Era uno de los focos de la jornada. Por si su figura en sí misma no fuera suficiente, le sentaban codo con codo con Tony Dunst, el trajeado americano siempre elegante en las mesas. Desde los primeros compases el duelo parecía muy favorable al ex de la Boeere, y la tendencia parece que continúa.
El amerciano, que da nombre a las famosas gafas de espejo con colores brillantes, ya está rozando los dos stacks inciales -unos 58.000 puntos- y esboza una permanente sonrisa en su rostro.
Por su parte, Tony Dunst no empezaba con buen pié, cayendo hasta los 16.000