El shortstack del torneo, Adam Forsyth, encontró al fin una mano infoldeable, 6s9s en un flop Qh7s8s.
En la mano estaba también Gerard Cordier, que le hizo call con QJ.
El turn fue una J, que mejoraba la mano de Cordier pero de ninguna manera dejaba muerto a Forsyth, que siguió de pie toda la secuencia del river: quemar carta y desvelar una carta bajita y roja que significaba su eliminación.
Manuel Salvador y Rasmus Larssen estuvieron toda la burbuja intercambiando stacks de fichas azul oscuro. En el otro extremo del salón todo eran risas y felicitaciones en la mesa