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Annie Duke: "Nunca he utilizado una herramienta que me diera acceso a las cartas de los usuarios"

Alex Hernando | 21/05/13
Annie Duke: "Nunca he utilizado una herramienta que me diera acceso a las cartas de los usuarios"
La hermanísima de Howard Lederer, tras aparecer su nombre en las grabaciones secretas de Greg Pierson y Russ Hamilton, emite un escrito en el que pretende desmarcarse de las malas artes con las que se gestionó UltimateBet y que llevaron a su cierre.

El escándalo de las cuentas de superusuario de UltimateBet y todos los flecos que se están conociendo a posteriori, están resultando una fuente casi infinita de esas salsa que tanto nos gusta a lectores y redactores.

Hace unos días os destapábamos la existencia de unas cintas de audio grabadas de forma secreta, en las que Greg Pierson y Russ Hamilton hablaban sin ningún tipo de tapujo de las trampas que les llevaron a estafar más de 20 millones a los usuarios de la sala, y cómo intentaban encubrir la estafa de forma que quedara lo más borrosa posible.

Las reacciones a esta publicación no se hicieron esperar. La primera personalidad que se apresuró a manifestar su rotunda desaprobación a las malas artes con las que los dirigentes de UB intentaron (y consiguieron) estafar a sus usuarios, fue la cara visible de la sala: Phil Hellmuth.

El ganador de 13 brazaletes de las WSOP mostró su solidaridad con el colectivo de jugadores que por situaciones como ésta, unidas al Black Friday, dejaron de confiar en el sector del poker online y además vieron como de una sentada, sus ahorros y sus fondos se veían bloqueados en un limbo legal.

Con el paso de los días, no solo Hellmuth ha manifestado su desaprobación con estas últimas informaciones conocidas alrededor del escándalo de UltimateBet. Recientemente otra personalidad con mucho peso en el mundo del poker, quiso también emitir un comunicado en el que explicar su postura sobre este asunto. Estamos hablando, ni más ni menos, que de Annie Duke.

Su nombre apareció en esas cintas secretas, lo que casi le ha obligado a salir al paso de acusaciones y teorías conspiratorias, redactando un escrito y difundiéndolo a través de las redes sociales, concretamente publicado en su muro de Facebook.

Tras escuchar las cintas de audio grabadas a escondidas que describen un plan elaborado por algunos de los fundadores de UltimateBet, incluyendo a Russ Hamilton y Greg Pierson, para encubrir el engaño, me arrepiento todavía más de haber estado asociada en algún momento de mi vida con las personas que participaron en esta conspiración. El lanzamiento de este audio ha estimulado acusaciones y quiero dejar claro que nunca he utilizado una herramienta que me diera acceso a cartas de usuarios mientras estaba sentada en una mesa online, ni tan siquiera era consciente de que tal herramienta existiera hasta que estalló el escándalo.

El nombre de Annie Duke aparece en esas grabaciones, cuando se menciona la herramienta que ésta utilizaba para comentar los torneos online que se celebraban en esa sala, pero en honor a la verdad, hay que decir que era una herramienta que aplicaba un retraso de 15 minutos, que a posteriori se vio hackeada para poder presenciar las manos en tiempo real. Sobre este asunto, Duke también quiere hacer sus propios matices.

La pantalla que yo vi fue trasmitida por Internet, así que cualquiera que sintonizara la emisión podía ver exactamente lo mismo que yo. El retraso en la emisión se diseñó para proteger la integridad del jugador […]. Nunca se mostró ninguna información sobre las cartas de los jugadores que no entraban en juego, una práctica estándar en retransmisiones de falso directo en eventos como las WSOP.

La argumentación de Annie Duke, parece bastante creíble, esa es la verdad, pero no podemos olvidar que su reputación ha sufrido importantes mazazos en los últimos tiempos, situación que no ayuda a mejorar su credibilidad. Su parentesco con Howard Lederer, el "malo malísimo" del caso Full Tilt Poker, unido a los escándalos relacionados con la debacle de la Epic Poker League, son malos antecedentes para que el maltrecho público americano se crea su versión de los hechos.

Tal vez es cierto que ni Duke ni Hellmuth estaban directamente implicados con este culebrón casi interminable, pero no es menos verdad, que mientras esto sucedía, sus actos y su propia imagen, seguían atrayendo a nuevos jugadores a la sala. ¿Se les puede atribuir entonces cierta parte de culpa?

Las opiniones son más que bienvenidas. 

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