La aleatoriedad es algo que no se puede controlar. Factores como el orden de rotura de mesa, o el puesto que ocupas cuando se rompe son totalmente ajenos al jugador y se realizan por sorteo puro. Sin favoritismos, sin condicionantes.
Por ello a veces se dan situaciones como la que vivimos el otro día con Andoni y Raúl Mestre en la misma mesa, con más de 1.000 jugadores en juego. Hoy acabamos de asistir a otra que puede ser un hito importante para el devenir del torneo.
Dos de los líderes de la general al empezar el día y dos