WSOP

Doyle Brunson: “No me dejaron coger mi pistola, así que me fui del Bellagio”

Fran Medina | 24/07/12
Doyle Brunson: “No me dejaron coger mi pistola, así que me fui del Bellagio”
El mítico “Texas Dolly” vuelve a contar una de sus anécdotas en su blog personal, en esta ocasión, con sustillo incluido.

Tras unas agitadas WSOP en las que el gran padre del poker, Doyle Brunson, estuvo a punto de no jugar una vez más y durante las cuales anunció que es probable que fueran las últimas, el mítico “Texas Dolly” ha decidido retomar su blog, en el que relata de primera mano sus vivencias en el bizarro mundo del poker.

En esta ocasión, Brunson habla de cómo le han ido las series mundiales, de algunos jugadores conocidos y de una curiosa anécdota que tuvo lugar hace unos días en el Bellagio.

Doyle al habla, nosotros solo traducimos.

He estado intentando escribir desde hace unas semanas y, por algún extraño motivo, no he conseguido hacerlo. He oído hablar del “bloqueo creativo” pero nunca me había sucedido hasta ahora. Me sabe mal porque cuando un amigo se decidió a gestionarme la web, me comprometí a escribir una vez a la semana. Mi única excusa es que he estado jugando a poker cada día, unas 10-14 horas. Supongo que he estado tan concentrado que no podía pensar en otra cosa. Lo bueno es que estoy pasando por la mejor racha en años. Voy a divagar un poco, que es la mejor forma que se me ocurre para empezar a escribir. Me acuerdo del dicho “el viaje más largo comienza con un solo paso”.

Las WSOP 2012 no han sido muy buenas para mí. He jugado cuatro torneos y llegué bastante lejos en tres de ellos, pero no conseguí cobrar en ninguno. Las WSOP solían ser el momento más divertido del año para mí, pero ahora me resulta agotador jugar tantas horas cada día sin resultados inmediatos. Nunca he estado en la “carrera de los brazaletes” y los torneos son para jugadores más jóvenes a los que deseo mucha suerte.

Otro recuerdo de las WSOP 2012 es perder otro scooter (uno de esos vehículos para personas con movilidad reducida). Salió volando del maletero de mi Escalade cuando me iba del Rio después del día 1 del Main Event. Eran las dos de la mañana y cuando giré a la izquierda en el Flamingo escuché un ruido raro detrás. Miré atrás pero no pude ver nada, así que sospeché que mi scooter se habría dado un golpe o algo así. El tráfico era terrible y no podía darme la vuelta, así que llegué a casa para comprobar que el maletero se había abierto y el scooter ya no estaba. Esto confirma la “maldición del scooter en las WSOP”. He perdido tres scooters desde que empecé a usarlos hace unos años por mi pierna y los tres los he perdido durante las WSOP. Uno salió volando igual que este y nunca lo encontré. En otra ocasión me dejé la llave puesta en el scooter y entré al baño. A la salida, alguien se lo había llevado y nunca volví a verlo. Seré extremadamente cauto en las próximas WSOP.

Me hizo gracia un chiste que me mandó uno de mis seguidores en Twitter.

Un mendigo está en las puertas del Cielo y Dios le dice.

- Oye, ¿qué haces aquí? Todavía no se ha acabado tu tiempo en la Tierra...

- No sé, yo solo estaba caminando por la Flamingo Avenue de Las Vegas cuando vi un scooter venir volando hacia mí y aquí estoy.

No he seguido mucho los Eventos de las WSOP porque estaba jugando todo el rato. Sé que Phil Hellmuth ha tenido unas buenas series y ganó su duodécimo brazalete. No era en un Evento Hold’em así que quizá ahora le respeten como se merece. Nadie juega con tantas ganas como Phil y es evidente que está convirtiéndose en un jugador todoterreno. También estoy orgulloso de mi hijo Todd, que acabó segundo en un torneo. Casi gana su segundo brazalete, que en mi opinión es el más importante y difícil de ganar.

Otra cosa, Vanessa Selbst no es solo la mejor jugadora del mundo sino que es uno de los mejores jugadores del mundo en general, incluyendo hombres y mujeres. Los resultados de Vanessa en los últimos años saltan a la vista. Es la favorita ahora mismo para convertirse en la primera jugadora en ganar el Main Event en el futuro.

Mientras jugaba una partida de cash en el Bellagio, una cosa extraña sucedió. Un chaval que no parecía ni lo suficientemente adulto como para estar en el casino entró en la Bobby’s Room. Se quedó mirando el dinero y las fichas más caras y después se giró como si se fuera a marchar. Se volvió rápidamente y volvió a la mesa para mirarme a mí. Justo después se marchó de nuevo y varios jugadores de otra partida le oyeron decir “Voy a volver  con una pistola y me voy a llevar ese dinero”. Alguien avisó a seguridad. Cuando llegaron le contamos lo que había sucedido, se fueron a las grabaciones y avisaron a sus compañeros. Ambas partidas se rompieron, varios jugadores nerviosos se marcharon. Le pedí al encargado de seguridad que si me dejaba coger la pistola que siempre llevo en mi coche, seguiría jugando. Por supuesto, me dijeron que no así que me largué. No me gusta la idea de hacer de escudo humano.

En las partidas del Bellagio no hay nada peor que algún pro que piensa que juega tan bien que no puede perder. Que un tipo sea un jugador ganador no significa que no pueda tener una mala racha. Me da asco cuando un jugador competente se queja de malas condiciones, cartas, croupiers o de los jugadores que van ganando. Pero bueno, como Hyman Roth decía en “El Padrino”, “esta es la vida que hemos escogido”.

Que el flop os acompañe.

Doyle Brunson.

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