CEP San Sebastian 2018

CEP San Sebastián 2018. Día 2. Ciegas 1.200/2.400 ante de 200:

• Fernando Suárez - 350.000
• Alejandro Vázquez - 45.000
• Iker Lanza - 70.000
• Haritz Doyharzabal - 80.000
• Pedro Lamarca - 110.000
• Ramon Fuen - 60.000
• Gerard Carbó - 150.000
• Iker Aranzegui - 250.000
• Ricardo Zabaleta - 110.000
• Pablo Gordillo - 31.000
• Santiago Madrid - OUT
• Valeriano Toledano - 140.000
• Ori Fernández - 125.000
• José María Echevarne - 33.000
• Arne Michaelis - 70.000
• José Luis Calvo “PepeluAllin” - 11.600
• Mikel Gurrea - 85.000

Estuvo a punto de rendir su stack al final del día 1A. Tenía 11.700 puntos y se pensaba muy mucho si volver a pasar por caja a disputar el día 1B con un nuevo stack. Finalmente optaba por la heróica y volvía a este día 2 con el segundo stack más corto.

Pero rápidamente puso a funcionar sus fichas. En la primera mano casi se doblaba tras jugar 3bet push y que no le pegara nadie. Poco más tarde se doblaba  AsAd contra  KhKc para ponerse en casi 50.000 puntos y ahora acaba de eliminar a un rival y meterse de

Cuando Gordillo enciende la máquina es muy difícil pararla. En esas se ha llevado al bueno de Axier por delante. Abría el de León y le pagaba Axier en ciega pequeña y la ciega grande.

En un flop  JsJd9h hacía la continuación Gordillo y Otxoa se limitaba a pagar. El turn  Ac se quedaba en paso y el river  7h Pablo le ponía allín. Axier miraba sus cartas, tenía  QcJc y estaba confiado. Acababa pagando para ver las malas noticias. Gordillo había conectado escalera con su  Td8d y se lo llevaba por delante y sube a los 130.000 puntos.

Se había quedado corto el castella y leonés y le estaban apretando las tuercas, pero Pablo ha salido de la situación crítica como un maestro. Le abrían su ciega desde HJ y con apenas 18 ciegas pensaba antes de pagar.

El flop venía  5h7s3s y su rival hacía una apuesta de 7.100 puntos ante la que Gordillo decidía empujar sus últimos 32.300 puntos. La pelota estaba en el tejado de "el villano" al que le veíamos  2s2h en la mano (porque revisaba las cartas como jugando al tute). La pensada se alargó más de lo que muchos esperábamos.

Incluso le tuvieron que pedir tiempo. Cuando parecía que su mano iba a acabar