a la felicidad
Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.
¿Quieres participar?
Es fácil y no te costará nada
¡únete a Poker-Red!