Dos muertos, cinco heridos y un detenido en un tiroteo en Texas

El pasado sábado por la noche, el Kickapoo Lucky Eagle Casino, situado en la reserva tribal de Eagle Pass (Texas), fue escenario de un tiroteo que dejó dos muertos y cinco heridos. Lo que debía ser una velada de entretenimiento se convirtió en una estampida marcada por disparos, gritos y confusión, con los jugadores y clientes buscando refugio en cualquier rincón del recinto.

La tragedia ocurrió durante un evento público en el casino, sembrando el pánico entre los asistentes. El agresor huyó más de 270 kilómetros antes de ser detenido y ahora enfrenta cargos de asesinato y agresión agravada.

Entre los fallecidos se encuentra Marcus “Mark” Antley, agente retirado de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos. La otra víctima mortal fue una mujer residente en Eagle Pass, Alicia Daniela Sánchez Ayala, madre de cinco hijos, que murió mientras era trasladada al hospital. 

De los heridos, al menos una mujer de 29 años permanecía en estado grave, mientras que otra de 22 años fue dada de alta tras recibir tratamiento.

El sospechoso, identificado como Keryan Rashad Jones, de 34 años, emprendió la huida en una camioneta Nissan Frontier de color negro. Fue localizado en el condado de Wilson, a más de 170 millas (275 kilómetros) del lugar de los hechos. Las autoridades, tras disparar a los neumáticos del vehículo, consiguieron detenerlo empleando una pistola Taser.

Jones enfrenta ahora dos cargos de asesinato capital y cinco cargos de agresión agravada con arma letal. La investigación, en la que participan la policía tribal Kickapoo, la Oficina del Sheriff del Condado de Maverick, los Texas Rangers y el Departamento de Seguridad Pública de Texas, sigue en marcha para esclarecer los motivos del ataque.

Los cinco heridos fueron trasladados de urgencia a hospitales de San Antonio, algunos en estado crítico. El Hospital Universitario confirmó que llegó a reanimar a dos de los pacientes trasladados.

La tribu Kickapoo de Texas expresó su “profunda tristeza” por lo ocurrido, agradeció la rápida respuesta de las agencias policiales y aseguró que apoyará a las familias afectadas en todo lo posible. Mientras tanto, el casino permanece cerrado a la espera de avances en la investigación.

Este episodio, uno de los más graves en la historia reciente de un recinto de juego en EE. UU., ha sacudido a la comunidad local y también a la escena del póker y el entretenimiento, que lamenta que un lugar de ocio terminara teñido de sangre.