PokerStars

Final feliz para la carrera de "shaniac" en el Team Pro Online

Antonio Romero | 03/01/14
Final feliz para la carrera de "shaniac" en el Team Pro Online
Uno de los iconos del Team Pro de PokerStars, Shane Schleger “shaniac”, abandona el equipo en busca de la felicidad perdida por no poder jugar desde su país natal.

En palabras del propio Shane Schleger: "Mi relación de tres años con el Team Online de Pokerstars llega a su fin. Estoy aquí para dar fe de que fue una experiencia extremadamente positiva, incluso a pesar de los retos que nunca pude prever cuando firmé el contrato".

Así se despide el mítico "shaniac" de la sala que le colocó entre la élite de los regulares de torneos online en el último blog que va a publicar en la página oficial de la empresa. Una de las razones, quizá la más importante de todas, ha sido el giro que ha dado su vida desde el Black Friday.

La distancia con el hogar y, sobre todo, con la que hoy es su mujer, se unió a una debacle en sus resultados para que Shane decidiera dejar atrás la vida de grinder y rehacer la que tenía antes de tener que exiliarse.

El fichaje

Después de fichar con PokerStars en 2011, mi pasión por el poker renació. Estaba deseando brillar y me esforcé en adoptar nuevos niveles de profesionalismo a mi juego: recibí entrenamiento de un amigo e hice mi primer esfuerzo para aprender a interpretar las estadísticas de un HUD.

Me compré mi primer monitor de 30”, la monolítica pieza de hardware que destaca en el escritorio de un jugador de poker online.

Me lo estaba pasando bien y estaba ganando dinero.

El Black Friday

Solo un par de meses después de firmar con PokerStars y mientras me estaba adaptando a mi nuevo y confortable ritmo en California del Sur, de repente me vi obligado a abandonar mi país con el fin de mantener mi vida de de jugador de torneos online esponsorizado. Entonces fue cuando empezó de verdad mi viaje con PokerStars.

El muro

Alquilé un apartamento al sur de Playa Rosarito, a 30 minutos de Tijuana y tres horas de mi antiguo hogar en California. Allí gané el Sunday Million en Año Nuevo de 2012, entre otros momentos estelares.

Después de un año y medio en el exilio, me di de bruces con un muro. Mi plan de repartir mi vida entre el poker online y una relación romántica que tenía en California pasó de darme energía en 2012 a amenazar con partirme por la mitad cuando llegó 2013… El stress de la situación geográfica era exacerbado por la incapacidad absoluta de conseguir una sesión ganadora.

Me di cuenta de que no podía mantener un relación y a la vez jugar a tiempo completo, y la necesidad de encontrar una salida se hizo palpable cuando me casé por sorpresa en Las Vegas durante las WSOP. Mi mujer dejó el trabajo y yo di por finalizado mi alquiler en Mexico, con el firme propósito de establecernos de nuevo en California en 2014.

Pese al plan de salida, aún necesitaba meter horas en PokerStars e intentar ganar algo de dinero en torneos en lo que quedaba de 2013.

Las raíces.

No importaba lo que intentara; estudiar, recibir coach, reducir mesas… era incapaz de ganar. El monitor de 30” pasó de ser un símbolo de dedicación a una carga insoportable que tuviera que llevar conmigo todo el día.

Supe que tendría que recurrir a cualquiera que fuese la cantidad de coraje que me quedara para el WCOOP 2013. Durante un día de la primera semana, aparecí por casa de un amigo con tiempo únicamente para registrarme en el torneo de la mañana, sin unos minutos para ir a por el monitor que estaba en mi coche y montarlo.

Jugando en un Macbook de 17” sin Hold’em Manager ni Table Ninja, simplemente me concentré, hice buenas lecturas y jugué un buen poker a la vieja usanza. Con este montaje básico conseguí un segundo puesto en un WCOOP, mi primera sesión ganadora de todo el año.

Me mudé a un hotel esa noche, pero mantuve mi parco montaje. Fue una vuelta al pasado, cuando empecé por diversión, acostándome tarde en mi apartamento de Brooklyn.

Decidí vender el monolito, el monitor de 30”, y a los cinco minutos había negociado un acuerdo vía Skype.

Iba a retirarme con mi mujer al sitio donde pasamos la luna de miel, pero me negaron la entrada a Canadá y volví a Tijuana para la segunda parte de WCOOP. El último día me vi con un beneficio de 13.000$, después de repartir con mi bancador, y una entrada para el Main Event.

Pensar que realmente llegué a la mesa final y gané el mayor premio de mis nuevos años de carrera, 291.000$, es más irreal que cualquier cosa que podría haber imaginado para un guión más falso que cualquier película de Hollywood.

Quizá el aspecto más satisfactorio del camino a esa mesa final fue la interacción con el raíl. Volví a sentir lo mismo que cuando jugaba en 2004 o 2005. Aquel espíritu fue el recuerdo que más se acerca a la época en la que estaba deseoso por fichar por PokerStars en 2010.

Ha sido un privilegio representar a PokerStars durante estos tres años.

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.