Poker Black Friday

Full Tilt Poker, el día después del tsunami

Jairo Moreno | 30/06/11
Full Tilt Poker, el día después del tsunami
Esta es la ultima hora sobre el cierre de FTP y algunas ideas sobre qué es lo que ha ocurrido y sobre el futuro de la compañía.

Ayer almorzábamos con la noticia bomba del cierre mundial de Full Tilt Poker tras la pérdida de su licencia de la Alderney Gambling Control Commission; un acontecimiento aún más relevante para los jugadores no-estadounidenses que el Black Friday.

Después del Viernes Negro, Full Tilt Poker no ha podido devolver los fondos a los jugadores de Estados Unidos como había acordado con la Fiscalía de Nueva York. El hecho de que PokerStars si haya podido procesar los cashouts USA suponemos que tampoco ha ayudado demasiado a fortalecer la posición de FTP, que en dos meses no ha conseguido devolver ni un dólar a los americanos.

Además, como guinda al pastel, se comentaba la semana pasada la existencia de un agujero contable de 60 millones de dólares producido al no poder procesar con los bancos, entre septiembre de 2010 y febrero de 2011, depósitos realizados por los jugadores y sin embargo, haber acreditado esas cantidades en los cajeros de dinero real de los mismos. O sea, al menos 60 millones de las cuentas de dinero real que, en realidad, son play money.

El día 20 de abril, la Alderney Gambling Control Commission, el organismo bajo cuya licencia operaba FTP, comenzaba su propia investigación sobre el caso y no parece descabellado pensar que la Fiscalía de Nueva York, tras ofrecer a FTP un plazo de un par de meses para tratar de encarrilar la situación sin éxito, haya decidido pisar el acelerador presionando a la AGCC.

El caso es que ayer, tras la pérdida de su licencia, Full Tilt Poker cerraba sus operaciones impidiendo el acceso a la sala en todo el mundo, incluida su sala en Francia que opera en el mercado regulado con la licencia estatal de ARJEL, el organismo regulador galo. Y esto sí que es cosa seria. Esperamos el pronunciamiento hoy de las autoridades francesas al respecto.

Según las noticias que están surgiendo en las últimas horas, se prevé que FTP puede regresar bajo licencia de la Kahnawake Gaming Commission, el territorio canadiense con cuya licencia operan muchas salas de poker, incluyendo Full Tilt y PokerStars hasta el año 2006.

FTP estaría trasladando su data center a las instalaciones de Mohawk Internet Technologies en Canadá, una de las premisas para la concesión de la licencia KGC, y tratando de agilizar unos trámites que, según los tiempos establecidos, podrían demorarse hasta ocho semanas.

El objetivo de FTP sería intentar procesar cashouts pendientes y ofrecer la posibilidad de realizar nuevos cashouts, aunque, en la situación actual de la sala, el riesgo de una descapitalización masiva por la solicitud de miles de cashouts no es desdeñable. Si finalmente pueden reabrir, el termómetro de la confianza de los usuarios en FTP será el volumen de retiradas que se realicen.

Otro palo en las ruedas de Full Tilt se produjo ayer con el comunicado de Skrill, la compañía que gestiona el monedero electrónico Moneybookers, anunciando su decisión de suspender su servicios a Full Tilt Poker, por lo que, en el caso de que la sala reabra, MB no será una opción para realizar cashouts. Optimal Payments, el proveedor de servicios de Neteller, no se ha pronunciado por el momento.

Este es el estado de la cuestión en la mañana del día después y a la espera de nuevos acontecimientos. Pero, ¿qué es lo que puede suceder con Full Tilt Poker? 

Aquí entramos en el terreno de las hipótesis pero las noticias aparecidas en los últimos tiempos nos permiten hacer algunas cábalas al respecto.

Lo que parece evidente es que la imagen como compañía de FTP, y de manera especial su gestión financiera, han quedado seriamente dañadas tras el Black Friday. Y no olvidemos que uno de los valores fundamentales de este negocio es la confianza de los usuarios.

También es cierto que la gente siguió jugando en UB y Absolute Poker después del escándalo de las cuentas de súper-usuario, aunque el tiempo puso las cosas en su sitio y ya sabemos dónde están hoy estas compañías.

En todo caso, Full Tilt Poker tiene a dos de sus máximos responsables, Ray Bitar y Nelson Burtnick, imputados por delitos muy graves en Estados Unidos y a los que las autoridades les reclaman más de mil millones de dólares, y la sala actualmente cerrada y con un futuro a corto plazo no demasiado prometedor.

Por otra parte, FTP tiene activos muy interesantes, sobre todo un software excepcional, patentes sobre productos de indudable éxito como el Rush Poker, y un equipo técnico que se ha mostrado enormemente eficaz en la gestión de marketing, promociones, programas VIP, atención al cliente, etc.

Así las cosas, una opción evidente para Full Tilt Poker sería la venta de la compañía a terceros, aunque para que esto pudiera producirse sería necesario estimar la posible deuda de la compañía y las responsabilidades jurídicas del proceso abierto en Estados Unidos.

En este sentido, hace unos días os comentábamos que, supuestamente, Jack Binion, el empresario de casinos de Las Vegas, estaba negociando con Full Tilt la compra de una parte significativa de la empresa.

Con una futura regulación del mercado en Estados Unidos, que cada vez tiene más visos de convertirse en realidad, y con las empresas de casinos de Las Vegas en una presumible posición ventajosa de cara a la adquisición de licencias, la opción que FTP vendiera una parte o la integradad de la compañía parece una opción razonable.

Aquí entra otro actor en la escena que tiene por nombre Phil Ivey y que sería uno de los hombres de Binion en la negociación, cuando no uno de los protagonistas a través de White Knight, la empresa que ha creado recientemente y que, según informaciones aparecidas en Wicked Chops Poker, tendría como objetivo conseguir capital para hacerse con el control de FTP.

Sin embargo, todas estas informaciones aparecieron en los últimos días justo antes de que se produjera el bombazo del cierre de FTP ayer. Y, evidentemente, en una posible negociación en marcha, este asunto le puede dar un giro de 180 grados a toda la historia.

Podríamos pensar es que FTP es hoy una compañía mucho más barata que ayer y de este hecho se podrían inferir dos posibles lecturas; que la presión de los acontecimientos agilice una posible venta, o que los propietarios de FTP decidan seguir en la batalla por reflotar la compañía bajo su dirección ya que lo que les ofrecen no les interesa.

Aquí las autoridades de Estados Unidos también podrían jugar un papel fundamental y no sería extraño que presionaran a los propietarios para que se deshicieran de una empresa que, según los hechos evidentes, no han podido gestionar adecuadamente, tanto antes como después de la crisis del Black Friday.

Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos días y esperemos que los usuarios, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, que son al fin y al cabo las mayores víctimas de todo esto, puedan recuperar su dinero.

Hechos como este ponen de manifiesto la necesidad imperiosa de una regulación internacional, a todos los efectos, de una industria en la que millones de personas en todo el mundo quieren gastarse su dinero.

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